Sin palabras no hay evangelio
De Libros y Sermones BÃblicos
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{{info|No Words, No Gospel}}Tú existes para glorificar a Jesús, pero no lo puedes hacer sin el trabajo del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo existe para glorificar a Jesús, pero no lo puede hacer sin nosotros. | {{info|No Words, No Gospel}}Tú existes para glorificar a Jesús, pero no lo puedes hacer sin el trabajo del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo existe para glorificar a Jesús, pero no lo puede hacer sin nosotros. | ||
- | Dios usa personas normales, cargadas con el poder de su Espíritu, para hacer que otros vean la belleza y el esplendor de su Hijo. Dios | + | Dios usa personas normales, cargadas con el poder de su Espíritu, para hacer que otros vean la belleza y el esplendor de su Hijo. Dios utiliza personas normales como nosotros para construir su reino. |
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- | + | Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2:9, LBLA) | |
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- | Pero nuestra misión no es solo hacer | + | Pero nuestra misión no es solo hacer buenas obras, sino también ''proclamar''. No podemos dar testimonio de manera efectiva si esperamos a que otros simplemente observen nuestras vidas y vean a Jesús. Solo ''verán'' a Jesús en nosotros si nos escuchan hablar de Él. No hay evangelio sin palabras. |
Revisión de 15:50 14 feb 2017
Por John Piper sobre Las Iglesias Evangélicas
Traducción por David Garcia Ruiz
Tú existes para glorificar a Jesús, pero no lo puedes hacer sin el trabajo del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo existe para glorificar a Jesús, pero no lo puede hacer sin nosotros.
Dios usa personas normales, cargadas con el poder de su Espíritu, para hacer que otros vean la belleza y el esplendor de su Hijo. Dios utiliza personas normales como nosotros para construir su reino.
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2:9, LBLA)
Pero nuestra misión no es solo hacer buenas obras, sino también proclamar. No podemos dar testimonio de manera efectiva si esperamos a que otros simplemente observen nuestras vidas y vean a Jesús. Solo verán a Jesús en nosotros si nos escuchan hablar de Él. No hay evangelio sin palabras.
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