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{{info|“Safe for Democracy” or “Sent for the Gospel”}}<br> 

''Cuando una Causa Importa'' 

Los esfuerzos del Presidente Woodrow Wilson para mantener la neutralidad fueron ignorados por los submarinos alemanes. El 3 de febrero de 1917, el ''U.S.S. Housatonic'' es hundido. Arthur Zimmermann, el Secretario de Estado alemán, intenta hacer una alianza con México para la invasión de Arizona, Nuevo México y Texas. Tres más barcos estadounidenses son torpedeados. El 6 de abril de 1917 Wilson firma la declaración de guerra contra Alemania. 

24 de abril de 1917 – El Congreso aprueba la Ley de Préstamo de la Libertad para recaudar fondos para el esfuerzo de la guerra. Veinte mil millones de dólares son recaudados en dos años. 

18 de mayo de 1917 – El Congreso aprueba la Ley de Servicio Militar. Veinticuatro millones de hombres entre 21 y 30 años son registrados y tres millones son reclutados para el servicio. 

15 de junio de 1917 – La Ley de Espionaje pone una condena de veinte años de prisión a cualquiera que dificulte el esfuerzo de la guerra y ayude al enemigo. 

10 de agosto de 1917 – La Ley Lever de Control de Alimentos y Combustible da a Herbert Hoover y a Harry Garfield poderes para aumentar la producción, reducir los deshechos y acabar con los especuladores. 

3 de octubre de 1917 – La Ley de Ingresos de Guerra aumenta los impuestos sobre la renta corporativos y personales y establece los impuestos especiales, de utilidades excedentes y de lujo. 

5 de abril de 1918 – La Corporación Financiera de Guerra es formada con un capital de quinientos millones de dólares para apoyar a la industria de la guerra. 

12-20 de septiembre de 1918 – El General Pershing lleva a 550.000 soldados estadounidenses contra los alemanes al sur de Verdun, Francia, y toma 15.000 prisioneros. 

21 de septiembre - 7 de noviembre de 1918 – El Primer Ejército de Pershing barre a través del Bosque de Argonne y corta el suministro de ferrocarriles alemanes al Frente. 

11 de noviembre de 1918 – Alemania firma el armisticio y ratifica el Tratado de Versalles el siguiente junio. 

A partir de la declaración de guerra en abril de 1917, hasta el armisticio en noviembre de 1918, 4,744.000 estadounidenses toman parte en la guerra, y 116.000 mueren. 

¡Tal costo, tales austeridades, tales estrategias, tales sacrificios, tal entusiasmo, tal entrega! ¿Para qué? Según Wilson: “El mundo debe hacerse seguro para la democracia.” 

Ahora pregunto: ¿Puede la iglesia de Jesucristo tener alguna integridad o autenticidad a no ser que el llamado de nuestro Comandante en Jefe de hacer discípulos de todas las naciones produzca en nosotros austeridades y estrategias y sacrificios y dedicación y entusiasmo comparables? El archienemigo de nuestro Señor Jesucristo engaña (2 Corintios 11:3), ciega (2 Corintios 4:4), ataca (Efesios 6:16), devora (1 Pedro 5:8) y se lleva cautivo (2 Timoteo 2:26). Nuestro Capitán nos ha dado el Evangelio, que es el “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Él nos ha dado las armas de ataque y defensa (Efesios 6:10-17). Él tiene toda la autoridad y promete nunca abandonarnos (Mateo 28:19-20; Hebreos 13:5). A pesar de todos los contratiempos aparentes, siempre “lleva en triunfo” (2 Corintios 2:14). El Evangelio será predicado a todas las naciones (Mateo 24:14). La tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor (Habacuc 2:14). 

Así que dejemos a un lado nuestra mentalidad de tiempos de paz y despertemos a la realidad siniestra de la guerra. Lo que está en juego es infinitamente superior a la democracia: la salvación eterna de los hombres y la gloria de Dios. ¿No te está llamando Dios a ''ti ''a desarrollar alguna estrategia única para apoyar el esfuerzo de guerra? Recuerda: los que combaten junto a Cristo en esta vida disfrutarán de una era sin fin de paz. 

Con la luz encendida en la tienda de campaña, 

El Pastor John