Enfrentando a la muerte fielmente

De Libros y Sermones Bíblicos

---

Revisión de 19:29 16 dic 2019

Transcripción de audio

Un hombre cristiano que está muriendo de cáncer escribe para preguntar: <<Pastor Juan, hace 2 días me diagnosticaron con el cáncer de próstata. Siempre sentí que, debido a que soy un seguidor de Cristo, no lucharía inmensamente con mi mortalidad. Pero con toda honestidad, siento un vacío terrible cuando el final está cerca. Quiero no desperdiciar esto. Quiero ser alegre pero me temo que voy a fallar en esta prueba final. Después de leer su libro, <<No desperdicies tu cancer>> no puedo entender cómo podrías considerar esto un regalo. Cualquier consejo sería apreciado.>> Pastor Juan, ¿qué le diría a este hombre?

Hay cambios repentinos en la vida como una llamada telefónica de un médico que recuerdo y como el que ha recibido ahora. Cuando entras en una nueva tierra, un nuevo territorio o un nuevo barrio, no es inmediato que las cosas se enfoquen. En otras palabras, estoy tratando de cortar a este hombre un montón de demora que la novedad cortante de la tierra donde acaba de llegar aún no está en claro enfoque bíblico para él.

Es extraño. Está desorientado. Está tratando de orientarse. Considero su pregunta como una afinación de su brújula. Si pudiera ayudarlo a afinar su brújula, entonces sería feliz. Pero no creo que deba desesperarse rápidamente de que sus rumbos espirituales hayan sido sacudidos, o que esté desequilibrado en este momento y necesite encontrar su equilibrio. Para eso es la palabra de Dios, y compartiré algunas cosas que son enormes en orientarme en este mundo, especialmente cuando el mundo se vuelve muy, muy frágil.

El hogar del futuro

El primer pensamiento es que el mundo no es mi hogar como es ahora y, por lo tanto, quiero cultivar el amor por el cielo. Pablo dijo, << Nuestra ciudadanía está en los cielos>> (Filipenses 3:20). Y él dijo, <<Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.>> (Colosenses 3: 2-4)

Esperamos a un Salvador que viene para transformar nuestro cuerpo humilde en un cuerpo como su cuerpo glorioso ( Filipenses 3:21). Deberíamos ver simplemente que, aunque Dios vaya a redimir este mundo, no es ahora nuestra casa presente. Deberíamos cultivar una especie de libertad de hogar aquí y las amenazas de la muerte son una gran ayuda en ese respeto.

La libertad futura

La segunda cosa que pienso es cómo este cuerpo suyo que ahora está amenazado y el mío que está amenazado en envejecer se va a hacer radicalmente nuevo. Esto fue en ese mismo verso de Filipenses que Cristo va a transformar nuestro cuerpo humilde para hacerlo como el suyo (Filipenses 3:21). De hecho, va a liberar toda la creación de su esclavitud a la corrupción para que las mismas cosas que no queremos perder aquí —todas las que Dios piensa que son buenas para nosotros— vamos a volver (Romanos 8:21).

Vamos a recuperar todas las relaciones. Vamos a recuperar los placeres de este mundo. Sólo ellos serán reforzados un millón de veces y despojados de todo pecado e imperfección para que la sensación de pérdida sea sólo temporal. Dios nos va a restaurar mil veces lo que hemos establecido para ir a estar con él.

El buen futuro

En tercer lugar, creo que ayuda a una cantidad enorme si podemos realizar que Dios trabaja, debido a Cristo, todo juntos para nuestro bien (romanos 8:28). Sé que mucha gente piensa que Romanos 8:28 está sobrecargado de trabajo, que es una de las razones por las que me encanta quedarme en Romanos 8:32, donde Pablo dice, << El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?>> (romanos 8:32).

Si abandonó a su Hijo, ¿no nos dará todas las cosas amablemente con él? Lo que significa que cuando Cristo murió por mí, Dios hizo lo más difícil posible. Por lo tanto, será fácil para Dios darme todo lo que necesito.

<< Nada bueno niega a los que andan en integridad.>> (Salmos 84:11). Eso se pone bien en la pregunta que hizo. Preguntó, <<¿Juan, cómo lo puede ver como un regalo? ¿Cómo puede usar la pérdida de su vida física como un regalo de Dios?>>. Realmente no importa cómo lo veo hasta que vea la palabra porque tengo que ver todo con los ojos de Dios. Los ojos de Dios dicen que no es bueno que retiene a Juan Piper en Jesucristo. Te compré. Tú eres mío. Eres mi hija. No hago nada por ti que no sea bueno para ti. Sólo puedo creer esto si me quedo mucho tiempo sobre la palabra de Dios.

La gloria futura

Por último, diría que amar a Cristo, amar la gloria de Cristo, y la gracia de Cristo tiene que ser suprema. Cuando Pablo dijo en 2 Corintios 5:8 que preferimos estar lejos del cuerpo, lo dijo porque la siguiente frase es "habitar con el Señor."

Si no amamos al Señor supremamente eso no será un consuelo para nosotros. Cuando dijo que vivir es Cristo y morir es ganancia, la razón para morir es ganancia es porque es estar con Cristo, lo que significa que hemos venido a atesorar a Cristo por encima de todas las cosas (Filipenses 1:23). Podemos decir con Pablo, << yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor…>>(Filipenses 3:8).

Cuando te desgarran las amenazas de muerte y cáncer y cualquier otro tipo de cosa que se nos acerca a quitarnos la vida, es como la espina de 2 Corintios 12:7–10. Si amamos a Cristo supremamente, podremos decir con Pablo, <<"Por el bien de Cristo, entonces, estoy contento con…>> (2 Corintios 12:11). Luego enumera la debilidad, los insultos y las dificultades y las persecuciones y calamidades.

Esto es una calamidad para este hombre. Nadie va a minimizarlo. Es enorme. Es doloroso. Grita sobre ello. Debería gritar sobre ello. Su esposa va a gritar sobre ello si está casado. Sus niños gritarán sobre ello. Todo ese llanto es apropiado porque duele. Pero si Cristo es sumamente valioso, entonces nuestros afectos se transforman. Amamos su gloria, su gracia y su presencia más de lo que amamos esta vida.

En pocas palabras, nos sumergimos en la palabra de Dios porque nuestra palabra y nuestra perspectiva siempre va a ser mundana. Pero la palabra de Dios y la perspectiva de Dios van a ser eternas. Si podemos adaptarnos a su perspectiva, entonces podemos caminar a través de estos sufrimientos de una manera que hace mucho de Cristo.