Sangre Ineficaz
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Última versión de 12:25 20 oct 2014
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (Heb. 10:4).
- Hebreos 10:3-4
Los primeros cristianos sabían que estaban viviendo bajo el nuevo pacto. Sabían que Cristo había venido y traído consigo un cambio en la Ley (Heb. 7:12) eliminando los sacrificios de animales a través del sacrificio perfecto de Sí Mismo en la cruz (cap. 9).
Sin embargo, había algunas personas que no vieron a Cristo por quien Él era realmente. Negaron que Él fuera el Mesías y el Gran Sumo Sacerdote. Ellos comenzaron a perseguir a los primeros cristianos por abrazar el glorioso nuevo pacto en Cristo.
El sufrimiento que trajo causó que el público original de Hebreos comenzara a dudar de la realidad del nuevo pacto. Se hizo tentador abandonar a Cristo aunque Él es muy superior incluso a los ángeles (cap. 1-2). La persecución les hizo querer regresar al antiguo pacto para que el sufrimiento terminara.
Sin embargo, ese retorno hubiera sido una vuelta a una era inferior de sombras. Hubiera sido un regreso a una era de sacrificios que no podían efectuar la redención, a los sacrificios que no podían perfeccionar el adorador (10:1-2).
El pasaje de hoy comienza a explicar por qué los sacrificios de animales no eran eficaces para quitar los pecados. En 10:3 leemos que en los sacrificios había “cada año memoria de los pecados.” Lejos de ser algo que expiara el pecado, la repetición de estos sacrificios le dijo a la gente que su pecado aún permanecía –que todavía quedaban sin alcanzar los requisitos de Dios una y otra vez. Los sacrificios eran un recordatorio visible de que había algo más que hacer si las personas iban a ser hechas justas.
En última instancia, estos sacrificios sirvieron sólo como un recordatorio del pecado porque “la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (v. 4). Esto no quiere decir que los santos del antiguo pacto no fueron perdonados cuando ofrecieron sacrificios. El autor de Hebreos simplemente nos dice que no era la sangre de animales la que proporcionaba su expiación y perdón. John Owen escribe, “La sangre de toros y machos cabríos, de la manera que se ofrecía en sacrificio y llevada al Lugar Santísimo, fue diseñada por Dios para representar la forma de quitar el pecado, pero no podía, por sí misma, lograr esto.” Los sacrificios de animales le dijeron a la gente que se iba a requerir sangre para una verdadera expiación, pero no sería la sangre de toros y machos cabríos la que expiaría.
Coram Deo
Dios instituyó los sacrificios del antiguo pacto para mostrar a su pueblo su necesidad de la expiación. Pero ellos, al igual que los santos del nuevo pacto, sólo disfrutan del perdón por causa de la expiación de Cristo realizada por el derramamiento de Su sangre perfecta. Al celebrar la Cena del Señor, recuerde agradecer a Cristo por Su sangre derramada por usted.
Pasajes para Estudio Adicional
Isa. 1:11-20
Lucas 22:20
Col. 1:19-20
Ap. 1:4b-7
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