Hermanos, Entrenen a la próxima generación

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 18:34 9 oct 2024

Encuentro que hay una tentación persistente en mi vida y ministerio. Es la tentación de terminar mi propia carrera fielmente.

–"¿Qué hay de malo en eso?" preguntas. En realidad suena bastante bíblico, casi Paulino. "Solo quiero terminar la carrera. No quiero ser descalificado. Quiero que me encuentren fiel hasta el final ". Lo cual está muy bien, excepto si la comprensión de la fidelidad al evangelio se limita y se refiere solo a mis tres años asignados, o si por razones de fuerza, cuatro años.

No sé ustedes, pero con los desafíos y el peso del ministerio pastoral, a veces puedo reducirme a "Señor, solo ayúdame a ser fiel hasta el final".

Lo comparto simplemente para ilustrar que hay una dificultad, incluso en nuestra comprensión de algo tan bueno como la fidelidad al evangelio, para mantener el futuro clara y correctamente en nuestras mentes. Esto puede contribuir a una tendencia a definir la fidelidad al evangelio demasiado en términos de nuestra propia responsabilidad.

Permítanme expresar mi punto positivamente: Necesario para nuestro fiel ministerio evangélico es una inversión en el ministerio evangélico que vendrá después del nuestro. Veo esto expuesto en los dos primeros capítulos de 2 Timoteo.

Contenido 1 Discipular Hombres Fieles 2 Cuidado con el síndrome de Ezequías 3 Evite la Miopía Temporal 4 Cultivar la Visión de Largo Alcance 5 Invierta en la Próxima Generación del Evangelio

Discipular Hombres Fieles

Pablo dice en 2 Timoteo 1:14: "Guarda el buen depósito que se te ha confiado". Luego, unos versículos más tarde, recogiendo algo de ese mismo lenguaje, le dice a Timoteo, como parte de su "guardia", que "encargue a hombres fieles" lo que se le ha confiado, y parte de ese "encargo" es enseñarles a transmitir lo mismo a otros (2 Timoteo 2:2).

Pablo le está diciendo a Timoteo que una parte esencial del ministerio fiel del evangelio es esta inversión en la próxima generación. No es un complemento opcional. En otras palabras, cuando Pablo le dice a Timoteo que "guarde" el evangelio, no solo está llamando a Timoteo a proteger la integridad del evangelio de los efectos de la falsa enseñanza. También está llamando a Timoteo a luchar para preservar la continuación del evangelio contra los efectos de la erosión a lo largo del tiempo, incluso más allá del tiempo de Timoteo.

Déjame repetirlo. Esencial para nuestra fidelidad en el ministerio del evangelio es esta inversión en una generación sucesiva de ministros del evangelio.

Cuidado con el síndrome de Ezequías

Creo que el mayor desafío para esto es lo que podríamos llamar la tendencia de "mi vida", una tendencia que vemos ejemplificada en cierto rey israelita del Antiguo Testamento. Tal vez recuerdes la historia. Ezequías es rey de Judá. Senaquerib, el rey de Asiria, viene a atacar. Ezequías, con la ayuda de Isaías, ora y prevalece. Ezequías se enferma y es instruido por Isaías para poner su casa en orden. Ezequías clama a Dios y se le conceden quince años más. Al enterarse de esto, el rey de Babilonia envía representantes, aparentemente para felicitar a Ezequías por su recuperación. Ezequías en su orgullo tonto muestra los tesoros nacionales. Los representantes regresan a Babilonia. Isaías pide un informe de su visita. Ezequías le dice a Isaías lo que hizo. En respuesta, Isaías predice la próxima cautividad babilónica. Pues eso.

Entonces, Ezequías dijo a Isaías: "La palabra del SEÑOR que has hablado es buena." Porque pensó: "Habrá paz y seguridad en mi vida".

