Cómo Tratar Con Los Seres Queridos Perdidos
De Libros y Sermones BÃblicos
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Última versión de 18:55 23 sep 2019
Por John Piper
sobre el Evangelismo
Una parte de la serie Message Excerpt
Traducción por Javier Matus
La siguiente es una transcripción ligeramente editada.
1. Informa de las buenas noticias.
Primero dile a los no creyentes las noticias. Pon las noticias en primer plano. Has prominentes las noticias. El mundo no conoce las noticias. Piensan que conocen muchos de los requisitos de Dios. “¿Autonegación? Sabes que ya escuchamos de esto”. Pero en realidad no recibieron la noticia.
Entonces, pon las noticias en primer plano. Dios planeó, Dios profetizó, Dios realizó un rescate por los pecadores. Jesús adoptó el plan y se convirtió en la realización —sufrió, rechazado, asesinado, resucitado. A sabiendas, intencionalmente, obedientemente, triunfante.
Aclara los hechos objetivos de las gloriosas noticias que exaltan a Jesús. No hay otra manera de que puedan suceder los siguientes pasos del evangelio si no conocen las noticias, porque es en las noticias que Lo ven. Y tienen que enamorarse de Él para estar adentro.
2. Suplica con ellos.
Ruégales mirar a Jesús en las noticias. Mira a Jesús. Míralo sufrir. Míralo siendo rechazado. Míralo muriendo. Míralo resucitando. Mira. ¿Qué ves?
Eso es lo que haces: ruegas. Suplicas. “¿Qué no ves? Esta es la mejor Persona que haya existido. Esto es belleza. Esto es gloria. Esto es valor. Esto es todo. ¿Qué no ves?”
3. Adviérteles.
Adviérteles que amar este mundo —amar sus posesiones y amar sus alabanzas más de lo que aman a Jesús— les costará sus vidas para siempre. Diles eso. Eso es lo que hace Jesús.
Adviérteles que Jesús regresa. Él regresa, y cuando venga en la gloria del Creador del universo, y con ángeles santos, santos, santos —millones de ellos— nada de lo que hayas tenido, ninguna alabanza que jamás hayas recibido compensará cualquier desaprobación que Le hayas mostrado a Jesús. Tu vergüenza de Jesús traerá vergüenza sobre tu cabeza.
Avísales. Necesitamos advertir a las personas con lágrimas, ojo a ojo, en un restaurante, sobre la mesa.
4. Promételes gozo.
Promételes, en el nombre de Jesús, que cualquier cosa que se debe negar en esta vida no tiene comparación con el gozo de estar con Jesús en el camino del Calvario y la gloria que tendremos con Jesús después del camino del Calvario en el nuevo mundo. No hay comparación. Los no creyentes necesitan que se les diga eso.
No les permitas —especialmente si han crecido en la iglesia— aferrarse a la palabra autonegación, como si eso significara que los cristianos no son capaces de experimentar un gozo inefable.
Qué farsa en la comprensión del término autonegación, ¿verdad? Acláralo. Acláralo perfectamente desde este texto, Marcos 8:34-38, que el yo que se debe negar es el que se empeña en el suicidio. Ese es el único yo para negarse: el que está empeñado en el suicidio eterno; el que está empeñado en el pensamiento demente de que ser dueño del mundo es mejor que pertenecer al Hijo del Hombre. Eso es una locura.
Diles que negar ese yo es sabiduría, gozo, esperanza eterna. Asegúrate de que sepan que el único yo que se está negando es el yo de la necedad absoluta de anhelar la aprobación del hombre sobre la de más de un millón de ángeles y del Padre y del Hijo. Demencia. Locura. Necedad.
No hagas demasiado ruido en el restaurante. Pero es posible ayudarlos a ver. Nunca olvidarán esa conversación. Nunca la olvidarán. No dejes que aferren la autonegación a otra cosa excepto lo que Jesús quiere decir. Hay absolutamente un yo para ser negado, y ese yo matará tu gozo para siempre.
Mátalo. Mata a ese yo. Levántate por la mañana y di: “¡Estás muerto!”. Ve a la cama por la noche y di: “¡Estás muerto! No permitiré que mates mi gozo para siempre”.
Llénalos con las promesas de Jesús. La conclusión en Marcos 8:35 es: Vivirás.
5. Habla honestamente sobre el sufrimiento.
Sé como Jesús y sé como Pablo, y asegúrate de que las personas que evangelizas sepan desde el principio: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino” (Hechos 14:22). Sufrirás en esta vida. No suavices nada ni des gato por liebre.
Jesús fue franco todo el tiempo sobre el sufrimiento en la vida cristiana, y Pablo también. Cuenta el costo. No quiero que comiences tu caminar y te sorprendas cuando llegue el sufrimiento. Vendrá. Cuenta el costo. Diles algo así:
“Si el Dios soberano, misericordioso, que todo lo gobierna y todo lo controla, estuviera tejiendo una tela de belleza y esperanza a partir de los sufrimientos, el rechazo, el asesinato y la resurrección del Hijo del Hombre —si Él estuviera tejiendo, cosiendo, en Su soberanía, una tela a partir de horrores sobre horrores de rechazo pecaminoso y asesinato pecaminoso, una tela de belleza y una tela de esperanza— entonces, ¿no crees que Él puede y tejerá de los trozos rasgados de tu vida y de los hilos enmarañados de tu vida, un hermoso tapiz para Su gloria?”
Y luego, cuando hayas terminado, dices: “¿Puedo orar?”.
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