Gestión de expectativas navideñas

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 19:19 26 oct 2020

Es la época más maravillosa del año, ¿o sí?

El Día de Acción de Gracias está sobre nosotros, y la Navidad a la vuelta de la esquina, y con este acoplamiento vienen muchas expectativas. Durante años luché con cómo navegar los días entre Acción de Gracias y Navidad con cierta semblanza de cordura. La verdad es que todavía tengo problemas para manejar bien "las Fiestas". ¿Quién estará en casa? ¿Cuáles son las persistentes tensiones familiares? ¿Cómo puedo hacerlo especial para los amigos que entrarán por la puerta principal? Las preguntas, y las tensiones, van y se van.

Sabía que estaba en un gran problema un año cuando caí presa de los anuncios de joyería que me convencieron de que mi marido me amaba sólo si me daba diamantes. ¿De verdad? Bueno, lo compré, obviamente un paquete pequeño y bien envuelto con un arco rojo brillante representaba el amor verdadero. Cuando ese paquete no estaba debajo del árbol, y mi día de Navidad se arruinó, supe que necesitaba echar un vistazo más de cerca a mi corazón y tratar de averiguar lo que estaba pasando.

Taller de ídolos de Santa

Y así comenzó mi viaje hacia "Gestión de expectativas navideñas". ¿Qué descubrí? ¿Qué dios sigue revelandome cada año?

En primer lugar, hay una alegre anticipación de las fiestas y emoción por las principales cosas que sabes que van a suceder. El Día de Acción de Gracias y la Navidad vendrán, si Dios quiere. Nos detendremos y daremos gracias a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros, y celebraremos el nacimiento de nuestro Salvador y estaremos contentos.

Luego están las expectativas, esas creencias profundas y no habladas y a veces equivocadas de que algo podría suceder. Aquí es donde mi corazón salió mal. Permití que las expectativas equivocadas eclipsan la verdadera alegría de la temporada. Necesitaba un ajuste serio del corazón. Necesitaba discernir qué estaba impulsando esas expectativas equivocadas. Necesitaba ser honesto conmigo mismo y con los demás, pero ¿por dónde empezar?

Cinco pasos para la locura navideña

1. Las expectativas navideñas pueden convertirse en ídolos navideños.

Para empezar, necesitaba ser consciente de que mis expectativas se estaban convirtiendo en ídolos. Estaba reemplazando la verdadera acción de gracias a Dios, y todas las misericordias que ha mostrado, con pavo y pastel de calabaza. Celebrando el nacimiento de Jesús, la verdadera razón de la Navidad, fue ser reemplazado por árboles y regalos brillantes. Esas cosas son buenos dones, pero no están destinadas a ocupar el primer lugar en mi corazón. Necesitaba recordarme la simple verdad de 1 Juan 5:21: "Mantente alejado de los ídolos".

2. Sea honesto acerca de sus temores, debilidades e inseguridades navideñas.

Comunicar a los demás claramente que este puede ser un momento difícil del año para mí fue el siguiente paso. Ser honesto y vulnerable no fue fácil, pero abrir el diálogo con mi esposo, mi amigo o mi compañero de trabajo resultó ser una bendición increíble. A menudo descubrí que al comunicar mi angustia, encontré a alguien que estaba más que dispuesto a ayudarme. ¡Qué regalo! Qué dulce provisión de Dios, que me habría perdido si no hubiera sido honesto.

3. Pregunte de dónde vienen sus expectativas de vacaciones.

Ser consciente de quién o qué estaba definiendo mis expectativas era otro obstáculo para superar. ¿Era mi marido? ¿Mis hijos? ¿Familia extendida? ¿Culpa? ¿Los medios? ¿Miedo al hombre? La voz a la quieta y pequeña del Espíritu Santo nos sigue ayudando cuando esas "expectativas que se han ido mal" comienzan a surgir de esta manera.

4. Planifique con anticipación para la salud de las vacaciones, tal vez muy por delante.

Ser proactivo —la planificación— era el siguiente. Saber lo que puedo y no puedo hacer es una de las cosas más útiles que he descubierto. Determinar los límites saludables antes de Acción de Gracias y Diciembre es una práctica continua en nuestra casa. Un año, después de una temporada de vacaciones particularmente mala, escribí una carta para mí mismo en la que esboza lo que diría "sí" al año siguiente. Le di la carta a un querido amigo que la celebró para mí hasta el siguiente octubre; Lo recibí por correo el 1 de noviembre. Hasta el día de hoy, estoy agradecido por mi amigo piadoso que tuvo la sabiduría para sugerir este plan de acción.

5. Dios es la Esperanza de cada fiesta, por dulce o dura que sea.

Por último, y lo más importante, es esencial recordar que tenemos un Salvador amoroso cuyo plan es perfecto. Ya sea que incluya una gran reunión de amigos y familiares en Acción de Gracias, o una feliz celebración de Navidad con chillidos de alegría o tal vez incluso lágrimas de profundo dolor, es exactamente lo que Dios planeó. No comete errores. Puede ser difícil capear las vacaciones, y sin embargo no estamos exentos de esperanza.

Efesios 3:20 nos recuerda que - es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros.- Sabiendo que, podemos pedir expectativas sanas y felices, anticipando que debido a que Dios está dirigiendo soberana y amorosamente todo lo que sucede, en realidad puede ser "la época más maravillosa del año".