Pacto Adánico

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“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom. 5:12).

- Romanos 5:12-14

Ha habido una desafortunada tendencia de no hablar del pacto de redención en términos históricos. Aunque sin duda el pacto de redención se hizo antes de que comenzara la historia, sus beneficios vienen a nosotros sólo cuando se elaboran basándose en la historia. El pacto de redención se elabora en la historia a través del pacto de la gracia de Dios.

La teología sistemática tradicionalmente ha dividido el plan de redención de Dios en dos pactos principales: el pacto de obras (o el pacto de la creación) y el pacto de la gracia. Cuando Dios creó a Adán, Él entró en un pacto con Adán en donde Adán estaba obligado a obedecer a Dios para asegurar la bendición de Dios. Cuando Adán quebrantó este pacto como resultado de sus obras, él trajo el pecado y la maldición a este mundo. El pecado y maldición se extendieron a toda la humanidad porque toda la humanidad desciende de Adán y es responsable, tanto por el primer pecado de Adán como por sus propios pecados (Rom. 5:12).

Sin embargo, Dios mostró misericordia a Su pueblo escogido y propuso salvarlos a través de un pacto de gracia. A través de la administración del pacto de gracia, Dios cumple el pacto de obras por nosotros y nos concede el favor que nunca podríamos ganar por nosotros mismos. Este pacto de gracia se despliega a través de una sucesión de “sub-pactos” menores con Noé, Abraham, Moisés, David, y finalmente Cristo.

El pacto de obras sigue vigente a pesar de que no podemos cumplir con sus requisitos. Esto, y el hecho de que el pacto de gracia tiene muchos “sub-pactos”, nos dice que la revelación de Dios es progresiva. Él no nos dice todo a la vez, sino que desarrolla Su plan para nosotros a través del tiempo. Por otra parte, Sus pactos sucesivos no son correctivos a los anteriores; más bien, éstos explican y añaden a las revelaciones anteriores.

Por esta razón, asumimos la continuidad en el plan de Dios. A menos que se nos diga otra cosa, todavía debemos llevar a cabo las disposiciones de los pactos anteriores.

Mañana vamos a comenzar a ver más de cerca el pacto de obras. Hoy señalaremos tres aspectos de este pacto de Creación que continúan hoy en día: el sábado (Gén. 2:3), el trabajo (v. 15) y el matrimonio (v. 24). Aunque nuestra observancia actual de los mismos puede parecer diferente, aún así todas las personas están obligadas a observarlos porque fueron instituidos en la Creación.

Coram Deo

El llamado de Jesús al relato de la Creación en Génesis (Mateo 19:1-9) nos muestra que podemos encontrar mucha de la voluntad original de Dios para la humanidad en la descripción de la vida antes de la Caída. Cuando encuentre pasajes bíblicos que sean difíciles de interpretar, recuerde que el verlas a la luz del relato de la Creación puede ayudar a clarificar sus significados.

Pasajes para Estudio Adicional

Génesis 1-2
Jer. 33:19-21
2 Tes. 3:10-12
Heb. 4:9