No digas: “Soy joven”
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Ministerio
Una parte de la serie The Old and Young Shall Dream Together
Traducción por José Manuel Puerto Cabeza
- Jeremías 1:1-10 (LBLA)
Palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín, a quien vino la palabra del Señor en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado. También vino a él la palabra en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto. Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: "Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones". Entonces dije: "¡Ah, Señor Dios! He aquí, no sé hablar, porque soy joven". Pero el Señor me dijo: "No digas: 'Soy joven', porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás. No tengas temor ante ellos, porque contigo estoy para librarte —declara el Señor". Entonces extendió el Señor su mano y tocó mi boca. Y el Señor me dijo: "He aquí, he puesto mis palabras en tu boca. Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar".
Equipando a los laicos para la causa de testificar
Uno de los objetivos principales de la tercera parte del proyecto SPAN the NINETIES[1] es la creación de un instituto y un centro de formación los viernes por la tarde durante el mes de Septiembre, el énfasis en los grupos reducidos y familiares en lugar de las misas los domingos por la noche tres veces al mes, y la asignación de nuevas responsabilidades al personal. Por tanto, algunos de los propósitos principales de estos cambios son ampliar el equipamiento y el sacerdocio de los no creyentes (laicos); movilizar a todo el sacerdocio de los creyentes; y por último, cambiar la mentalidad de reunión centrípeta de la iglesia por una mentalidad que se centre más en promover el evangelismo y un sacerdocio centrífugo.
Todas las misas y celebraciones que nos dan fuerzas a los cristianos son muy importantes. Por eso contamos con un servicio de adoración todos los domingos, una escuela de domingo para todas las edades, el Instituto de Belén y el centro de formación y celebraciones en la iglesia los domingos por la tarde durante todo el mes. Sin embargo, hay una generación de ateos ahí fuera que viven sin Jesucristo, y se están perdiendo la alegría de nuestras celebraciones. Nosotros podemos multiplicar los servicios internos que tanto amamos y que nos hacen sentir tan bien, pero puede que ellos no entren nunca en nuestra iglesia. Y al final, todas nuestras adoraciones y celebraciones podrían resultar en vano si no llegamos a los corazones de la gente perdida.
Las celebraciones las dedicamos a la adoración del Rey, al fortalecimiento de sus súbditos reales, enviándolos a la conquista del amor entre los súbditos rebeldes de nuestra ciudad. Pero creemos que los súbditos reales del Rey podrán descubrir sus dones espirituales y participar en el sacerdocio a través de grupos más pequeños, en lugar de las misas multitudinarias los domingos por la tarde. Creemos que muchos de esos súbditos rebeldes que podrían responder al amor de la amnistía del rey estarían disponibles los domingos por la tarde más que otro día.
El objetivo del proyecto SPAN II es ampliar el equipamiento y el sacerdocio de los no creyentes de esta iglesia por el bien de aquellos que mueren sin Cristo, y por el bien de aquellos que nunca escucharon en el evangelio que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores. Y el deseo de mi corazón para Dios es que él nos bendiga los sueños imperfectos y derrame su espíritu sobre nuestra iglesia, para despertar poder y pasión sin precedentes para el ministerio y amor de nuestros vecinos perecederos. Y con ese fin, ruego por los jóvenes y los mayores en estos tres domingos para inspiraros a buscar el Reino primero y hacer del ministerio de la iglesia la meta de vuestra vida.
Obstáculos que los mayores y los jóvenes pueden encontrarse en el ministerio de la iglesia
Tanto los jóvenes como los mayores están expuestos a impedimentos importantes para el sacerdocio. La semana pasada ya hablamos sobre algunos de estos en el extremo superior del espectro; especialmente sobre el ocio y la mentalidad de los jubilados, que resulta tan extraña a las Escrituras. Dijimos que las personas mayores han de ser valoradas (Levíticos 19:32), movilizadas y evangelizadas (Salmo 71:18). El tipo de ministerio que buscáis en la iglesia cambiará con la edad. Pero no existe ninguna enseñanza bíblica que sugiera que entre los 65 y los 95 los santos deban desentenderse mientras que el mundo perece.
Hoy me centraré en los jóvenes y simplemente dejaré que jeremías explique los tipos de impedimentos que existen para el sacerdocio de los jóvenes. También dejaré que Dios nos de sus tres respuestas, nos inspire y nos anime a todos nosotros.
En jeremías 1:6 podemos apreciar la respuesta de jeremías ante la llamada de Dios. “Entonces dije: ¡Ah, Señor Dios! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.”
Podemos apreciar que él tiene una sensación de incompetencia (“No sé hablar”) y dice que su incompetencia es causada por su temprana edad para el trabajo que Dios le ha encomendado (“Porque soy joven”).
