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<span class="fck_mw_template"><span class="fck_mw_template">{{info|Cancer Is a Parable About Sin}}</span></span><p>Todo sufrimiento humano, especialmente el sufrimiento del Hijo de Dios, est&aacute; destinado a presentar a las almas desgastadas la fealdad moral inimaginable del pecado y la inimaginable ofensa del pecado a Dios.</p>
<p>Por eso hay sufrimiento en el mundo seg&uacute;n Romanos 8:20. Dios someti&oacute; la creaci&oacute;n a la inutilidad, <em>no</em> porque quisiera ser sometida, sino por el que la someti&oacute;, <em>con la esperanza</em> de ese nuevo d&iacute;a.&nbsp; Por lo tanto Dios derrib&oacute; las calamidades en abundancia, y enfermedades en abundancia, y muerte <em>en todas partes</em>, a fin de dejar en claro: el pecado es feo.</p>
<p><strong>La par&aacute;bola en todo nuestro dolor </strong></p>
<p>Todos los seres humanos lamentan sufrir. Muy pocos seres humanos odian el pecado. No estamos haciendo la conexi&oacute;n. Es una par&aacute;bola.</p>
<blockquote><p><em>El c&aacute;ncer es una par&aacute;bola.</em></p>
<p>La leucemia es una par&aacute;bola.</p>
<p>La artritis es una par&aacute;bola.</p>
<p>El &eacute;bola es una par&aacute;bola.</p>
<p>Los tsunamis son par&aacute;bolas de la fealdad de pecado.</p></blockquote>
<p>El pecado es feo. Deber&iacute;a ser asesinado todos los d&iacute;as. Muero todos los d&iacute;as, porque Jes&uacute;s dijo: &lt;&lt;Tome su cruz <em>cada d&iacute;a</em>&gt;&gt; (Lucas 9:23). Y las cruces son para morir.</p>
<p><strong>La ofensa fea de nuestra iniquidad </strong></p>
<p>El pecado es <em>tan</em> feo y <em>tan</em> ofensivo que el &uacute;nico remedio fue la muerte de un sustituto divino infinitamente digno.</p>
<p>El pecado es <em>tan</em> feo y <em>tan</em> ofensivo, que toda muerte humana &mdash;miles de millones y miles de millones de muertes, se debe a un pecado.</p>
<p>El pecado es <em>tan</em> feo y <em>tan</em> ofensivo que el tormento de conciencia eterna es una respuesta justa y apropiada.</p>
<p>El pecado es <em>tan</em> feo y <em>tan</em> ofensivo, que justifica la matanza de los cananeos &mdash;hombres, mujeres y ni&ntilde;os&mdash; despu&eacute;s de 400 a&ntilde;os para que su iniquidad pudiera estar llena.</p>
<p>El pecado es <em>tan</em> feo y <em>tan</em> ofensivo, Jes&uacute;s lo describe en una par&aacute;bola como la deuda impagable de 10.000 veces 20 a&ntilde;os de salario.</p>
<p>El pecado es tan feo y tan ofensivo, que Dios orden&oacute; 1.500 a&ntilde;os de convenio de la ley, para que cada boca fuera detenida, y todo el mundo fuera responsable ante Dios, y supiera que nadie est&aacute; justificado por las obras de la ley, <em>porque no puedes hacer nada</em> &mdash; 1.500 a&ntilde;os para aprender esa lecci&oacute;n (Romanos 3:19&ndash;20).</p>
<p><strong>A la muerte </strong></p>
<p>El conflicto con esta realidad fea y ofensiva, por lo tanto, no es un asunto pac&iacute;fico. No es un asunto bonito. Ni en Golgotha, ni en la cocina, ni el dormitorio, ni delante de la televisi&oacute;n.</p>
<p>Si somos fieles cada vez encontramos este poder que tiembla, lo encontramos con una espada. Ninguna tregua. Ning&uacute;n compromiso. Ningunos presos. A la muerte.</p>
<p>&nbsp;</p>