El Noble Ejército de Mártires te Alaba

De Libros y Sermones Bíblicos

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Última versión de 14:17 17 ene 2013

Filipenses 1:19-21

Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

En tan solo unos minutos escucharemos el coro cantando Te Deum en la versión de John Rutter. “Te Deum” son las primeras dos palabras del texto en latín las cuales comienzan—“Te Deum Laudamus”—“Te Alabamos, Oh Dios.” El texto se remonta a la época de Ambrosio, quien se convirtiera en arzobispo de Milán en AD 374. Probablemente lo tradujo de una versión griega anterior. De modo que lo que tenemos de este texto es un himno muy antiguo de la iglesia cristiana que se remonta probablemente al tercer siglo.

Contenido 1 Estos Grupos (Que Murieron Hace Tiempo) Alaban a Dios 2 “Morir es Ganancia” 3 Todos los Mártires Dicen, “Morir es Ganancia” 4 ¿Podemos Unírnosles en Esta Declaración? 5 Dando un Testimonio Fiel 6 El Número de Mártires es Señalado por Dios 7 El Martirio No Ocurre por Accidente Ni Tampoco Significa Una Derrota 8 300 Años de Crecimiento en el Suelo de la Persecusión 9 El Lugar Especial de Estos en el Coro Angelical

Estos Grupos (Que Murieron Hace Tiempo) Alaban a Dios

En la segunda estrofa, el coro declarará a Dios que tres grupos de personas, los cuales murieron hace tiempo, están alabando a Dios hoy. En el presente ellos le cantarán a Dios diciendo que:

1. “La gloriosa compañía de apóstoles te alaba.”
2. “La apreciable comunidad de profetas te alaba.”
3. “El noble ejército de mártires te alaba.”

Y así declararán en alta voz y claramente la verdad bíblica de que los apóstoles no están muertos. Y los profetas no están muertos. Y los mártires no están muertos. Ellos viven. Y están alabando a Dios en el cielo hoy. El coro proclamará la verdad de Filipenses 1:21 donde uno de los apóstoles dijo, “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Morir es ganacia.

“Morir es Ganancia”

¿Cómo puede él decir, “Morir es ganancia”? Porque él sabía que cuando muriera, estaría inmediatamente “presente con el Señor.” En 2 Corintios 5:8 Pablo dijo, “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.”

Morir es ganancia porque la muerte significa estar ausente del cuerpo y presente con el Señor. ¿Amas tanto a Jesús? ¿Le amas tanto que perderlo todo para estar con él sería ganancia para tí?

Cuando preparabamos este servicio, noté esta línea en la canción Te Deum, “El noble ejército de los mártires te alaba.” Le dije a Dean, “Esa es la frase de la que quiero hablar.” Porque esa es la que perfectamente concuerda con el tema de la serie de mensajes en que estamos ahora mismo—una serie de mensajes sobre la valerosidad, la audacia, la intrepidez, y el tomar riesgos que caracterizan a esos que sigen a Jesús.

Todos los Mártires Dicen, “Morir es Ganancia”

El noble ejército de mártires está alabando a Dios con nosotros esta mañana porque todos dicen, “Para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia.” Ellos todos dicen, Cristo vale más que la vida. Cristo vale más que enamorarse. Cristo vale más que casarse y tener hijos. Cristo vale más que ver a mis hijos crecer e independizarse. Cristo vale más que hacerme de renombre. Cristo vale más que terminar mi carrera. Cristo vale más que tener el conyuge soñado, la casa soñada, el crucero soñado, el retiro soñado. Cristo vale más que todos mis planes y sueños por realizar.

Todos los mártires dijeron, “Es mejor ser quitado, en la mitad de la realización de mis sueños, si puedo ganar a Cristo.”

¿Podemos Unírnosles en Esta Declaración?

Las historias de los mártires nos urge a preguntarnos: ¿Amamos a Cristo más que a la vida? Esta fue la respuesta que David dió en el Salmo 63, estando en el desierto de Judá:

Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas… Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán.

El amor de Dios es mejor que la vida. Es mejor morir por el amor de Dios que vivir sin el amor de Dios.

Dando un Testimonio Fiel

Joseph Tson de la Sociedad Misionera Rumana dijo: “El cristianismo es una religión de martirio porque su fundador fue un mártir.” El dió fiel testimonio hasta la muerte (Apocalipsis 1:5). La palabra griega “mártir” significa testigo, y vino a referirse a aquellos que murieron por su fe porque el ser un testigo fiel muchas veces significaba la muerte en esos siglos pasados.

