Logos
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Última versión de 19:15 30 jul 2012
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (v. 1-14).
- Juan 1:1-18
Uno de los títulos más interesantes de Jesús se encuentra en un pasaje que los teólogos han estudiado durante milenios y apenas han explorado lo más básico de su significado. El título del cual estamos hablando es “Logos”, y se encuentra en Juan 1:1-18.
Como es común en las traducciones al español, el término griego logos en el pasaje de hoy se traduce como “Verbo” [en inglés: “Palabra”] Este es quizás el significado más simple de logos, y encontramos su presencia en varias palabras en español. Por ejemplo, tenemos las disciplinas de la biología (una palabra acerca de los seres vivos) y la teología (una palabra acerca de Dios). En el griego antiguo, sin embargo, logos tenía connotaciones mucho más ricas que sólo “verbo”. Los antiguos filósofos griegos en particular tenían usos especiales para el término logos.
La filosofía trata con hacer las preguntas culminantes de la realidad, y los antiguos griegos que seguían esta disciplina siempre estaban buscando la verdad culminante, la realidad culminante que está detrás de todo lo visible y lo invisible. Mientras los filósofos griegos consideraban las cuestiones de la verdad, la ética, la estética, la metafísica, y mucho más, comenzaron a utilizar la palabra logos para describir la realidad culminante que todos estaban buscando. Este logos era un estándar de organización, aquello que da vida y sentido al universo. En consecuencia, los antiguos griegos pensaban del logos como una fuerza impersonal, como una simple racionalidad que no puede amar ni interactuar con el mundo.
Juan el Apóstol tuvo que hablar el idioma de su época cuando escribió su evangelio, por lo que no es de extrañar que él utilizara el término logos. Sin embargo, el apóstol no simplemente copió la palabra como se utilizaba en la filosofía griega, sino que la transformó, invistiéndola con contenido bíblico. Sus logos es personal y puede ser recibido o rechazado por los seres humanos (v. 11-12). Esto fue bastante escandaloso para las mentes griegas, pero lo que era aún peor, desde su perspectiva, era que Juan dijo que el logos podría encarnarse como ser humano (v. 14).
El logos es Dios mismo, más específicamente, el Hijo de Dios, la segunda persona de la Trinidad, quien comparte plenamente en la esencia divina. Él es el Único que estaba ahí “en el principio,” antes de todas las cosas (1:1; ver Génesis 1:1). El logos — la entidad organizadora detrás de todas las cosas — es el Creador personal quien ama a su pueblo.
Coram Deo
La idea de que Dios es personal es una idea radical. La realidad culminante en el hinduismo y el budismo es impersonal. El islam y el judaísmo saben algo de un Dios personal debido a la influencia de la Biblia sobre Mahoma y los rabinos, pero el Dios presentado en estas religiones no es consistentemente personal. Nuestro Dios es personal, y podemos tener una verdadera relación con Él, porque Él vino a nosotros en la persona de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Pasajes para Estudio Adicional
Génesis 1:1
Miqueas 5:2
Colosenses 1:15-17
Apocalipsis 1:8
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