Tiempo de amar valientemente

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 11:39 19 abr 2024

Una abuela cristiana, hablando conmigo sobre su hija y nieto, estaba desconsolada.

A medida que su hija revelaba su nueva vida, creencias y reglas, esta abuela sentía que el suelo dejaba de estar firme. Su hija había sido una petición de oración y la crio en la iglesia . De adolescente, su hija hizo una profesión de fe. Pero luego todo cambió. La hija lanzó una guerra contra el "heterosexismo" y las nuevas reglas que serían obligatorias para cualquier relación futura. Exigió el uso exclusivo de los nombres y pronombres preferidos. Y le dijo a su madre que nunca podría compartir versículos bíblicos o lecciones de la iglesia que fueran en contra de las creencias del grupo LGBTQ+.

Esta abuela estaba segura de que no podría recordar las reglas en su cabeza, aunque lo intentara. Apenas podía entender qué era el "heterosexismo", aunque su hija se lo había explicado muchas veces como "la peligrosa creencia de que la heterosexualidad es normal". ¿Por qué alguien iría a la guerra contra esto?, se preguntaba la abuela,

Contenido 1 El lado incorrecto de la Historia 2 La vida en la zona de guerra 3 Tres razones sutiles 4 RAZÓN 1 5 RAZÓN 2 6 RAZÓN 3 7 Cinco Mentiras Seductoras 8 Liberados del Temor al Hombre

El lado incorrecto de la Historia

Los ultimátums y el chantaje dieron un duro golpe: el no cumplir lo solicitado resultaba en ser excluido, casi desheredado. Su hija, Jade, se declaró "no binaria" y usaba los pronombres "ellos" y "él". Su nieto de tres años, Allan, ahora sería criado como una niña y le llamarían Sierra, presumiblemente porque llevaba una tiara en una fiesta de cumpleaños infantil y le gustaba. Nada de esto tenía sentido. La abuela estaba segura de que su hija estaba siendo engañada por algún tipo de contagio social.

Esta abuela quería hacer lo correcto. Intentó encontrar el camino intermedio y caminar por la línea delgada que le permitiera mantener una relación con su hija, pero se preguntaba: ¿Estoy del lado equivocado de la historia? ¿Debería cumplir con mi hija cuando creo que está seriamente engañada? ¿Y qué pasa con mi nieto? ¿Es un niño "trans" o uno maltratado? Se preguntaba, ¿y si me equivoco?

Cuando la abuela buscó ayuda con su pastor, él no sabía qué decir. Le dijo que fuera empática y que intentara ver las cosas desde el punto de vista de su hija. El grupo pequeño al que asistía también estaba dividido en qué hacer. Incluso algunas personas en su grupo le advirtieron sobre ser "transfóbica" y le dijeron que cualquiera puede ser trans y cristiano, o gay y cristiano. ¿Es esto cierto? Se preguntaba. Algunas personas en su grupo pequeño la trataban como si ella fuera la causa de los problemas de su hija.

La vida en la zona de guerra

Sé que hay muchas perspectivas en historias como estas.

Sé que durante años algunos líderes evangélicos han querido entender esta historia desde la perspectiva LGBTQ+, algunos incluso promueven cumplir requisitos y apoyan en dar conferencias sobre sensibilidad hacia los gays. Pero ¿qué pasa con la abuela? ¿Importa su punto de vista? ¿Y qué pasa con Dios? Romanos 3:4 establece la perspectiva de Dios como prioritaria: "¡Que Dios sea veraz, aunque todos sean mentirosos!" Lo que Dios revela sobre nuestras vidas es la verdadera verdad. La Biblia nos conoce y conoce nuestras necesidades mejor que nosotros mismos. Y esa es la mejor noticia de todas.