Esteban fue apedreado a muerte porque dió fiel testimonio. Y Lucas nos dice que la persecución que se levantó después de la muerte de Esteban provocó que la iglesia fuera esparcida por todos los rincones a favor d el servicio misionero. Por lo tanto, el martirio esparció la iglesia.

El apóstol Santiago fue el primer apóstol que mataron. Herodes le mató a espada, y una gran lluvia de oración fue desatada ya que la misma suerte pendía sobre la cabeza de Pedro.

El Número de Mártires es Señalado por Dios

Para finales de la época del Nuevo Testamento, el apóstol Juan tuvo una visión del cielo y vió debajo del altar las almas de aquellos que fueron martirizados. Ellos clamaban y se preguntaban cuánto tiempo esperarían hasta que Dios se levantara, mostrara su triunfo, y los vindicara. La respuesta de Dios en Apocalipsis 6:11 es impresionante:

Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

Hay un número de mártires designado por Dios. Ese número debe ser completado antes que llegue la consumación. “descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.”

El Martirio No Ocurre por Accidente Ni Tampoco Significa Una Derrota

El martirio no es algo imprevisto. No toma a Dios por sorpresa. No es inesperado. Y, enfáticamente, no es una derrota estratégica por la causa de Cristo. O podría parecer una derrota. Pero era parte de un plan del cielo que ningún estratega humano concibiera o pudiera diseñar jamás.

La muerte de Esteban debió haber sorprendido a la iglesia en Jerusalén, el hecho de que Dios dejara que eliminaran al más brillante portavoz. Pero debido a esto Dios volcó hacia el mundo a toda la iglesia.

La muerte de Santiago debió haber estremecido a la comunidad cristiana, el que Dios permitiera que uno de los 12, el fundamento de la iglesia, fuera brutalmente matado. La muerte de Pablo y Pedro en Roma debió haber hecho que el joven movimiento del cristianismo se preguntara qué sería de ellos ya que los dos lideres más importantes fueron muertos en una persecución.

300 Años de Crecimiento en el Suelo de la Persecusión

Por casi 300 años, el cristianismo creció en un suelo mojado por la sangre de los mártires. Hasta el emperador Trajano (cerca del AD 98), la persecusión era permitida, pero no legal. Desde Trajano hasta Decio (cerca del AD 250), la persecusión era legal, pero mayormente a nivel local. Desde Decio, quien odiaba a los cristianos y temía el impacto de estos sobre sus reformas, hasta el primer edicto de tolerancia en el 311, la persecusión no era solo legal, sino también muy difundida y general.

Un escritor describió la situación existente en el tercer período de la siguiente manera:

El terror se esparció por todas partes a través de las congregaciones, y el número de lapsi (los que renunciaban a su fe al ser amenazados)…era enorme. Sin embargo, no faltaban los que permanecían firmes, y sufrían el martirio en vez de ceder; y, a medida que la persecusión se extendía e intesificaba más, el entusiasmo de los cristianos y su poder de resistencia se fortalecía más y más (Schaff-Herzog Encyclopedia, vol. 1, 1882, p. 620)

De modo que por 300 años ser cristiano era un acto de inmenso riesgo para tu vida, tus bienes y tu familia. Era la prueba que determinaba qué amabas más. Y al extremo de esa prueba se encontraba el martirio. Y por encima del martirio estaba un Dios soberano que dijo, hay un número señalado. Ellos juegan un papel importante en cerrarle la boca a Satanás, quien constantemente dice que la gente de Dios sólo le sirve porque les va mejor en la vida al hacerlo.

El Lugar Especial de Estos en el Coro Angelical

Y ellos ocupan un lugar especial en el coro angelical.

“El noble ejército de mártires te alaba.”

El Te Deum probablemente sale de ese período de sufrimiento. No es una pieza escrita en una torre de marfil aislada del sufrimiento.

Esto nos deja una gran pregunta a medida que escuchamos el coro cantar: ¿Diremos con el apóstol Pablo que el deseo de nuestro corazón es que Cristo sea exaltado en nuestros cuerpos, ya sea por vida o por muerte? Para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia.

¿Amamos a Cristo más que a la vida?

Que pueda Dios usar esta misma canción del gran antiguo clamor de la iglesia sufriente para que la respuesta sea SÍ.