Bendecida sin garantía
De Libros y Sermones BÃblicos
(Página creada con '{{info|Blessed Without Assurance}}<p><strong>Encontrar la paz en la incertidumbre</strong></p> <p>"Bendita seguridad" es un himno favorito mío, aunque ha habido veces que he t...')
Edición más nueva →
Revisión de 04:03 8 oct 2020
Por Abigail Dodds sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Harrington Lackey
Encontrar la paz en la incertidumbre
"Bendita seguridad" es un himno favorito mío, aunque ha habido veces que he tenido que luchar para cantar las palabras.
Bendita seguridad, Jesús es mío;
Qué anticipo de gloria divina.
Hay un sublime sentido de alegría que viene con seguridad. Cuando era niño, e incluso ahora como adulto, mi seguridad se ha encerado y menguado. A veces parece tan seguro que no vale la pena pensarlo dos veces. Otras veces mi fe es totalmente desesperada y débil, y todo lo que puedo hacer es lanzarme sobre la misericordia de Dios.
Esta sensación de inseguro ha adquirido nuevas dinámicas al ver a mi hijo discapacitado crecer hasta convertirse en un niño de dos años. No principalmente para mi propia seguridad, pero con respecto a la suya.
La búsqueda de la certeza absoluta
Antes de tener a Tito, asumí que todos los bebés y los discapacitados cognitivos se salvaron. Período. No hay duda. Fin de la historia. Lo había oído desde el púlpito con convicción, y uno o dos versos que lo acompañaban, y es lo que quería creer. Agregue a eso la simple realidad de que la afirmación nunca fue probada en mi vida, y hizo una creencia conveniente, sin examinar, pero segura.
Ahora que me enfrento a la pregunta del eterno día de seguridad de mi propio hijo día tras día, me ha llevado a una búsqueda a través de las Escrituras y en conversaciones con amigos que son eruditos bíblicos para atraparlo. He buscado una certeza absoluta e inequívoca. Quería saber, más allá de cualquier sombra de duda, que Tito pertenece a Dios y que el sacrificio de Jesús es para él.
Pero me he quedo corto de eso. Lo que no quiere decir que lo que he encontrado sea insuficiente. Es suficiente. Las Escrituras y la persona de Jesús son suficientes para mi búsqueda. Son suficientes para las preguntas desgarradoras de una madre que quiere saber que su hijo estará con Dios para siempre, aunque nunca entienda el Evangelio, o haga una profesión de fe, o sea bautizado, o tome la comunión, o sea considerado miembro de nuestra iglesia.
Cómo responde Dios
Sin embargo, Dios no responde a nuestras preguntas con certezas y seguridad hasta el más absoluto, pero lo que él requiere de nosotros es la fe. No fe en nuestro resultado preferido, no fe en que mi hijo será salvo, sino fe en Dios, en su carácter, en su bondad, en su perfección y justicia supremas.
Tengo la esperanza de que Tito sea salvo, independientemente de si alguna vez entiende manifiestamente el Evangelio. Baso esta esperanza en los temas generales de la Escritura que muestran a nuestro Dios como un levantador de los humildes, misericordiosos, cercanos a los desconsolados, un sanador, uno que valora la debilidad y la usa para avergonzar a los sabios. Este es un firme fundamento para mi esperanza, pero no puedo señalar capítulos y versículos en los que Dios pone toda pregunta a descansar y pone total certeza a mi alcance.
La fe crece aquí
Así que estoy aprendiendo a vivir en una especie de bendita seguridad. A veces esta falta de seguridad es el mismo lugar donde crece la verdadera fe. Crece en el suelo de la impotencia. La fe crece cuando todas las ilusiones de control finalmente han sido arrebatadas. Esta es una fe genuina que no cuenta con conjurar la fórmula de oración correcta para abrirme camino, o encontrar la combinación selectiva correcta de versículos para calmar mi corazón.
Más bien, mi fe está en Jesús. Pasaré el resto de mi vida conociendo a este Dios, cuyo camino es perfecto, cada vez más en su palabra, para que mi fe en él pueda crecer, para que pueda entender mejor sus caminos y su corazón.
Con esperanza, le estoy confiando a mi hijo. Es el tipo de confianza que sabe, sin importar el resultado, que algún día miraremos a nuestro Señor y diremos sin escarros: -Hiciste lo correcto por mí. Hiciste lo correcto por mi hijo. Hiciste lo correcto por cada persona en el universo. Tus caminos son altos y tu plan era perfecto.-
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas