La Unidad Cristiana y la Cruz
De Libros y Sermones BÃblicos
Revisión de 19:41 22 ago 2009
Por John Piper
sobre Comunión y Hospitalidad
Una parte de la serie 1 Corinthians: The Present Power of Christ Crucified
Traducción por Maria Luisa Davalos
1 Corintios 1:10-17
Durante muchos años he escuchado este dicho: si dos personas tienen la misma opinión acerca de todo, una de ellas es innecesaria. Generalmente se dice esto con relación al matrimonio, con el objeto de destacar el valor enriquecedor de la diferencia de opiniones entre marido y mujer. Generalmente, la posibilidad de estar totalmente de acuerdo es vista como algo aburrido.
La Dulzura de la Unidad Cristiana
Creo que la primera vez que escuché este dicho fue cuando estaba en secundaria, hace 25 años. Recuerdo que pensé que era interesante pero que no era correcto. Aun creo que no es correcto. Si el hecho de que dos personas estén totalmente de acuerdo en algo hace que una de ellas sea innecesaria, entonces Dios Hijo es innecesario a Dios el Padre, y la fraternidad de la Trinidad es aburrida. No solo eso, si un total acuerdo entre personas es aburrido, entonces el cielo será aburrido, y mi relación perfeccionada con Cristo será aburrida, y la camaradería de los amigos que tienen mentalidades semejantes en este mundo también es aburrida, y los momentos más dulces de las mentes que armonizan en el matrimonio son aburridos.
Pero sabemos por las Escrituras y por la experiencia que esto no es así. El Salmo 133 dice,
Mirad cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos habiten juntos en armonía.
Es como el óleo precioso sobre la cabeza,
el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón,
que desciende hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío de Hermón,
que desciende sobre los montes de Sion.
El punto de este salmo es lo precioso y dulce de la armonía, la unidad y semejanza de mentes en camaradería con Dios.
Yo sé por experiencia que los momentos más dulces y profundos de camaradería en mi vida han sido cuando he compartido una gran visión con gente que tenía las mismas convicciones que yo sobre Dios y el mundo. Mientras más profundo era el acuerdo, más profundo el gozo y poder de esos momentos.
El contenido del mensaje de esta mañana tiene que ver con la meta de la unidad cristiana y su relación con la cruz. El texto es 1 Corintios 1:10–17. Lo que quiero hacer es
describir la naturaleza de la desunidad con la que Pablo está tratando; luego
examinar cómo deshace la base de esa desunidad e intenta construir una base para la unidad; y
ver la meta de la unidad y entender su naturaleza.
1. Identificar la Naturaleza de la Desunidad
¿Cuál es la naturaleza de la desunidad que Pablo enfrenta?
Está descrita en los versos 11–12.
Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay contiendas entre vosotros. Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo.
Evidentemente lo que estaba sucediendo en la iglesia en Corinto es que la gente se estaba comenzando a concentrar detrás de su maestro favorito. Identificaban características o fortalezas particulares de su maestro favorito y comenzaban a alardear sobre ellos. Exaltaban estas características al punto en que se originaba cierto sentido de superioridad al decir que ese maestro en particular era su maestro. Enseguida veremos la evidencia que soporta esto.
Pero primero consideremos qué tan relevante es esto hoy en día. Voy a mencionar solo dos formas en que este tipo de desunidad aun acosa a la iglesia.
Desunidad Causada Indirectamente por un Ego Incrementado
Es muy peligroso sentirse orgullosos de conocer y estar relacionados con gente importante. La mayoría de nosotros sentimos que no somos nadie en un mundo en donde los medios de comunicación constantemente resaltan el deseo de ser famosos. Entonces, millones de personas tratan de satisfacer este deseo siguiendo a alguien famoso. Los adolescentes ponen afiches de personas famosas en sus paredes. Solemos leer todos sus libros, escuchamos sus programas de radio o vemos sus programas de televisión. Vamos a sus iglesias, tomamos cursos con ellos, nos suscribimos a sus listas de correo, y nos familiarizamos tanto con sus enseñanzas y su manera de hacer las cosas que comenzamos a idealizarlos e incluso pensamos que son intachables. El efecto de este indirecto ego incrementado es que a cualquiera que no esté en el mismo camino generalmente se lo ve inferior y el resultado es que aparecen bandos, divisiones y separaciones.
