Paz y Santidad
De Libros y Sermones BÃblicos
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Última versión de 19:13 15 sep 2015
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Santificación y Crecimiento
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb. 12:14).
- Hebreos 12:14
Ayer, examinamos Hebreos 12:12-13 y miramos brevemente la convocatoria para que continuemos en la senda derecha, para que podamos correr la carrera de la fe. Esta medida cautelar se da para que los elegidos no cansen y para que escuchen la voz de Dios para continuar en la carrera. Sin embargo, por el Espíritu de Dios, todos los elegidos sin duda oirán estos comandos y buscarán el premio de Cristo con toda sus fuerzas.
Antes de ver algunas de las formas en que podemos fortalecernos para la carrera por delante, nos recordaremos una vez más que en última instancia, es Dios quien nos sustenta y fortalece y no nosotros a nosotros mismos. El Espíritu nos imparte dones espirituales para que maduremos (1 Cor. 12:1-11). Cristo es quien nos permite hacer todas las cosas (Fil. 4:13).
Sin embargo, una vez que se nos han concedido dones por la gracia de Dios para nuestras fuerzas, somos responsables de vivir en gratitud por estos dones con una vida cambiada. Somos responsables de ejercer estos dones y seguir Sus mandamientos. Cuando hacemos estas cosas, tomamos los dones que Cristo nos ha dado y nos fortalecemos aún más. Si no obedecemos, no seremos empoderados para correr al máximo.
En el pasaje de hoy, el autor de Hebreos comienza a contarnos algunas de las formas en las que podemos prepararnos para terminar la carrera. En 12:14, se nos dice “seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Esta es una exhortación muy importante porque la iglesia a menudo es tentada a buscar la paz a costa de la santidad. En nuestros días, muchas denominaciones llaman a la paz, pero no a la santidad. Ven con recelo a cualquiera que rompe la comunión por causa del pecado, insistiendo en que la unidad es más importante que la verdad.
Sin embargo, podemos ver desde el versículo 14 que esta no es la senda correcta. Hemos de buscar la paz y la santidad. Si nos llevamos bien pero toleramos el pecado, entonces la paz no nos beneficia en absoluto. Las cosas podrán estar tranquilas, pero el pecado putrefacto hará que tropecemos en la carrera. De hecho, como dice John Owen, “la paz con otras personas no debe llevarse a cabo a cualquier precio.”
Sin embargo, hay que evitar el otro extremo de perseguir normas no bíblicas de “santidad” que crean un pantano de contienda y legalismo. Porque si imponemos reglas no basadas en la Escritura, o si dividimos iglesias por asuntos periféricos, estaremos tan enfocados en discutir unos con otros que no vamos a correr la carrera con vigor.
Coram Deo
¿Está haciendo cosas que pueden afectar la paz o la santidad de la iglesia? Vaya al Señor en oración, y pregunte si es posible que usted esté exhibiendo divisionismo o si usted es indiferente a la pureza de la iglesia. Cualquiera que sea el caso, tome las medidas para promover la paz y la pureza de su iglesia.
Pasajes para Estudio Adicional
Prov. 22:11-12
Rom. 16:17-18
Efe. 2:14
2 Tim. 2:22
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