Ahora me doy cuenta de que Dios no llamó a la mayoría de la gente de esta sala para el tipo de ministerio profético y autoritario que encomendó a Jeremías; creo que el principio aquí se aplicaría a cualquier tipo de servicio, divulgación o ministerio de la iglesia que el Señor pone en tu corazón para que lo hagas. Algunos pueden decir: “No tengo la experiencia que debería, o la madurez que se necesita, o las destrezas que se necesitan”. Pero algunas percepciones sobre nosotros son erróneas. Dios ve cosas que nosotros no vemos y crea cosas en nosotros que no sabemos que pudieran existir. Esto no significa que los dones no cuenten. Significa que cuando el Espíritu Santo, ordinariamente confirmado por el cuerpo de Cristo, se inclina ante ti para servir a la gente de una manera determinada, tus objeciones han de llegar a la palabra alentadora de Dios.
Tres razones por las que animarse (para jóvenes y mayores)
Dios nos da razones por las que la protesta de Jeremías no debería alejarlo de la llamada de Dios. Él dice en el verso 7 “No me digas, soy joven”. No uses tu juventud como excusa para no adentrarte en algo grande con Dios. Y existen tres razones por las cuales Jeremías (y nosotros) deberíamos estar contentos (y no relajados) ante la llamada para servir al Señor. Tomémoslas simplemente en el orden en que aparecen en la conversación entre Dios y Jeremías.
1. La vida de Jeremías está arraigada a los objetivos de Dios
- Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes de que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones”. (Jeremías 1:5)
La primera razón por la cual Jeremías debería ser animado a llevar el ministerio es que su vida está arraigada a los propósitos soberanos e inquebrantables de Dios. Tened en cuenta los cuatro actos de Dios en torno al nacimiento de Jeremías:
1.1. Dios lo conocía
Al principio, Dios lo conocía: “Antes de que te formara en el seno materno te conocía” Dios tomó a Jeremías en su relación afectuosa, lo cuidó y lo eligió; Esta es la idea bíblica del conocimiento de Dios por su gente (Amós 3:2). Esto es verdadero en cada niño de Dios según los Romanos 8:29.
1.2. Dios lo consagró
En Segundo lugar, Dios lo consagró. “Antes de que nacieras te consagré” Dios lo apartó para encomendarle una misión sagrada. Lo destinó a hacer algo significante. Y esto es verdad también para vosotros. Dando a cada cristiano gracia y dones, Dios nos consagró para ser como Jesús y usar nuestros dones para su gloria.
1.3. Dios lo formó en el seno materno
En tercer lugar, Dios formó a Jeremías en el seno materno. “Antes de que te formara en el seno materno, te conocía”. El hecho de que Jeremías se convirtiera a pesar de la configuración genética de su madre y de si padre Hilkiah no fue ningún accidente. Dios lo formó y lo diseñó en el seno de su madre. La palabra hebrea (tsur) hace referencia al diseño de una casa o a la escultura de una estatua. El “tú” con el que Dios tiene que trabajar hoy, menos los vestigios y efectos del pecado, es un “tú” que él diseñó y conoce muy bien. Si él te llama para que hagas algo, es porque el diseño es correcto.
1.4. Dios nombró a Jeremías profeta
En cuarto lugar, Dios eligió a Jeremías profeta. “Te elegí profeta para las naciones”. Por eso nació Jeremías. Ese era su destino, y vosotros tenéis un destino también. Ningún cristiano ha venido al mundo sólo para vivir honestamente, crear una familia, disfrutar de una jubilación y morir. Cada uno de nosotros está llamado a un ministerio.
Así, nuestro primer estímulo para llevar a cabo nuestro ministerio es que nuestra vida está arraigada a los propósitos soberanos e inquebrantables de Dios. No sois vuestros propios amos, no sois Dioses. No estáis hechos por vosotros mismos; es Dios quien os ha creado. No lo elegisteis primero a él; él os eligió a vosotros primero. No sois un accidente, sois un diseño. Vuestra vida está arraigada a Dios y eso es una gran fuente de fuerza y estabilidad para aceptar la llamada de Dios.
2. La autoridad de Dios está detrás de su partida y su palabra
La segunda razón que Dios da al joven jeremías para superar su temible obstáculo es que la autoridad de Dios está detrás de su partida y su palabra. Esto lo podemos encontrar en el verso 7.
- Pero el Señor me dijo: “No digas: soy joven; porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás.”
El énfasis aquí está presente en el envío y el encomiendo de Dios por lo que él dice. La juventud de Jeremías no importa si él ha sido enviado por comisión de Dios y si él habla todo lo que Dios le encomendó
El mismo tema sobre su palabra se puede apreciar en el verso 9: “Entonces extendió el Señor su mano y tocó mi boca. Y el Señor me dijo: He aquí, he puesto mis palabras en tu boca.”
Más adelante, el poder y la efectividad de la palabra de Jeremías se describen en el verso 10: “Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.”
Dicho de otra manera, cuando jeremías pronuncia la palabra de Dios; cuando anuncia juicio o cuando promete bendición, se cumplirá. Los juicios se descompondrán y las promesas se construirán. No por el joven Jeremías (¡eso es lo que importa!) sino porque la palabra de Dios es poderosa.