La vida familiar y espiritual de esta abuela de repente se había convertido en una zona de guerra, y ella no es a la única que le pasa. Escucho historias como está casi todos los días. Si tú, como la abuela, alguna vez has sentido que vives en medio de una guerra civil, tú tampoco estás solo. Por un lado, esperamos que la iglesia entre en conflicto con el mundo. De hecho, Juan Calvino nos dice que "contemos la ira del mundo entero como nada" (365 Días con Calvino, 19 de marzo). Vemos la ira de la incredulidad a nuestro alrededor. Entendemos la ira del mundo porque recordamos cuando alguna vez fuimos enemigos de Dios.

No es el conflicto con el mundo lo que nos sorprende; la división dentro de la iglesia visible es la que nos desconcierta. Nuestro Señor nos llama a caminar en unidad en medio de esta "generación torcida y depravada" (Filipenses 2:15). No nos pide que nos volvamos complacientes con su perversión, especialmente cuando el mundo demanda tanto. Jesús nos llama a modelar la unidad insondable de la santa Trinidad: "para que sean uno, así como nosotros somos uno" (Juan 17:22). Pero ¿cómo podemos hacer esto cuando algunos usan la Biblia para llamar a los pecadores al arrepentimiento y otros usan la Biblia para llamar a los arrepentidos al pecado?

Estos son los tiempos en los que vivimos, y los cristianos deben enfrentar los hechos.

Tres razones sutiles

Creo que hay tres razones para nuestras iglesias divididas. Y estas tres razones han desencadenado cinco mentiras que muchas iglesias evangélicas han abrazado.

Porque he creído todas estas mentiras en diferentes momentos de mi vida, entiendo lo seductoras que son. Dios conoce los tiempos en los que vivimos y ha proporcionado una solución. Nuestro llamado es arrepentirnos de las mentiras que hemos creído e intentar mantenernos conectados con nuestros seres queridos perdidos en ellas, sin que nosotros nos volvamos adoctrinados. Fácil de decir, pero imposible de hacer sin la ayuda de Dios. ¿Cuáles son las tres razones?

RAZÓN 1

En primer lugar, hemos fallado al ver que las semillas del evangelio están en el jardín. Muchos de nosotros ingenuamente creímos que podíamos reinventar nuestro llamado como hombres y mujeres, hacer que hombres y mujeres fueran intercambiables, desafiar el diseño y propósito de Dios para los sexos, y de alguna manera cosechar la bendición de Dios.

El plan de Dios para hombres y mujeres, - ordenanzas de la creación - , se encuentra primero en Génesis 1, y es central, no periférica, para el evangelio de Jesucristo: "Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla" (Génesis 1:27-28).

Portamos la imagen de Dios creciendo en el conocimiento, la justicia y la santidad del Señor Jesucristo (Efesios 4:24). La homosexualidad y el transexualismo representan formas de rebelión contra la ordenanza de creación de Dios y la imagen que portamos. Son manifestaciones del mundo, la carne y el diablo, y deben ser objeto de arrepentimiento, no de celebración.

La homosexualidad y el transexualismo no forman parte del diseño de nadie, no importa lo que digan nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos no están libres de pecado y no superan la verdad de Dios. Cristo promete perdonar y restaurar a todos los que se arrepientan y confíen en él para la salvación. Cristo no hace alianza con los pecados que su sangre aplasta en la cruz y limpia. Hay esperanza para todos en el evangelio.

RAZÓN 2

En segundo lugar, hemos fallado al leer los tiempos en que vivimos (Romanos 13:11-14; Lucas 12:56).

En el caso Obergefell v. Hodges de 2015, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró el llamado matrimonio homosexual como la ley de la tierra. También introdujo la idea de "daño en la dignidad”. Según Obergefell, estamos dañando la dignidad de alguien al no "afirmar" su identidad LGBTQ+.

En nuestro mundo post-Obergefell, ahora existen dos ideas en competencia sobre lo que significa ser humano - y estas ideas están chocando. La idea Freudiana/Obergefell es que la orientación sexual es una categoría concerniente de la personalidad; LGBTQ+ define quién eres en vez de como te sientes. Después de Obergefell, se promulgaron rápidamente leyes para honrar, afirmar y celebrar el ser LGBTQ+. La idea bíblica, sin embargo, es que llevar la imagen de Dios según categorías eternas y creacionales de hombre o mujer determina quién eres. Es Obergefell o Cristo: o celebras y afirmas tu naturaleza pecaminosa, O te arrepientes de la naturaleza pecaminosa y no elegida de la cual eres culpable y heredaste en Adán.

