Dios Hizo un Juramento
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Última versión de 20:21 4 nov 2013
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento” (Heb. 6:17).
- Hebreos 6:17
Una de las razones principales por la cual el libro de Hebreos fue escrito fue para animar a los lectores a perseverar en la fe para que pudieran recibir todas las promesas de Dios. El autor anima a sus lectores en su fe, recordándoles que uno de los más grandes santos del antiguo pacto, Abraham, también tuvo que esperar y perseverar en la obediencia antes de que alcanzara la promesa (6:15).
Dios estaba contento no sólo ofreciendo una promesa a Abraham y a sus descendientes, sino también confirmando Su promesa por medio de un juramento (6:14). En este punto podemos preguntarnos por qué Dios tenía que hacer un juramento a nosotros. Los hombres hacen juramentos unos a otros porque a menudo mentimos o no cumplimos nuestras promesas. Pero esto no es así con Dios. No hay sombra de engaño en Él (Números 23:19). Él es fiel y siempre verdadero a Su palabra.
En pocas palabras, Dios no tenía necesidad de hacer tal juramento. Como Hebreos 6:17 nos dice, Él “quiso mostrar más abundantemente” la inmutabilidad de su consejo a todos los herederos de la promesa. Por eso hizo el juramento a Abraham. Aquí vemos un ejemplo maravilloso de la condescendencia de Dios a las necesidades humanas. Nuestra naturaleza pecaminosa nos hace tan propensos a dudar de las promesas de Dios. Abraham debería haber sabido que no podía dudar de la veracidad de Dios —también deberíamos saber eso. Pero a veces nuestro pecado nos hace actuar como si la palabra de Dios no fuese confiable.
En lugar de dejarnos en nuestra duda, la misericordia y el amor de Dios no sólo Lo conduce a prometer la bendición a Abraham, sino también a jurarlo. John Calvin escribe: “Vea qué tan amablemente Dios, como un Padre misericordioso, se acomoda a nuestra lentitud para creer; cuando Él ve que no descansamos en su Palabra sencilla, añade un juramento para que se pueda impresionar más a fondo en nuestros corazones.” En Su amor, Dios decidió no dejarnos dudando, sino confirmar Su promesa a nosotros con un juramento solemne. Esto es un acto puro de gracia, Él no tenía que hacerlo. Es un ejercicio de Su voluntad soberana, que, como John Owen escribe, “es la única fuente de toda la gracia, misericordia y consolación de la cual los creyentes son partícipes en este mundo.”
Finalmente, note que la promesa de bendecir y multiplicar la descendencia de Abraham no sólo se hace a Abraham, sino también a sus herederos. Nosotros, también, somos los herederos de esta promesa (Gálatas 3:29), y Dios ha jurado bendecir y multiplicar a Su pueblo, incluso en nuestros días.
Coram Deo
La promesa a Abraham contiene una herencia en un país mejor, descendientes fieles, y la salvación. Dios confirmó que todo esto se concedería cuando Él hizo un juramento a Abraham. Gracias a Dios por Su amor que motivó que hiciera este juramento, y por el hecho de que en Cristo, a usted se le prometen las mismas cosas que a Abraham.
Pasajes para Estudio Adicional
Sal. 25:8-10
Lam. 3:22-23
Rom. 3:1-4
2 Tes. 3:3
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