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{{info|Covenant of Redemption}}<br> 
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“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”.<br><br>- Juan 6:37
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Habiendo visto que el reino de Dios es el tema central que une el Antiguo con el Nuevo Testamento, ahora estamos preparados para examinar más detenidamente cómo el gran Rey de este reino gobierna a Su país a través de los pactos que determinan la relación entre Él y Su pueblo. La serie de enseñanza del Dr. R. C. Sproul “El Guarda-Promesas” guiará nuestro estudio de este importante tema. 

Al igual que con el tema del reino de Dios, la idea del pacto es fundamental para entender la Biblia. La terminología y suposiciones del pacto se encuentran tanto implícita como explícitamente en todo el canon de las Escrituras, y la relación de nuestro Creador con Su creación normalmente se expresa a través de pactos. 

No existe un equivalente preciso en español del término “pacto”, ya que hay muchos matices de la idea en la cosmovisión de los antiguos hebreos. Sin embargo, estamos en condiciones de dar una definición básica: un “pacto” es un acuerdo, hecho en el contexto de una relación entre dos o más partes para cumplir con las obligaciones que estas partes hacen la una con la otra. Claramente vemos que aún nuestra sociedad de hoy en día depende de transacciones de pacto, ya que cosas como contratos comerciales y acuerdos matrimoniales son esenciales para el funcionamiento de nuestra cultura. 

Estaríamos en un error decir que los pactos entre los seres humanos son idénticos a los que existen entre Dios y el hombre, aunque hay similitudes. Por ejemplo, Dios y el hombre no son partes iguales, y a Dios nunca se le requiere hacer pactos con nosotros. Además, a diferencia de los seres humanos, es imposible que el Señor no cumpla Sus juramentos de pacto. Él es la Roca y el Dios de la fidelidad (Deut. 32:4), así que Él es siempre fiel a Su palabra y siempre hará lo que Él ha jurado hacer. 

Hay una variedad de pactos que se encuentran en la Biblia, pero uno de ellos, el pacto de la redención, es el fundamento de todos los demás. En varios textos bíblicos encontramos alusiones al pacto de la redención, que es el acuerdo entre los miembros de la Trinidad para traernos la salvación. Bajo los términos de este pacto, el Padre planea la salvación y envía al Hijo para redimir a Su pueblo. El Hijo consiente en hacer el trabajo necesario para salvar a los elegidos (Juan 10:17-18), y el Espíritu se compromete a aplicar la obra de Cristo a nosotros, sellándonos para siempre en Su salvación (Efesios 1:13-14). 

==== Coram Deo ====

Cualquier duda que tengamos con respecto a la seguridad de nuestra salvación es calmada de inmediato cuando nos damos cuenta de que nuestra redención está basada en un pacto hecho entre las personas de la Trinidad. Él no puede mentir o romper Su pacto, así que podemos estar seguros de que lo que ha comenzado en nosotros, Él lo terminará en el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6). Si está desanimado en su crecimiento cristiano, sepa que Dios no desea fallar y no puede fallar en terminar lo que Él ha comenzado en usted. 

==== Pasajes para Estudio Adicional ====

Levítico 26:44<br> Isaías 42:1-9<br> Lucas 22:28-30<br> Juan 17:1-5