Corramos la carrera, puestos los ojos en el Consumador
De Libros y Sermones BÃblicos
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+ | Hebreos 12:1–2 nos dice que “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Parte de nuestra motivación es que “tenemos en derredor nuestra tan gran nube de testigos”, es decir, a los corredores del capitulo 11 quienes terminaron la carrera de la vida antes que nosotros. Ellos son quienes trazan el camino y nos alientan “a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros” (Hebreos 11:40). Cuando el último cristiano cruce la meta, Jesús regresará y nos levantará ''conjuntamente'' de la muerte, hechos seres perfectos (1 Tesalonicenses 4:17). | ||
- | + | Sin embargo, no miramos a los santos mientras corremos. Nuestra motivación principal viene de mirar fijamente hacia al frente, hacia Jesús. Él terminó la misma carrera de la vida, solo que nunca pecó, por lo que su carrera fue perfecta y cuando terminó la carrera, concretó nuestra salvación. Por lo tanto, corremos con “los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. | |
- | + | Cuando Jesús dijo “Consumado es” (Juan 19:30) y murió, él cruzó la meta, convirtiéndose en el “consumador de la fe” (Hebreos 12:2). La resurrección elevó al consumador perfecto al podio llamado “diestra del trono de Dios” (versículo 2). | |
- | + | Mientras corremos, no miramos hacia los lados, sino hacia el frente, hacia la línea de llegada, hacia el que exaltamos por su carrera perfecta. | |
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+ | Además, se nos insta a que no solo veamos su gloria sino también su motivación, el gozo. Un gozo tan fuerte que amortiguó la vergüenza. Esto es lo que perseguimos del mañana. |
Última versión de 18:03 31 may 2013
Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Karla Alvarado
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestra tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:1-2)
Hebreos 12:1–2 nos dice que “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Parte de nuestra motivación es que “tenemos en derredor nuestra tan gran nube de testigos”, es decir, a los corredores del capitulo 11 quienes terminaron la carrera de la vida antes que nosotros. Ellos son quienes trazan el camino y nos alientan “a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros” (Hebreos 11:40). Cuando el último cristiano cruce la meta, Jesús regresará y nos levantará conjuntamente de la muerte, hechos seres perfectos (1 Tesalonicenses 4:17).
Sin embargo, no miramos a los santos mientras corremos. Nuestra motivación principal viene de mirar fijamente hacia al frente, hacia Jesús. Él terminó la misma carrera de la vida, solo que nunca pecó, por lo que su carrera fue perfecta y cuando terminó la carrera, concretó nuestra salvación. Por lo tanto, corremos con “los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
Cuando Jesús dijo “Consumado es” (Juan 19:30) y murió, él cruzó la meta, convirtiéndose en el “consumador de la fe” (Hebreos 12:2). La resurrección elevó al consumador perfecto al podio llamado “diestra del trono de Dios” (versículo 2).
Mientras corremos, no miramos hacia los lados, sino hacia el frente, hacia la línea de llegada, hacia el que exaltamos por su carrera perfecta.
Además, se nos insta a que no solo veamos su gloria sino también su motivación, el gozo. Un gozo tan fuerte que amortiguó la vergüenza. Esto es lo que perseguimos del mañana.
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