Mejores Promesas
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Última versión de 11:49 8 abr 2014
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Heb. 8:6).
- Hebreos 8:6
Debido a que mucha de la obra sacerdotal de Cristo se lleva a cabo sin ser vista por el ojo humano, era difícil para el público original de Hebreos creer que Su sacerdocio era mejor que el del antiguo pacto. Esa es una razón por la cual muchos de ellos querían volver a los rituales del antiguo pacto que podían verse y tocarse.
El autor de la epístola a los Hebreos no estaba dispuesto a dejar que su congregación desamparara al Señor. Sabía que el abandonar el nuevo pacto significaría que su público se perdería de todas las promesas de Dios (Hebreos 6). Por lo tanto, él les recuerda el orden eterno de Melquisedec (cap. 7) –una orden en la que Cristo verdaderamente es un sacerdote (8:1-2).
No habría ninguna necesidad para que Cristo fuese un sacerdote según el orden de Leví. Ese orden ya tenía hombres que sirvieron en él, hombres que ofrecían sacrificios en el templo que sólo era una copia de la realidad celestial (v.v. 4-5). Por eso Cristo no es un sacerdote en la tierra.
El autor ha dejado en claro que Cristo no es un sacerdote en la tierra, sino que es un sacerdote en el cielo (v. 2). Por otra parte, los sacerdotes terrenales sólo sirven en las sombras de las cosas por venir, pero Cristo sirve en la realidad de estas cosas, que son mejores que las sombras.
Esta realidad que encontramos en el nuevo pacto hace al sacerdocio de Cristo muy superior al sacerdocio de Aarón. El ministerio sacerdotal de Cristo es “tanto mejor ministerio, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (8:6). Las mejores promesas hacen un mejor pacto, el cual hace un mejor sacerdocio.
En este punto debemos preguntarnos cómo las promesas del nuevo pacto son mejores que las del antiguo. Después de todo, ¿no ofreció el antiguo pacto las mismas promesas de vida eterna? La respuesta es sí. Las promesas del nuevo pacto no son mejores porque son diferentes, sino por la manera en la que se nos dan. John Calvin nos recuerda que aunque la salvación prometida a los creyentes del antiguo y nuevo pacto es la misma, los santos del antiguo pacto no gozaron de la misma claridad de revelación que nosotros tenemos. Como el autor de Hebreos nos recordó al inicio de su carta, los creyentes de antaño tenían la revelación de los profetas, pero nosotros tenemos la revelación en el Hijo, quien es la “imagen misma” de la naturaleza de Dios (1:1-4).
Coram Deo
En el antiguo pacto, a Dios le agradó hablar con su pueblo a través de las bocas de otros. Pero en el nuevo pacto, Él vino a la tierra y habló con nosotros directamente en Jesucristo, quien es la misma encarnación del Dios eterno. El nuevo pacto no es mejor que porque su promesa sea diferente, sino debido a que su promesa es mucho más directa.
Pasajes para Estudio Adicional
Ex. 3:10
Isa. 6:8-13
Mat. 7:28-29
Juan 1:14
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