Los Huesos de José

De Libros y Sermones Bíblicos

---

Última versión de 12:07 16 sep 2013

“Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos” (Hebreos 11:22).
- Hebreos 11:22

Los patriarcas son excelentes ejemplos de fe perseverante para nosotros, ya que no sólo vivieron sus vidas por fe, sino que también murieron por fe. Hoy vamos a ver el ejemplo de José, que también perseveró en la fe durante toda su vida y así también murió en la fe.

Leemos que por la fe, José mencionó el Éxodo y dio instrucciones acerca de sus huesos a Israel (Heb. 11:22; ver Génesis 50:22-26). Esto fue hecho al final de su vida, demostrando fe que Dios cumpliría Su promesa de darles la tierra de Canaán a Su pueblo.

La mención del Éxodo por José demuestra una gran fe en las promesas de Dios. Hubiera sido fácil para José decirles a los hijos de Israel que Egipto era su nuevo y permanente hogar. Después de todo, él había llegado a una gran prominencia y riqueza en el Imperio Egipcio. Seguro en su posición, pudo haber exhortado a sus hermanos a quedarse.

Sin embargo, el alentar a los hijos de Israel a permanecer en Egipto hubiese mostrado falta de fe en las promesas de Dios. Porque aún cuando Egipto había bendecido a José, el éxito que ofreció no podía compararse con la bendición de Dios. A pesar de su riqueza y estatus, todavía estaba en el exilio. A pesar de todas las apariencias al contrario, José no estaba en la Tierra Prometida. El creer que Dios todavía tenía algo mejor para él y sus hijos requirió fe que no confiaba en lo que podía ver, sino en lo que no podía ver —las futuras promesas de Dios. Como escribió Calvino, “las riquezas, el lujo, y la honra, no hizo que el hombre santo olvidara la promesa, ni lo retuvo en Egipto, y esto fue una evidencia de gran fe.”

José también le dijo a la nación que se llevara sus huesos consigo cuando salieran de Egipto. No quería que su cuerpo fuera enterrado en el exilio, sino más bien que fuera enterrado en Palestina. Quería vivir en la Tierra Prometida.

Esta esperanza del entierro en la Tierra Prometida presagió la esperanza de la resurrección revelada con mayor claridad más adelante en la Escritura. José sabía que Dios es el Señor de los vivos (Marcos 12:27a). Él sabía que la única manera de morar con Dios era morar en Su tierra santa. Por lo tanto, el deseo de José de ser enterrado en Palestina refleja la esperanza de que Dios visitaría a su pueblo allí y lo levantaría de entre los muertos. Esta es nuestra esperanza, porque sabemos que todos los creyentes, que son el Israel de Dios, algún día se levantarán para heredar una tierra santificada por Cristo (Mat. 5:5; Ap. 21:1-4).

Coram Deo

La Biblia no enseña que vamos a pasar la eternidad como espíritus incorpóreos. Al contrario, enseña que un día nuestros cuerpos físicos serán transformados, junto con toda la creación, y que viviremos en cuerpos glorificados. Alégrese de que Dios renovará incluso nuestra carne, y espere el día de la resurrección.

Pasajes para Estudio Adicional

Sal. 73:24
Isa. 26:19
Juan 11:23-24
Rom. 8:16-17