Mayor Que Moisés

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 18:28 19 nov 2012

“Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste [Jesús], cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo” (Heb. 3:3).

- Hebreos 3:3-4

El autor de Hebreos escribe su carta para que su público no regrese al antiguo pacto. Con el fin de persuadir a su público a permanecer fieles a Cristo, el autor demuestra la superioridad del nuevo pacto al antiguo en una variedad de formas. Una manera en que hace esto es demostrando que Cristo, el Mediador del nuevo pacto, es superior a Moisés, el mediador del antiguo.

Hebreos 3:3-4 nos dice explícitamente que Cristo es mayor que Moisés. En 3:1, nos dice que “consideremos al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.” El versículo 3 nos dice que debemos considerar a Jesús porque Él ha sido “estimado digno de tanto mayor gloria que Moisés”.

¿Por qué a Jesús le fue dado más gloria que Moisés? Una respuesta está en Su papel más importante. Jesús tiene más gloria, porque “el que hizo una casa tiene mayor honra que la casa” (v. 3). Jesús es el constructor de la casa, Moisés es la casa misma.

En la Escritura, la casa es una metáfora del pueblo de Dios, la iglesia (1 Tim. 3:15). La iglesia incluye los creyentes tanto del antiguo pacto como del nuevo pacto. Como mediador del antiguo pacto, Moisés representa la casa misma. Él, por su solidaridad con Israel, es la casa. Tiene un gran honor como siervo fiel de Dios en la casa. Pero al final, él no es más que un siervo; él sólo es la casa. Jesús, sin embargo, es el constructor de la casa. Como tal, Él merece mayor honor.

Hay dos razones por las cuales Jesús puede ser llamado el constructor de la casa. La primera de éstas es que el Mesías construye la casa de Dios (Zacarías 6:12), y Jesús es ese Mesías. Segundo, Jesús es llamado el constructor de la casa, porque Él es Dios Mismo. Hebreos 3:4 lo hace claro. Al principio, parece sugerir que Jesús no es realmente Dios, porque el texto parece distinguir entre el constructor de una casa y el constructor de todas las cosas. Esta interpretación, sin embargo, es insostenible. El versículo afirma la verdad de que Dios es supremo como el Arquitecto y Creador de todas las cosas, tanto en el mundo físico y en Su nueva creación, la iglesia. Este hecho no niega la deidad de Cristo, sino más bien implica fuertemente que Cristo, quien fue designado como el constructor de la casa en 3:3, es de hecho Dios Mismo. Si Dios crea todas las cosas, especialmente la iglesia, entonces el que construye la iglesia también debe ser el mismo Señor del Universo.

Coram Deo

Jesús prometió que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia. La historia del pueblo de Dios claramente demuestra que Dios siempre tiene a Su Iglesia en esta tierra. Pídale a Dios que le ayude a recordar que la Iglesia será victoriosa y haga lo que pueda para manifestar la construcción de Dios de la Iglesia en su comunidad.