¿Qué te roba el gozo?
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Última versión de 20:53 26 jun 2020
Por John Piper
sobre Santificación y Crecimiento
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Ana Gonzalez
Transcripción de audio
Una pregunta simple y directa para usted - Pastor John, a lo largo de los años, ¿qué cosas han sido más propensas a robarle el gozo?
Mis hijos, mi matrimonio y mi alma en respuesta a mis hijos y mi matrimonio. Si las cosas están bien en casa, puedes soportar casi cualquier cosa en el ministerio. Al menos, esa es mi experiencia. Las batallas más duras para mí han sido las batallas emocionales dentro de mi familia. Vivir por el Espíritu o tratar de predicar por el Espíritu no evita que sucedan cosas difíciles en el ministerio. Solamente te lleva a través de ellas con esperanza, y, al final, con gozo en la gracia sustentadora de Dios.
Seis consejos para un ministerio y una familia llenos de gozo
Ahora bien, esta respuesta implica algunas cosas. Es decir, es bastante serio decir que los mayores ladrones de gozo en el ministerio no son los diáconos. No son los ancianos. No son los problemas de consejería. No son las personas que abandonan la iglesia. No son notas que recibes por correo de feligreses descontentos. Estos problemas no son ni de lejos tan desgastantes emocionalmente como lo es el conflicto en un matrimonio, la decepción de un hijo, el tú decepcionarlos a ellos, o el que haya alguna pelea, así que he aquí algunas implicaciones.
1. Los matrimonios cristianos auténticos fortalecen el ministerio.
La dedicación a un matrimonio feliz y que honre a Cristo no está separada del ministerio. Para mí, formaba parte del poder del ministerio. Y no me refiero únicamente a que mi ministerio quedaba legitimado porque se supone que los ancianos han de tener hogares con buen comportamiento. Eso no es lo que quiero decir. Quiero decir que la motivación para hacer ministerio subió y bajó según la autenticidad de la vida cristiana en casa.
Por tanto, no fue simplemente, Oh, ¿califico? Como si se tratara de alguna regla externa que tenía que cumplir. Era más bien, ¿Puedo sobrevivir? ¿Me está consumiendo tanta energía la carga que llevo en casa que no me quedara nada para el domingo por la mañana? Así que invertir en la familia era invertir en mi supervivencia, no solamente en mis cualificaciones.
2. La hipocresía en el hogar debilita la autoridad espiritual en la iglesia.
Invertir en el gozo y el bienestar de los niños (no solamente en el matrimonio, sino en los niños) no estaba separado del ministerio, porque era parte del poder; el sentido de autenticidad se elevaba y caía junto con ellos también. La hipocresía no solo es un gran pecado, es algo que debilita mucho. Si sientes que no eres auténtico con tus hijos (como si fueras una cosa en el púlpito, y tus hijos te ven como otra) va a ser muy difícil seguir adelante. Es algo que agota la energía. Es un reductor de la verdadera autoridad espiritual en el púlpito y del poder en la vida de las personas.
3. Encomienda las luchas de tu familia a los ancianos y a los amigos creyentes.
Cuando las luchas inevitablemente llegan a casa (y vendrán si tienes esposa e hijos), no vayas a la clandestinidad con ellos. Confía en los ancianos y en los amigos cercanos. Pide oración. Busca el consejo que necesitas. Es por el bien del ministerio, no solamente por la familia. Está todo entrelazado.
4. Afrontar la tormenta.
Cuando llegue la tormenta, no te rindas. Satanás quiere que renuncies. Es efectivo como nadie en esto, y te quiere fuera del ministerio, o al menos evitar el fruto. Quiere verte paralizado por el desánimo. Díle que se vaya al infierno, que es adonde pertenece, y luego confía en las promesas de Dios de que "mayor es el que está en ti que el que está en el mundo" (1 Juan 4:4, LBLA). Esa promesa ha sido muy valiosa a lo largo de los años, cuando he encarado Satanás por sus tentaciones.
5. No fomentes la hipocresía en tu familia.
Cuando llegue la tormenta (y llegará), no manipules a tus hijos ni a tu mujer diciéndoles: "Si no te comportas, me vas a desacreditar en el ministerio". Eso es algo absolutamente erróneo, porque ese tipo de obediencia no es obediencia, ¿verdad? No quieres que tus hijos o tu esposa piensen de esa forma en tu ministerio. No deberías nunca presionarlos de esa manera o usar tu posición como una especie de ventaja para tratar de que sus corazones estén bien con Dios.
Es simplemente contraproducente y no va a funcionar. Como niño, hay razones para obedecer y razones para caminar en gozosa santidad, y esa no es una de ellas. Debería haber otros motivos. Si un niño controla su mundanalidad para mantener el trabajo de papá, ese niño va a explotar algún día y hacer más daño que si hubiera sido honesto. Así que el padre no debería alentar ese tipo de hipocresía en sus hijos.
6. Ora fervientemente por la ayuda de Dios.
Y la última cosa que diré es: clama al Señor pidiendo ayuda. Eso es lo que yo hacía una y otra vez. No te pondrá a prueba más allá de lo que puedas soportar, pero con las mismas pruebas (ya sabes, normalmente traducimos eso como tentación, y casi siempre pensamos en el sexo. La palabra pierosmos significa prueba así como también tentación), "No permitirá que seáis [puestos a prueba] más allá de lo que podéis soportar, sino que que con la [prueba en la familia] proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla" (1 Corintios 10:13).
He visto luz al final de túneles que parecían imposiblemente oscuros. Así que esa es la respuesta de Dios a esa promesa en 1 Corintios 10:13. Él hará una salida al final de este túnel. Confía en mí. Aguarda. No dudes de mí en la oscuridad. Soy un Dios de la luz y estaré contigo.
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