Llamado Por Dios
De Libros y Sermones BÃblicos
(Página creada con '{{info|Called By God}}<br> <blockquote>“Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón” (Heb. 5:4). </blockquote><blockquote> - Hebre...')
Última versión de 18:09 22 oct 2012
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón” (Heb. 5:4).
- Hebreos 5:3-4
Al comienzo de una sección extensa que detalla la superioridad de Cristo como nuestro gran Sumo Sacerdote, el autor hace una pausa para describir el oficio del sumo sacerdote bajo el antiguo pacto (Hebreos 5:1-4). Este paréntesis no se añade sin razón. Para poder ser un sumo sacerdote, Jesús tuvo que cumplir con los requisitos del cargo, y debemos tener esto en mente cuando leemos acerca de los hombres que sirvieron como sumo sacerdote antes que Él.
En 5:3, se nos dice que el sumo sacerdote de la antigüedad ofrecía sacrificios, no sólo para los demás sino también para sí mismo por causa de sus propios pecados. Ahora, la obra sumo sacerdotal de Cristo es muy diferente a esto porque se nos dice repetidas veces a lo largo de la epístola que Cristo nunca pecó (4:15; 7:26), y entonces Él nunca necesitaría un sacrificio para Sí Mismo. Este versículo demuestra indirectamente que Cristo es mucho más superior al sumo sacerdote del antiguo pacto. A diferencia de los sumos sacerdotes de la antigüedad, Jesús fue y es totalmente libre de toda corrupción moral que resulta de una naturaleza de pecado.
Hebreos 5:4 nos dice que nadie toma el oficio de sumo sacerdote para sí mismo sino que es llamado por Dios para ello —tal como Aarón había sido llamado. Muchos comentaristas dicen que este versículo enfatiza la gran humildad que se suponía que debería tener un sumo sacerdote. Él no debería buscar el oficio por el deseo del poder. Más bien, el sumo sacerdote tenía que ser llamado por Dios y ocupar el cargo con la humildad que Dios requiere de Sus siervos.
El hecho de que el versículo 4 dice que “nadie” toma para sí este oficio es especialmente irónico. El público original de la epístola a los Hebreos habría estado muy consciente de que muchos hombres tomaron el oficio de sumo sacerdote para sí mismos durante el período en que se compuso esta carta. Herodes El Grande y todos sus sucesores romanos sistemáticamente promovieron hombres al cargo de sumo sacerdote en respuesta a sobornos o como agradecimiento por favores políticos. Pocos, si es que algunos, de estos hombres poseían las credenciales familiares y religiosas necesarias para el trabajo.
Pero Jesús no es como esos hombres corruptos. Fue designado por Dios mismo para ser el Sumo Sacerdote. Él sirve en la posición con gran humildad y, porque no tiene pecado, Él verdaderamente cumple con los requisitos para ello. Algunos en la audiencia original podrían haber pensado que estarían volviendo a Dios si abandonasen a Cristo para regresar al Antiguo Pacto. El versículo 4 nos dice que un regreso al sacerdocio del Antiguo Pacto sería un regreso a un sacerdocio lleno de corrupción.
Coram Deo
A lo largo de la historia del pueblo de Dios, los hombres y mujeres han buscado un cargo no para servir sino para ser servidos. Pero cuando los hombres buscan el liderazgo en la iglesia de esta manera, no están siguiendo el ejemplo de Cristo, quien fue designado por Dios, y quien sirve en humildad. Busque en su corazón para ver si su deseo es servir a la iglesia o ser servido por la iglesia.
Pasajes para Estudio Adicional
Lev. 4:1-12
Lam. 4:11-13
Juan 13:1-11
Phil. 2:1-4
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas