El profeta reacio
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Steve Kreloff
sobre Figuras Bíblicas
Una parte de la serie A Pastor's Perspective
Traducción por Maria Luisa Yudice
Cualquiera que haya asistido a la escuela dominical sabe que Jonás fue un hombre que fue comido vivo por un pez y que después de tres días fue vomitado. Pero eso es todo lo que sabe la mayoría de la gente sobre este profeta del Antiguo Testamento y del libro que lleva su nombre. Es una lástima, porque es un personaje de la Biblia que vale la pena conocer, y el contenido de su libro no es solo teológicamente rico, sino también extremadamente relevante.
Jonás fue un profeta Hebreo que vivió aproximadamente en el 750 A.C. Aunque es poco probable que otros profetas Hebreos, como Jonás haya sido llamado a ministrar a los Gentiles fuera de las fronteras de Israel. Dios lo envió a predicar un mensaje de arrepentimiento a los ciudadanos de Nínive. Un pueblo que pertenecía al Imperio Asirio famoso por su extrema crueldad. Pero en lugar de obedecer a Dios, el se rebeló y subió a un barco que se dirigía a una dirección opuesta de Nínive. Y la razón evidente de la desobediencia de Jonás es revelada en el último capítulo del libro. El furiosamente admitió que sabía que Dios era misericordioso y lleno de gracia y por lo tanto tenía miedo que los Ninivitas se arrepintieran en respuesta a su mensaje y escapen del juicio divino (4:1-2). En otras palabras, Jonás estaba tan deseoso que Dios volcara toda su ira sobre estos malvados Gentiles que actualmente estaba enojado con El por esperar para derramar su misericordia sobre ellos.
Aunque Jonás y sus actividades son repetidamente mencionadas a través de estos cuatro capítulos, no es el principal personaje del libro. El personaje principal de este libro es Dios, porque el principal tema y mensaje del libro es la misericordia y compasión de Dios hacia los pecadores. El libro de Jonás es un reproche divino para el Israel del Antiguo Testamento, quien, como el profeta, carecía de interés por el beneficio espiritual de los Gentiles del mundo. Mientras que el pueblo Judío de los días de Jonás disfrutaban de ser los destinatarios del amor y compasión de Dios, ellos resistieron la idea de que Dios fuera misericordioso con los Gentiles paganos, especialmente con gente como los Ninivitas, quienes eran enemigos de Israel. En lugar de amar a los Gentiles perdidos del mundo, ellos los despreciaban y anhelaban que Dios derramara su ira sobre ellos. Por lo tanto el principal tema del libro de Jonás es comunicar la verdad de que Dios tiene un corazón de compasión por los paganos. Su pueblo debería reflejar la misma actitud alcanzando con el mensaje de salvación a los que están separados de Dios, especialmente aquellos que están descaradamente mal en su comportamiento.
Si Jonás es el autor de este libro-y ciertamente creemos debido a las cuentas detalladas de acontecimientos muy inusuales en su vida- luego estos cuatro capítulos son una muy honesta confesión de un verdadero creyente admitiendo sus prejuicios y falta de compasión por los paganos. Pero más que una simple confesión de su pecado, el propósito de Jonás en escribir este libro es difundir a sus lectores lo que él había aprendido sobre la misericordia de Dios y hay mucho de ella en cada capítulo del libro, Dios le mostro una única expresión de Su misericordia demostrándole Su bondad sobre los que no la merecían.
En el capitulo uno, la compasión del Señor es vista en su obra de convertir a los marineros paganos quienes abordaron el mismo barco que llevaba a Jonás fuera de Nínive. En el capítulo 2 la compasión de Dios se ve demostrada cuando Dios envió un pez que tragara y protegiera a Su rebelde profeta de ahogarse en el mar. En el capitulo tres Dios muestra su compasión sobre los malvados Ninivitas trayéndoles salvación y por lo tanto evitando Su ira y juicio. En el capitulo cuatro Dios muestra Su bondad sobre Jonás colocando misericordiosamente una planta que le hiciese sombra para protegerlo del calor del sol.
Jonás no es el único creyente que prefiere el juico de Dios para los pecadores antes que su misericordia.
No es raro para aquellos quienes han experimentado la gracia salvadora de Dios envidiar la misma concesión de gracia sobre otros, especialmente en aquellos que han sido crueles y violentos. Si crees que esto no sería posible en vos, entonces necesitas considerar tu actitud hacia notorios pecadores como el terrorista mundial Osama Bin Laden. Alguna vez oraste por la salvación del alma perdida de este hombre Islámico o ¿Queres que pase su eternidad en el infierno?
O tal vez un poco más cerca de casa, ¿Alguna vez alguien malvado te lastimo o a alguien que amas y en lugar de perdonarlo (Efesios 4:32) el anhelo de tu corazón es que Dios lo aplaste por sus pecados?
Si no extendemos la misericordia del perdón personal hacia aquellos que pecaron contra nosotros, entonces seguramente tampoco queremos que Dios extienda su misericordia de perdón sobre ellos.
Como Jonás, lo torcido de nuestros corazones prefieren el juicio de Dios a Su gracia. De todas maneras, el corazón de Dios no es así. Como El nos dice en Ezequiel 18, El no se complace en la muerte del impío (v.23) En lugar de desear su muerte y juicio, El se regocija en los pecadores que se arrepienten (Lucas 15)
Tan ansioso esta Dios en otorgar Su salvación sobre los que están perdidos que él lo retrato en su parábola del hijo prodigo, corriendo, abrazando y besando al pecador arrepentido (v.20) Que Dios nos ayude a cultivar este mismo corazón misericordioso hacia los pecadores perdidos.
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