Bendecido por el Mayor

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 15:06 9 dic 2013

“Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor” (Heb. 7:7).

- Hebreos 7:7-8

Encarando a una congregación que consideró abandonar el Nuevo Pacto, el autor de Hebreos escribe una epístola haciendo énfasis en la superioridad de Cristo. Esta superioridad requiere poner mucho más atención sobre el Nuevo Pacto de la que se había puesto sobre el Antiguo (2:1-4). La superioridad de Cristo también significa que aquellos que se unen a la iglesia sin la fe salvadora serán maldecidos (6:1-8). Pero para aquellos que verdaderamente creen, la superioridad de Cristo es la base para confiar en la promesa de la salvación ofrecida por Dios para Sus hijos (6:13-20).

A lo largo del capítulo 7, se nos dice que una razón de la superioridad de Cristo es que Él es un sacerdote como el gran rey-sacerdote Melquisedec. Melquisedec es grande por su nombre y porque permanece como sacerdote para siempre (vv. 1-3). Su grandeza se demuestra también en que recibió los diezmos del padre del pueblo del pacto, sin que nunca se le hubiese dicho que se le debían esos diezmos (vv. 4-6).

Hebreos 7:7-8 continúa la exposición de la grandeza de Melquisedec. El versículo 7 nos dice que el mayor bendice al menor. Entonces Abraham es menor a Melquisedec porque él es bendecido por Melquisedec. Aunque esto puede ser evidente por sí mismo, puede ser fácil pasar por alto el significado teológico de este acto. Abraham era grande por derecho propio porque él era el padre del pueblo del pacto, pero cuando Melquisedec le confiere la bendición de Dios sobre él, él asume para sí una superioridad aún mayor de la que perteneció a Abraham. John Calvin escribió que “Melquisedec, al bendecir a Abraham, asumió para sí una dignidad superior. Esto lo hizo, no con soberbia, sino según su derecho como sacerdote: entonces él fue más eminente que Abraham. Sin embargo, Abraham fue aquel con quien Dios quiso hacer el pacto de salvación; entonces, fue superior a todos los demás, pero aún así fue superado por Melquisedec.”

El versículo 8 se refiere de nuevo a los levitas; ellos son los “hombres mortales” que por un lado reciben los diezmos. Pero por otro lado, vemos en Melquisedec a aquel quien recibe los diezmos y aún vive. Una vez más, el autor se remonta al texto de Génesis 14 y repite sólo lo que dice el texto. Génesis 14 nunca nos dice que Melquisedec murió, dando a entender con ello la superioridad de su orden sacerdotal. La mención de la mortalidad de los sacerdotes levitas muestra que su orden sacerdotal era mortal y sería reemplazada por el orden viviente de Melquisedec.

Coram Deo

Hebreos 7 puede decir que Melquisedec vive porque Moisés nunca nos dice cómo muere. El punto no es que Melquisedec nunca murió, sino que vemos en el relato que él se asemeja a Cristo, que ciertamente vive ayer, hoy y por los siglos. Alabe a Dios porque la resurrección le permite a Cristo garantizar nuestra salvación como el Sumo Sacerdote según Melquisedec.

Pasajes para Estudio Adicional

Gén. 14:18-20
Isa. 53:10-11
Heb. 7:15-16
Ap. 1:12-18