Desunidad Causada por el Cinismo Anti-Autoritario
Ya que se da un tipo de aumento del ego a través de la importancia de otras personas, hay una reacción opuesta que tiene su origen igualmente en el orgullo. Hay quienes están siempre a la defensiva y reaccionan ante cualquier tipo de influencia que venga de un líder cristiano. De manera que si has aprendido algo útil de un libro, de un sermón, una lectura o un mensaje de radio (no estoy diciendo que la fuente sea incuestionable, solo la estoy valorando), y tratas de hablarles a estas personas sobre eso, inmediatamente te imputarían algún tipo de adoración a un héroe o mentalidad de borrego. Sentirán la necesidad de dejar bien en claro que no creen en todo lo que dice ese maestro porque son más críticos e independientes y cuidadosos que tú. Esto también destruye la unidad.
Existen dos formas de orgullo en la iglesia cuando se trata de liderazgo cristiano—una quiere aprovecharse de la fama del líder para recibir gloria indirectamente; y la otra es un tipo de actitud anti-autoritaria, sospechosa, escéptica, generalmente cínica, que quiere dejar en claro a todo el mundo que uno no es parte del rebaño. Ambas tienden a destruir la unidad de la iglesia.
Así que la naturaleza de la desunidad en Corinto es básicamente una manera de vanagloria u orgullo que se expresa al enfrentar a los maestros y obtener puntos por tener una relación especial con el maestro que consideran superior.
La verdadera prueba viene cuando comenzamos a analizar cómo Pablo deshace la base de esta desunidad. Así llegamos a nuestra segunda pregunta.
2. Deshaciendo la Desunidad y Construyendo Unidad
¿Cómo debilita Pablo la base de esta desunidad e intenta construir las bases para la unidad?
Él insiste en las seis verdades de los Corintios. Se las puede expresar tanto negativa como positivamente. Pablo cree en el poder de la verdad para cambiar a la gente—tal como lo hizo Jesús: "Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Veamos brevemente cada una de estas verdades y dejemos que penetren en nuestros corazones y nos cambien a nosotros también.
2.1. Cristo No Está Dividido; Es Uno Solo
Verso 13: "¿Acaso está dividido Cristo?" la respuesta es obviamente ¡NO! ¿Por qué es esto relevante al hecho de las peleas y divisiones siguiendo a diferentes líderes?
Hay dos razones:
Una es que ¡somos el cuerpo de Cristo! 1 Corintios 12:12 dice, " Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo." El cuerpo de Cristo no está desmembrado. Es uno solo. Si tratamos de sobresalir de los otros miembros del cuerpo, sería una contradicción de Cristo. El cuerpo es uno solo. Sería una tontería que los dedos de la mano derecha trataran de sobresalir de los de la mano izquierda porque su líder es la muñeca derecha y no la izquierda.
Otra razón relevante para decir que Cristo no está dividido es que cuando un creyente tiene a Cristo, tiene TODO de Cristo. Nadie tiene porqué sentirse inferior o superior si Cristo es realmente su gran tesoro. Cristo no está dividido. Si lo tienes a él, tienes todo de él; y tener todo de Cristo es tener todo lo que necesitas para ser feliz por siempre.
2.2. Los Creyentes Poseen Todas las Cosas
Esto nos lleva a la segunda verdad que Pablo menciona. Las voy a analizar en desorden porque esta segunda verdad se relaciona mucho con la primera. La verdad es ésta: los creyentes poseen todas las cosas, no solo las que distinguen a su maestro favorito.
Veamos 1 Corintios 3:21, “así que ninguno se gloríe en los hombres. Porque todo es vuestro, sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”
Aquí vemos claramente que Pablo en estos tres capítulos siempre estuvo preocupado por la ostentación detrás de las divisiones—"¡Yo soy de Pablo!" "¡Yo soy de Apolos!" "!Yo soy de Cefas!" El resalta la locura de esta ostentación cuando dice: ¿por qué se enorgullecen como si tuvieran algo especial que proclamar sobre un maestro cuando en Cristo todas las cosas son suyas al igual que el mundo entero?
En otras palabras, cuando tratas de reclamar tu derecho sobre un maestro para que sea solo tuyo, estás renunciando al derecho que tienes sobre todo el universo. Estás actuando como la gente que no sabe cuál es la herencia del cristiano. ¿Acaso el dueño de la ciudad puede jactarse de que está alquilando un departamento? ¿Por qué el dueño del mundo se jactaría de que una granja es más grande que otra?
Así es que la segunda verdad que debilita la base de la desunidad es que Dios ha hecho que todas las cosas sean herencia de sus hijos, y no necesitan asegurar ninguna partecita de ésta con jactanciosa protección.
2.3. Pablo No Fue Crucificado por Ti; Cristo Lo Fue
Regresemos a nuestro texto, verso 13. La tercera verdad que debilitará la base de la desunidad en Corinto (y en Belén!) es ésta: Pablo no fue crucificado por ti; Cristo lo fue. Esto es lo que significa cuando dice, "¿Acaso fue Pablo crucificado por ti?"
Pablo hace algo de mucho tacto aquí: está rebajando al grupo escindido que lo convirtió a él en su héroe. Si hubiera atacado al grupo de Apolos primero, hubiera beneficiado al grupo de Pablo. De manera que trata de destruirse a si mismo como un motivo de jactancia. "¡No fui yo crucificado por ustedes! ¡Cristo lo fue! ¡Únicamente Cristo!"
Esta verdad debería tener dos efectos en nosotros.
El uno es que cuando se trata de gloriarse de alguien, debe ser del Señor, y no de un simple hombre. Verso 31: "Aquel que se gloríe, gloríera en el Señor.” Comparado con lo que Cristo ha hecho al morir por nosotros, las características de nuestros diversos maestros no son nada. Elevar a un maestro humano al punto en que nuestra lealtad por él despedaza el cuerpo de Cristo, significa que hemos perdido de vista el infinito e irresistible valor de un Salvador crucificado. (Ver Mateo 23:8.)
El otro efecto que esta verdad debería tener en nosotros es recordarnos que nuestro pecado es tan grande que necesitamos ser salvados por nada menos que la horrible ejecución del Hijo de Dios, ¡al igual que nuestros maestros! Gloriarse en un hombre, engrandecerlo y engrandecernos con él significa que hemos olvidado la terrible condición en la que todos estamos sin un Salvador crucificado. La cruz destruye toda vanagloria, y debilita la base más profunda de la desunidad, al tiempo que establece una nueva base para la unidad.
2.4. Fuiste Bautizado en el Nombre de Cristo
La cuarta verdad que Pablo presenta para debilitar la desunidad de los creyentes es esta: Ustedes no fueron bautizados en mi nombre; fueron bautizados en el nombre de Cristo. Nuevamente en el verso 13: "¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?" la respuesta es ¡NO! ¡fuiste bautizado en el nombre de Cristo!
Evidentemente, una de las cosas por las cuales los partidarios de Pablo se vanagloriaban era que ellos eran de los primeros conversos que habían venido a Cristo siguiendo las enseñanzas de Pablo. Pablo les recuerda que él únicamente bautizó a Crispus y Gaius y a la familia de Estéfanas y tal vez unos pocos más. Pero dice (v. 14) que se alegra de no haber bautizado a más gente.
En otras palabras, no es gran cosa quién te bautiza, sino qué nombre fue solemnemente pronunciado en oración sobre ti cuando fuiste bautizado. ¿Te identificaste con Cristo en ese momento o con un maestro? Contradices el significado de tu bautizo cuando te jactas del hombre que te sumergió en el agua. Él no es nada comparado con Cristo. ¡No solo eso, sino que el significado del bautizo es morir a si mismo y vivir para Dios! Es un error entonces, hacer del bautismo un medio de reafirmar ese viejo orgullo y vanagloria.
2.5. Los Verdaderos Maestros del Evangelio No Dependen de la Elocuencia
La quinta verdad que debilita la desunidad es ésta: los verdaderos maestros de las escrituras no tratan de ganar conversos o miembros para su equipo predicando con gran elocuencia. Este es el significado del verso 17: "Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo."
Por primera vez Pablo se refiere a los seguidores de Apolos. Dice en Hechos 18:24, "Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras." Y en el verso 27 dice que fue de Efeso a Acaya, donde está Corinto.