Para todos nosotros, esto significa lo siguiente: hasta el punto de que Dios os ha llevado por el camino del servicio hoy; hasta el punto de que vuestras palabras conforman lo que la Biblia realmente enseña; y hasta el punto de que podéis decir junto con Jeremías: No estoy aquí por mi propia voluntad, ni hablo con mi propia autoridad. He sido enviado por dios y lo que él me encomiende, diré. Soy humilde por mi juventud, pero he sido alentado a que mi voluntad y mi palabra no sean mías propias.
3. Dios estará con él para enviarlo
La tercera razón que Dios le da a Jeremías para que no deje que su juventud lo disuada de su ministerio es que Dios estará con él para enviarlo. Verso 8:
No les tengas miedo,
Estoy aquí para enviarte,
Dijo el Señor.
Sobre todo entre los jóvenes, un obstáculo que solemos encontrarnos cuando servimos al Señor es el miedo al rechazo y a la oposición. Toda clase de pensamientos nos vienen a la mente sobre cómo a la gente le puede gustar o no la manera en que servimos a Dios. La gente puede no estar de acuerdo o sentirse ofendida. También podríamos cometer errores y recibir críticas por ello. El miedo del hombre es un gran obstáculo para la iglesia.
Por tanto, Dios nos dice: No temas, porque yo estaré contigo y te enviaré. La presencia y el consentimiento de Dios tienen más valor que todos los elogios de los hombres. Y Dios nos dice que estará con nosotros en todos nuestros problemas. Al final triunfarás. Serás más que un conquistador. Y Dios nos promete a todos lo mismo en este día:
- “Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni desampararé, de manera que decimos confiadamente: El señor es mi ayuda, no temeré. ¿Qué podrá hacerme el hombre? (Hebreos 13:5–6)
- “Si Dios estás por nosotros, ¿Quién estará contra nosotros? (Romanos 8:31)
Entonces dijo Dios a Jeremías y a los jóvenes que hoy en día están llamado a servirle: “No digas, ‘Soy joven’”. ¿Por qué?
- Porque nuestra vida está basada en lo propósitos soberanos e inquebrantables de Dios. Has sido elegido, consagrado, formado y nombrado por una buena causa.
- Porque la autoridad de Dios y no la tuya, es la que está detrás de tus acciones y tus palabras
- Porque Dios mismo estará contigo para liberarte en todos tus juicios.
¿De qué forma tendrá lugar tu ministerio sacerdotal?
Ahora permitidme terminar con una observación que espero que persuada a todas las personas que creen en la Biblia de que estas cosas tienen un significado inmediato y personal en vuestra vida. 1 Pedro 2:9 dice a todos los creyentes: “Pero vosotros sois linaje escogido...” Todos los cristianos pertenecen a un linaje. Sois sacerdotes. Tenéis la llamada de un sacerdote. No tenéis la necesidad de adivinar o preguntaros si habéis sido llamados para el ministerio. Sois sacerdotes por virtud de vuestra llamada para ser un cristiano. “Pero vosotros sois linaje escogido”
Esta gran doctrina del sacerdocio de todos los creyentes fue redescubierta durante la Reforma y especialmente en el ala de la Reforma llamada Pietismo, de la cual nosotros formamos parte. Philip Jacob Spener describió de manera muy bonita en 1675 lo que el sacerdocio significa:
- Todos los cristianos no solo están obligados a ofrecer sus oraciones, acción de Gracias, buenas acciones, almas, etc., sino también a estudiar laboriosamente la palabra de Dios, con la gracia que les ha dado para enseñar a los otros, en especial aquellos bajo su propio techo, para castigar, exhortar, convertir y edificarlos; para observar su vida, rezar por todos y en la medida de lo posible, preocuparse por su salvación. (Pia Disideria, Fortress Press, 1964, p. 94)
Spener tiene razón. No cabe duda sobre esto. Si eres cristiano, éste es tu sacerdocio y está llamándote. La única pregunta es: ¿De qué forma tendrá lugar tu ministerio sacerdotal durante este otoño? ¿Está Jesucristo convirtiéndome en un líder de un grupo más pequeño? ¿Me está llevando a nutrir la fe de los niños los miércoles por la tarde o los domingos por la mañana? ¿Me está llevando a un ministerio de discípulo de adolescentes y nuevos creyentes? ¿Me está conduciendo a llevar a cabo un estudio bíblico, evangelístico y laico? ¿Me está diciendo que visite a los enfermos o a que organice un equipo de fútbol, o incluso, que invierta mi tiempo en esfuerzos a favor de la vida? Mi sacerdocio, ¿me está llamando para el ministerio de la hospitalidad, de la escritura, de la oración de movilización, de la distribución de la literatura, de la alimentación de los que tienen hambre o del alojamiento de los sin techo?
- ↑ S.P.A.N THE NINETIES (Spreading Praise to All the Nations en inglés) fue un proyecto de financiación creado en los años noventa para construir un santuario al lado de la iglesia baptista de Belén, donde John Piper ejercía de pastor. El proyecto constaba de tres partes y aquí Piper se está refiriendo a la tercera parte. Además, el nombre en inglés hace referencia a la difusión de la oración por todo el mundo.
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