Dar muerte al pecado con temor y temblor
De Libros y Sermones BÃblicos
(Página creada con '{{info|Kill Sin with Fear and Trembling}}Pablo dice que nos ocupemos en nuestra salvación con “ ''temor y temblor''” (Filipenses 2:12) . Este temor y temblor no significa u...') |
m (Protegió «Dar muerte al pecado con temor y temblor» ([edit=sysop] (indefinido) [move=sysop] (indefinido))) |
||
(Una edición intermedia no se muestra.) | |||
Línea 1: | Línea 1: | ||
- | {{info|Kill Sin with Fear and Trembling}}Pablo dice que nos ocupemos en nuestra salvación con “ ''temor y temblor''” (Filipenses 2:12) . Este temor y temblor no | + | {{info|Kill Sin with Fear and Trembling}}Pablo dice que nos ocupemos en nuestra salvación con “''temor y temblor''” (Filipenses 2:12) . Este temor y temblor no se refiere a un obediencia empalagosa y servil. De hecho, cuando observamos bien lo que Pablo está tratando de explicar, encontramos que es exactamente lo opuesto. |
- | En nuestra santificación, cuando obedecemos y damos muerte al pecado, es Dios mismo quien obra en nosotros | + | En nuestra santificación, cuando obedecemos y damos muerte al pecado, es Dios mismo quien obra en nosotros. El rey omnipotente y soberano del universo actúa personalmente en nuestra alma por su Espíritu, poniendo la obediencia en acción. Estamos actuando el milagro. Verdaderamente deberíamos temer y temblar en nuestra obediencia, no porque estemos aterrados en presencia de la ira de un Dios enojado e inapaciguable, sino que tememos y temblamos porque este Dios elige obrar en nosotros para hacernos como Él. |
<br> | <br> |
Última versión de 03:25 20 ene 2017
Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Susana Belvedere
Pablo dice que nos ocupemos en nuestra salvación con “temor y temblor” (Filipenses 2:12) . Este temor y temblor no se refiere a un obediencia empalagosa y servil. De hecho, cuando observamos bien lo que Pablo está tratando de explicar, encontramos que es exactamente lo opuesto.
En nuestra santificación, cuando obedecemos y damos muerte al pecado, es Dios mismo quien obra en nosotros. El rey omnipotente y soberano del universo actúa personalmente en nuestra alma por su Espíritu, poniendo la obediencia en acción. Estamos actuando el milagro. Verdaderamente deberíamos temer y temblar en nuestra obediencia, no porque estemos aterrados en presencia de la ira de un Dios enojado e inapaciguable, sino que tememos y temblamos porque este Dios elige obrar en nosotros para hacernos como Él.
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas