El Juicio Final Conforme a Las Obras
De Libros y Sermones BÃblicos
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Revisión de 20:36 5 ene 2017
Por John Piper
sobre Cielo & Infierno
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
Una de las preguntas planteadas acerca de la muerte es si los cristianos se enfrentan a un juicio divino y, de ser así, por qué y de qué tipo. Es una buena pregunta porque por un lado creemos que nuestra aceptación con Dios se basa en la gracia gratuita adquirida por el sacrificio sustitutivo de Cristo y que esta aceptación se logra a través de la fe no ganada a través de obras meritorias. Pero, por otra parte, el Nuevo Testamento frecuentemente enseña que los creyentes serán juzgados por Dios junto con todos los hombres y que tanto nuestra vida eterna como nuestras variadas recompensas serán “conforme a las obras”.
Por ejemplo, Romanos 2:6-8 dice: “Dios pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia.”
Este pasaje enseña que la vida eterna será “conforme a las obras”. Pero esto no significa que será ganada por las obras. En Romanos 6:23 Pablo dice: “La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” La vida eterna no se gana. Es gratis. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). La fe recibe la vida eterna libremente como un regalo. No hay manera de que se pueda ganar como un salario a través de las obras.
Pero la vida eterna se entrega conforme a nuestras obras. Esto se hace claro no solo en Romanos 2:6-8 sino también en 1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:6, 21; Efesios 5:5; Santiago 2:14-26; Hebreos 12:14; Mateo 7:24-27; Lucas 10:25-28 y muchos otros lugares que enseñan la necesidad de la obediencia en la vida de la fe y en la herencia de la vida eterna.
Así que debemos aprender a hacer la distinción bíblica entre ganar la vida eterna a base de las obras (¡lo que la Biblia no enseña!) y recibir la vida eterna conforme a las obras (¡lo que la Biblia sí enseña!). Los creyentes en Cristo estarán ante el tribunal de Dios y serán aceptados a la vida eterna en base a la sangre derramada de Jesús. Pero nuestra libre aceptación por la gracia por medio de la fe será conforme a las obras.
“Conforme a las obras” significa que Dios tomará el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) y las “buenas obras” por las cuales dejamos resplandecer la luz de nuestra fe (Mateo 5:16), y las aceptará como evidencia corroborante de nuestra fe. Su sentencia de absolución no será porque no somos culpables. Será porque Cristo llevó nuestra culpa. El lugar de nuestras obras en el juicio es servir como evidencia corroborante de que realmente pusimos nuestra confianza en Cristo. Por lo tanto, cuando somos absueltos y bienvenidos al reino, eso no será ganado por las obras sino que será según las obras. Habrá un “consenso” o un acuerdo entre nuestra salvación y nuestras obras.
Ahora, es otra cuestión cómo nuestros niveles relativos de fidelidad afectan nuestros niveles de recompensa en el reino. Esto es lo que trata la Parábola de los Talentos. Más sobre eso en otro momento.
El Pastor John
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