No Como Esaú
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Última versión de 20:10 28 sep 2015
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Santificación y Crecimiento
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura” (Heb. 12:16).
- Hebreos 12:16
Como hemos visto en nuestro estudio de Hebreos 12, la vida cristiana es como una carrera. Todas las bendiciones de Dios vendrán sólo a los que terminan la carrera en fe (12:1-2). Si nuestra fe se tambalea, entonces las bendiciones de Dios no vendrán a nosotros en plenitud.
Esto no quiere decir que sea posible para los elegidos caer definitivamente. Cristo ha prometido que ninguno de aquellos quienes tienen verdadera fe podrán ser quitados de la mano del Padre (Juan 10:29). Sin embargo, la seguridad que tenemos en nuestra salvación no es algo que se lleva a cabo completamente afuera de nosotros mismos. Más bien, Dios nos da muchas advertencias en la Escritura acerca de nuestra necesidad de perseverar para que los elegidos las escuchen y mantengan su fe. Por otra parte, como dice Calvin, cuando Dios advierte a aquellos de nosotros con verdadera fe a perseverar, Él también nos da el deseo y la capacidad de escuchar sus advertencias.
Por lo tanto, cuando leemos en 12:12-13 que debemos fortalecernos para la carrera por delante, debemos obedecer. Cuando escuchamos las advertencias, demostramos la realidad de nuestra fe y de nuestra elección. Cuando nos esforzamos por la paz y la pureza (v. 14), y cuando evitamos la raíz de amargura (v. 15), nos fortalecemos para terminar la carrera.
El pasaje de hoy nos habla de otra manera que podemos fortalecernos para la carrera por delante. El versículo 16 nos dice que debemos asegurarnos de que no seamos ni fornicarios ni profanos. La razón de estas advertencias debe ser bastante obvia. Ya se nos ha dicho que no veremos a Dios sin santidad (v. 14). Por lo tanto, el vivir un estilo de vida que no evidencia ninguna obra santificadora del Espíritu demuestra que no terminaremos la carrera. Tal estilo de vida a menudo resulta en la inmoralidad sexual, la cual se ve en las Escrituras como una evidencia de rebeldía impenitente contra Dios (Rom. 1:18-27).
Hebreos 12:16 utiliza a Esaú como un ejemplo de por qué no debemos vivir vidas tan profanas. El estudio de mañana verá a Esaú con más detalle. Hoy, observamos que él deseaba los placeres sensuales de este mundo más que los placeres del mundo por venir. Como un ejemplo, el autor relata cómo él vendió el privilegio que tenía como el hijo primogénito por algo de comida reconfortante (Gén. 25:29-34). No debemos ser como Esaú; más bien, debemos atesorar la posición que tenemos como hijos del pacto más de lo que atesoramos los placeres de este mundo.
Coram Deo
La santificación es un proceso. No nos volvemos totalmente santos inmediatamente, sino manifestamos la justicia lenta e imperfectamente. Cuando el Espíritu está obrando en nosotros, comenzamos a estar más y más adoloridos por nuestro pecado y cada vez estamos más dispuestos a arrepentirnos. Pídale al Espíritu Santo que lo guíe al arrepentimiento por el pecado y para ayudarle a caminar en santidad.
Pasajes para Estudio Adicional
Gén. 25:19-34
Isa. 6:1-7
1 Cor. 6:9-11
Ap. 22:14-15
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