Qué Hacer Cuando Dios se Siente Distante

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 20:00 13 may 2020

Transcripción de audio

Brandon nos escribe con una pregunta muy común: “¿Qué hacemos cuando Dios parece haberse callado por un muy largo tiempo? Casi no siento alegría. Voy repetidamente a las Escrituras y la mayoría de las veces vuelvo aún desalentado y sin ayuda. Oro continuamente y siento que no recibo respuesta. Estoy tan abatido, Pastor John. ¿Qué debo hacer?”

No Estás Solo

Brandon, lamento la oscuridad y la distancia que sientes. Tu situación es tan común para la gente de Dios que muchos, muchos libros fueron escritos acerca de este tipo de experiencia de oscuridad y distancia.

Sé que no lo hace más fácil — que se hayan escrito libros acerca de tu experiencia — pero podría ayudarte a no dudar de tu posición con Dios solo para darte cuenta de que yo y otros — miles de otros — hemos compartido temporadas como esa.

Esperanza del Evangelio

Desearía conocerte mejor, Brandon, para poder estar seguro de que realmente entiendes el evangelio de Jesús. De que Él murió por pecadores como nosotros. Él absorbió la ira de Dios contra su gente. Él cubrió nuestros pecados pagando el precio del sufrimiento y la muerte que nosotros merecíamos.

Él se levantó de entre los muertos para darnos una esperanza invencible. Él compró una promesa del nuevo pacto de nunca dejar que su pueblo cayera en la destrucción. Y Él hace que todo esto esté disponible para nosotros solo por la fe, por vernos a nosotros mismos como desamparados y recibiendo — recibiendo como un niño pequeño — todo lo que Dios es para nosotros en Cristo y aceptándolo como nuestro tesoro supremo. Eso es el Evangelio.

Así que quiero asegurarme de que estás descansando allí, aceptándolo incluso aunque puedas estar experimentando sentimientos de distancia con Dios ahora mismo. Espero que te estés apoyando en eso completamente. Aún así, sé que hay temporadas de oscuridad. Así que quiero intentar responder a tu pregunta. Tú dices, “¿Qué debo hacer?”

Buscar Continuamente

Déjame señalarte el patrón bíblico como respuesta a esa pregunta. Es como si la Biblia escuchara tu pregunta y la respondiera. Y la suma de la respuesta es: Búscalo continuamente y espera por Él. Búscalo y espera por Él. Aquí está la parte de buscar en Salmos 27:8–9 (LBLA), “Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió: Tu rostro, Señor, buscaré. No escondas tu rostro de mí.”

¿A qué nos referimos con buscar? Los Salmos son de mucha ayuda aquí. Están llenos de ejemplos. Salmos 6:2–3 (LBLA) dice, “Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco; Sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo?” O considera Salmos 13:1–2 (LBLA), “¿Hasta cuándo, oh Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día?” O Salmos 90:13–14 (LBLA), “Vuelve, Señor; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos. Sácianos por la mañana con tu misericordia.”

Así que se representan varias personas que no saben cuánto va a durar esto. Dios parece haberse marchado. Ellos no experimentan al momento mucha satisfacción en Él. Es por eso que claman por ella. Así que debemos buscar al Señor clamándole continuamente de esa forma para que se presente en poder y se revele a sí mismo. Así que no pares de buscar porque lo hayas hecho por un largo tiempo.

Espera Fielmente

Y entonces viene la parte de esperar. Oh, en cuántos lugares y partes la Biblia nos dice, “¡Espera! ¡Espera!” Docenas de pasajes. Salmos 37:7 (LBLA) dice, “Confía callado en el Señor y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino.” Hay personas que continúan sin problemas y te dejan detrás. No te irrites por eso. Espera. Salmos 27:14 (LBLA) dice, “Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor.”

Quizás el más alentador de todos para mí es el Salmo 40 (LBLA). Recuerdo que, la primera vez que vine a Belén, quería que las personas supieran cómo me sentía acera de esas temporadas de distancia y oscuridad. Así que ese verano — creo que fue en el verano del '80 o '81 — prediqué los Salmos de Verano, creo que así los llamé. Y uno de ellos se llamaba En el Hoyo con el Rey del Salmo 40. Este es el primer versículo: “Al Señor esperé pacientemente.” No se indica cuánto tiempo. Solo, “Esperé.” “Y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso” (vv. 1-2).

Así que allí está David por una temporada—no sabemos cuán larga—en un hoyo y en un lodo cenagoso. Y entonces finalmente experimenta la venida de Dios y los versículos 2–3 dicen, “Asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el Señor.” Y en esas últimas palabras, se escucha uno de los propósitos de Dios.

Podrías preguntarte, ¿Por qué le haría esto a David y a mí? ¿Por qué nos dejaría languideciendo en tal hoyo de esta forma? Su respuesta es esta: “Muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el Señor.” (v. 3) Es un tipo extraño de evangelismo. Realmente lo es. Pero sé valiente. Eso puede ser lo que Él está haciendo en tu vida.

Quiero decir, el mundo no solo necesita gente alegre y exitosa. El mundo necesita gente que haya atravesado oscuridad y salido de ella de alguna forma y que pueda empatizar con lo que están pasando.

¿Hasta Cuándo?

Mi propia experiencia es que mis tristezas y mis dificultades y mi sentido de la distancia con Dios me han hecho un mejor pastor, un pastor más efectivo, no un pastor menos efectivo. Así que quiero alentar a aquellos que estén tentados en pensar que esto no tiene sentido alguno.

Si preguntas: ¿Hasta cuándo? No lo sé. Solo sé que no debes dejarlo ir. No lo dejes ir.

Tenía un amigo que estuvo severamente deprimido por ocho años, casi hasta el punto de la inmovilización. Si lo describiera, estaría mucho más allá de lo que estás experimentando, creo yo. Y entonces un día luego de años de memorizar las Escrituras y sujetándose y esperando y buscando, algo pasó. Dios entró y sacó a mi amigo de su depresión.

Continué viéndolo hasta el día en que murió, y él nunca volvió a ella. Él siempre lo atribuyó al hecho de que continuó en la palabra, incluso cuando no sentía mucho y apenas si podía funcionar. Él continuó en la palabra y buscó al Señor.

Buscando Esperanza

Así que un libro puede no ser de ayuda ahora mismo. A veces que te digan que hay un libro que trata de tu situación cuando estás en la oscuridad no ayuda. Pero si lo hace, si eso suena esperanzador, yo escribí un libro, porque, Brandon, me han preguntado tantas veces sobre ¿qué pasa si no me siento feliz? — ¿qué pasa si Dios se siente distante? Así que escribí un libro llamado Cuando No Deseo a Dios. Te enviaría allí cuando te sientas capaz. Pero déjame orar por ti para que Dios tome esto y ayude.

Padre, solo quiero terminar con una oración rápida por Brandon para que puedas trabajar, para que puedas volver a él. Abrir sus ojos. Permítele ver, concédele sentir tu preciosidad y el amor que tienes por él. En el nombre de Jesús, Amén.