¿Podemos conquistar la tentación permanentemente en esta vida?
De Libros y Sermones BÃblicos
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- | La tentación es algo que debemos trabajar | + | La tentación es algo contra lo que debemos trabajar constantemente. No conozco ningún fruto del Espíritu, o ninguna virtud o acto de obediencia que, habiendo sido realizado una vez con gozo, éxito y poder, sea garantizado al día siguiente, ni mucho menos al año siguiente. |
- | El pecado tiene inercia que permanece en el corazón humano. Cada día la corrupción remanente—la cual debemos estar constantemente mortificando—levanta su cabeza y | + | El pecado tiene una inercia que permanece en el corazón humano. Cada día la corrupción remanente—la cual debemos estar constantemente mortificando—levanta su cabeza y convierte el éxito del ayer en los desafíos de hoy. |
- | + | Veo la vida Cristiana como una flecha que, en vez de estar yendo directamente hacia arriba en un ángulo de 45 grados sin ningún bajón, va arriba y abajo, arriba y abajo. Esa es la forma en la que vivimos. Hay una batalla que pelear cada día. Y la debemos pelear en comunidad. | |
- | No podemos descansar en ninguno de los laureles pasados. Debemos pelear la batalla de la fe | + | No podemos descansar en ninguno de los laureles pasados. Debemos pelear cada día la batalla de la fe. |
Revisión de 13:36 21 nov 2015
Por John Piper
sobre Pecado Que Vive Adentro
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Marcelo Del Castillo
Lo siguiente es una transcripción editada del audio.
¿Podemos conquistar permanentemente la tentación en esta vida?
La tentación es algo contra lo que debemos trabajar constantemente. No conozco ningún fruto del Espíritu, o ninguna virtud o acto de obediencia que, habiendo sido realizado una vez con gozo, éxito y poder, sea garantizado al día siguiente, ni mucho menos al año siguiente.
El pecado tiene una inercia que permanece en el corazón humano. Cada día la corrupción remanente—la cual debemos estar constantemente mortificando—levanta su cabeza y convierte el éxito del ayer en los desafíos de hoy.
Veo la vida Cristiana como una flecha que, en vez de estar yendo directamente hacia arriba en un ángulo de 45 grados sin ningún bajón, va arriba y abajo, arriba y abajo. Esa es la forma en la que vivimos. Hay una batalla que pelear cada día. Y la debemos pelear en comunidad.
No podemos descansar en ninguno de los laureles pasados. Debemos pelear cada día la batalla de la fe.
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