Sin mucha especulación podemos concluir que los dos principales bandos en Corinto eran los de Pablo y de Apolos. El bando de Pablo decía que su líder había llegado antes, había fundado la iglesia, y había hecho grandes señales. El bando de Apolos decía que su líder era más elocuente y que tenía gran sabiduría.
Pablo responde en el verso 1:17 diciendo que la elocuencia puede anular la cruz. Se puede atraer tanta atención hacia uno mismo y sus propias habilidades que se pierde la ofensa de la cruz. ¡La cruz no es donde la gente brilla sino donde muere!
Pablo también responde al tema de sabiduría elocuente y señales milagrosas en los versos 23–24, "Nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios." En otras palabras, algunas personas se dejan conquistar por las habilidades oratorias de Apolos. Algunas personas se fascinan con las señales milagrosas de un apóstol que yo he hecho. Pero aquellos que realmente han nacido de nuevo no se enfocan en ninguna de éstas. Ven más allá del hombre, ven el poder y sabiduría de Dios.
No estaríamos tan propensos a la desunidad y desarmonía si nos preocupáramos menos por los detalles del liderazgo (como las habilidades oratorias y las señales y maravillas realizadas) y más bien viéramos a través del predicador para ver si existe un espíritu de crucifixión a sí mismo y una genuina exaltación de Cristo.
2.6. Dios Debe Llevarse Toda la Gloria, No el Hombre
La última verdad que debilita la desunidad es la confirmación de lo que acabamos de ver sobre Pablo y Apolos como los dos principales ejes en Corinto. Veamos 1 Corintios 3:4–7,
Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? [note! Sólo Pablo y Apolos son mencionados aquí! entonces verso 5:] ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
Esta es la última verdad que debilita la vanagloria de los Corintios de sus maestros humanos: Dios es quien debe llevarse la gloria por los resultados de toda labor ministerial, no el hombre.
Podemos ver esto en dos oraciones, una en el verso 5 y la otra en el verso 7. En el verso 5 dice, "Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor [literalmente: dio] [no: dio tareas u oportunidades]." El poder de creer en las escrituras y ser salvo viene A TRAVÉS DE un hombre, pero fue dado a cada uno por el Señor. El Señor se lleva la gloria por la fe de sus santos, no un predicador.
En el verso 7 es aun más claro. “Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento." El significado aquí es el mismo que en el verso 5: la nueva vida de un creyente viene a través de aquel que planta y de aquel que riega, pero el milagro de la vida no es obra de un hombre, y ningún hombre debería vanagloriarse de ello. Es la obra de un Dios soberano que por si solo puede crear de nuevo un corazón de fe.
De manera que la verdad final que debilita la desunidad de la iglesia es la soberanía de Dios en la salvación de los pecadores.
Resumen
Esto nos deja una última pregunta que quiero hacerles esta mañana, ¿cuál es la naturaleza de la unidad que Pablo quiere poner en lugar de la desunidad que tan maravillosamente ha debilitado? Pero no hay tiempo para responderla esta mañana. Lo haremos esta noche, en que continuaremos analizando los versos 18–25 y hablaremos sobre "La Insensatez y Debilidad de Dios."
Voy a terminar resumiendo lo que hemos visto esta mañana.
La naturaleza de la desunidad tiene su raíz en el orgullo. Este orgullo se expresa al seguir a los líderes cristianos favoritos y al vanagloriarse de su superioridad. El resultado fue las peleas y divisiones en la iglesia.
Pablo atacó este problema enseñando la doctrina cristiana—las verdades cristianas—y las aplicó en la situación en Corinto. A saber,
- Cristo no está dividido; es uno solo.
- Los creyentes poseen todas las cosas en él, no solo las pequeñas cosas que distinguen a su maestro favorito.
- Ningún maestro fue crucificado por ti, Cristo lo fue.
- No fuiste bautizado en el nombre de un predicador, sino en el nombre de Cristo.
- Los verdaderos maestros de las escrituras no tratan de ganar conversos o miembros para su equipo, predicando con gran elocuencia para sobresalir; ellos mueren a si mismos predicando a Cristo crucificado.
- Dios es el que produce todo fruto espiritual y debe llevarse la gloria por los resultados, no el hombre.
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