La abundancia de la Pascua

De Libros y Sermones Bíblicos

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Revisión de 14:21 30 mar 2012

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Toda la teología de la resurrección en un capítulo

1 Corintios 15

1. Cristo murió por nosotros y luego resucitó.

Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras … que fue sepultado y … que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras. (3-4)

2. El confirmó su resurrección mediante apariciones públicas a multitud de personas.

Luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen. (6)

3. Puesto que Cristo ha resucitado, ya no estamos en pecado.

Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados. (17)

4. Puesto que Cristo ha resucitado, nuestras afligidas vidas ya no son dignas de compasión.

Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima. (19)

5. Nosotros, que confiamos en Cristo, seremos resucitados de entre los muertos tras la segunda venida de Cristo.

Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida. (22-23)

6. Cristo ahora reina invencible sobre el universo.

Pues El debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el último enemigo que será abolido es la muerte. (25-26)

7. El cuerpo de nuestra resurrección será imperecedero, glorioso, fuerte y espiritua.

Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. (42-44)

8. Ya sea que estemos vivos o muertos, recibiremos inmediatamente un nuevo cuerpo en el momento de la venida de Cristo.

He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. (51-52)

9. La muerte ahora no tiene aguijón, y será consumida por la victoria.

Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: "DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria. ¿DONDE ESTA, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DONDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJÓN?" (54-55)

10. Cristo sufrió por los pecados y cumplió con la ley por nosotros.

El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (56-57)

11. Por consiguiente, realizad una cantidad enorme de trabajo que exalten a Cristo puesto que ninguna de ellas será en vano.

Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. (58)

Gozoso de vivir por la esperanza de ser resucitado por Él,

Pastor John