Lo que hace que este relato sea aún más convincente y aleccionador como advertencia para nosotros es el hecho de que Ezequías fue extremadamente influyente en la reforma de la vida espiritual de Judá: limpiando el templo; restaurando la adoración del templo; restableciendo la Pascua; reorganizando el sacerdocio. Vea el relato en 2 Crónicas. Hizo una contribución impresionante en líneas muy importantes.

Pero luego está este episodio al final de su vida que traiciona tanto su orgullo como su miopía. A pesar de todo su celo, hubo, al parecer, una ausencia de celo por lo que sucedió después de que pasó por alto la escena.

Evite la Miopía Temporal

Richard Baxter trae una maravillosa manera de abordar esto en su libro The Reformed Pastor. Él escribe: "Si quieren glorificar a Dios en sus vidas, deben concentrarse principalmente en el bien público y en la difusión del evangelio por todo el mundo". La alternativa, según Baxter, era "un alma privada y estrecha siempre ocupada consigo misma que no ve cómo van las cosas en el mundo. Sus deseos, oraciones y esfuerzos no van más allá de lo que pueden ver o experimentar al viajar ".

Baxter está hablando de la posibilidad de una miopía geográfica, pero también podríamos ser culpables de una miopía temporal. Ese fue el caso de Ezequías.

Baxter llamó a sus lectores a todo lo contrario: una grandeza de alma que "contempla toda la tierra y desea saber cómo va con la causa y con los siervos del Señor". Las palabras de Pablo en 2 Timoteo nos llaman a lo mismo, pero mirando hacia el futuro. "¿Cómo irá con la causa? ¿Y qué puedo hacer para impulsar esta causa en el futuro?"

No nos contentemos con decir simplemente: "Mientras todo esté bien en el plazo de mi vida".

Cultivar la Visión de Largo Alcance

En contraste con la miopía de Ezequías, vemos la visión de largo alcance de Pablo, y se vuelve especialmente conmovedora en vista de la inminente partida de Pablo. Recuerde que esta es la misma carta en la que dice: "El momento de mi partida está cerca".

Así que ahora le está pidiendo a Timoteo que piense de cierta manera sobre el ministerio del evangelio. Y le está pidiendo a Timoteo que capacite a la próxima generación para que piense de esta manera sobre el ministerio del evangelio. Y Dios nos está pidiendo que pensemos de esta manera sobre el ministerio del evangelio. Necesario para el ministerio fiel del evangelio es una inversión en la próxima generación de ministros del evangelio.

Esto debería traducirse en realidades muy concretas en nuestra vida semanal. Esta es una responsabilidad que la iglesia comparte corporativamente, pero requerirá de ustedes una inversión muy definida de tiempo, energía y propósito.

Invierta en la Próxima Generación del Evangelio

¿Cómo será esto? Permítanme sugerir cuatro posibilidades. Primero, dedíquese al ministerio fiel del evangelio, especialmente al ministerio de la palabra. La mejor manera de capacitar a los hombres para predicar fielmente el evangelio es predicar fielmente el evangelio. William Perkins escribió: "Entonces, que cada ministro, tanto en su enseñanza como en su conversación, trabaje de tal manera que honre su llamado, para que pueda atraer a otros a compartir su amor por él".

En segundo lugar, preste atención a los jóvenes de diversas edades en su congregación. Observe cómo reciben tu predicación. Observe cómo procesan tu predicación. Observe cualquier afecto cada vez más profundo por Dios y su palabra. Mantén tus ojos abiertos.

En tercer lugar, cree contextos para los jóvenes que llamen tu atención para practicar y crecer en su manejo de la palabra.

En cuarto lugar, y esto no debe pasarse por alto, ore muy específicamente para que Dios levante a la próxima generación de ministros del evangelio. Ore por su reemplazo, pero ore también por más que eso. Ore con un ojo y un corazón, hacia el futuro y el éxito continuo del evangelio en el mundo, hasta que Cristo venga.