RAZÓN 3

En tercer lugar, hemos fallado en amar a nuestros enemigos y en su lugar hemos fingido que nuestros enemigos son nuestros amigos. Muchos de nosotros hemos fallado en entender que amar a nuestros enemigos es un acto de confrontación divina, un arma de nuestra guerra y una gran bondad (2 Corintios 10:4). El amor cristiano destruye argumentos y opiniones que se dicen en contra de Cristo (2 Corintios 10:5). El amor cristiano no finge que el mundo es un lugar seguro o que los enemigos de Cristo son inofensivos - incluso si es tu hija. El amor cristiano busca hacer que nuestros enemigos sean amigos a través del arrepentimiento y el perdón. El amor cristiano no nos engaña haciéndonos creer que el pecado no es gran cosa, o que somos más misericordiosos que Dios. Fingir que nuestros enemigos son nuestros amigos es un acto de cobardía.

Cinco Mentiras Seductoras

Estas tres razones han introducido cinco mentiras en demasiadas iglesias evangélicas. Las cinco mentiras llevan al rechazo de la autoridad bíblica, la desobediencia contra Cristo y la celebración del orgullo LGBTQ+.

Mentira #1: La homosexualidad es una variante sexual normal.

Mentira #2: Ser una "persona espiritual" es más bondadoso que ser un cristiano bíblico.

Mentira #3: El feminismo es beneficioso para la iglesia y el mundo.

Mentira #4: El transexualismo es una variante de género normal.

Mentira #5: La modestia es algo obsoleto que sirve para dominar a los hombres y reprimir a las mujeres.

Estas cinco mentiras se basan en varias afirmaciones falsas, pero la más grande es la invención feminista de que "género" es distinto del sexo biológico. Crear falsas categorías de personalidad, y luego tratar de construir una vida cristiana sobre ellas, es inútil y necio. Como lo expresa el pastor Christopher J. Gordon en el Catecismo de la Nueva Reforma sobre la Sexualidad Humana, "Introducir el género como una nueva categoría de personalidad, separada de la categoría biológica de sexo, en búsqueda de una identidad sexual diferente, es antinatural para el orden de la creación y perjudicial para el propósito por el cual Dios nos hizo" (13).

Dios promete que las mentiras, incluso las prominentes que se han convertido en fundamentales para poderosos gobiernos e instituciones académicas, no tienen la última palabra. Él nos dice que solo la verdad nos hará libres. Como Jesús dice, "Si permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31–32). Jesús no dice que la libertad vendrá si te pones en los zapatos de tu nieto "no binario" al invitarlo a un ministerio "cristiano gay" a tu iglesia, o si marchas en el desfile del orgullo con tu hija lesbiana, o si asistes a la boda gay de tu hijo. No es bondad ponerte en los zapatos de alguien cuando esa persona necesita ser rescatada.

Liberados del Temor al Hombre

La Biblia dice que el temor al hombre es una trampa (Proverbios 29:25) — un instrumento de ejecución del cual no puedes librarte. Pero como dice mi esposo muchas veces, el evangelio te libera del temor al hombre. Entonces, si te encuentras preguntándote si estás del lado equivocado de la historia, y si tienes todo esto mal, recuerda la sangre de Cristo. Recuerda cómo se enfrentó a los demonios y te liberó del infierno. Recuerda cómo Jesús se convirtió en maldición para que pudieras recibir bendición. Recuerda que la verdad de Cristo te hace libre, no la conformidad con mentiras.

Comprende los tiempos. Conoce las razones. Desafía las mentiras. Y ama lo suficiente a tus enemigos como para decir la verdad.