El Dios Fiel

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 14:13 26 ene 2015

“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: ‘No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande’” (Gén. 15:1).

- Génesis 15:1-21

Nuestro estudio de Hebreos 10 destacó la importancia de nuestra perseverancia en la fe hasta el fin de nuestras vidas. Antes de pasar a Hebreos 11, vamos a pasar la próxima semana viendo lo que significa tener fe y cómo la fe debe estar operativa en todas las etapas de nuestras vidas con la ayuda de la serie de enseñanza Viviendo por Fe por el Dr. R.C. Sproul.

Desafortunadamente, muchos cristianos tienen una visión inexacta de lo que significa tener fe. Muchos creen que la verdadera fe viene a costa de nuestras mentes y a costa de la razón. Dios, sin embargo, nunca nos llama a renunciar a nuestras facultades intelectuales cuando creemos en Él. Él nunca nos llama a confiar en Él como si no hubiera evidencia de Su existencia, o como si no hubiera una buena razón para que confiemos en Él.

En el nivel más básico, ponemos nuestra fe en Dios por una razón importante, siendo esta: Él es digno de confianza. La fe ciega es superstición y es confiar en algo que no es digno de confianza. Tal fe ciega e irracional no es lo que Dios nos llama a tener. Más bien, ponemos nuestra fe en Dios precisamente porque Él es digno de confianza.

Sabemos que Dios es digno de confianza sobre todo por las evidencias que Él nos ha dado a través de la Escritura. Una de estas evidencias se encuentra en el pasaje de hoy. En Génesis 15:1-21 encontramos la historia de cómo Dios demostró la confiabilidad de Sus promesas a Abram. En este pasaje Abram expresa algunas preocupaciones de que Dios puede no darle la Tierra Prometida (v. 8). Dios le dice a Abram que corte algunos animales y que ponga los cadáveres uno frente al otro con un camino en medio de ellos (vv. 7-11). Al atardecer Dios pasó por entre las mitades en forma de un horno humeante y una antorcha de fuego (v. 17).

Usted recordará que el pasado junio hablamos acerca de este evento en el contexto del antiguo Cercano Oriente. Cuando se hacían pactos en esa región, las partes del pacto hacían rutinariamente lo que se describe aquí. Pasando entre los animales muertos significaba que la muerte vendría a la persona que no cumpliera con sus obligaciones del pacto.

Note que en el pasaje de hoy, sólo Dios pasó por entre los animales. Él promete ser destruido, cortado, si Él no cumple Su palabra. Y porque sabemos que Dios no puede ser destruido, este evento es una señal segura para Abraham –y para nosotros– que Dios siempre cumplirá sus promesas. Así, pues, el cristiano confía en Su confiabilidad.

Coram Deo

Es fácil para los cristianos hablar de la confiabilidad de nuestro Dios. A veces, sin embargo, hablamos de la fidelidad de Dios abiertamente sin creer realmente que Él cumplirá Sus promesas a nosotros. Busque en su vida para encontrar áreas en las que necesita confiar más en Dios, y ore para que el Señor aumente su confianza en Él.

Pasajes para Estudio Adicional

Sal. 9:10
Prov. 28:25
Rom. 4:5
Ap. 21:5-8