Mira a Cristo, ¿qué ves?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Regeneration (New Birth)
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Laura Coloma
Audio transcript
Mira a Cristo - ¿y qué ves en él? La respuesta a esta pregunta lo determina todo, y el por qué lo explicó el pastor John a 20,000 estudiantes durante las conferencias del movimiento Passion en Atlanta, el 3 de enero del 2015. Aquí está lo que dijo:
Supongo que para muchos de ustedes este no es el lenguaje con el cual crecieron al hablar del evangelio.
No sé si están familiarizados con alguien que dice, “Cuando Cristo murió por mí, lo mejor que me compró fue el regalo más grande del amor de Dios, específicamente el regalo de Dios de su belleza para satisfacer mi alma para siempre.” No sé cuántos de ustedes hablan así a veces. O cuando fueron salvados dijeron, “Esto es lo que pasó.”
Así que aquí está el por qué predico sobre este tema. Quiero que tú, cristiano de verdad, sepas que eso te pasó y que lo has experimentado. Puede que nadie te haya enseñado el lenguaje a utilizar para definir lo que Dios hizo en tu vida. Y luego hay otros entre ustedes que han estado jugando este juego llamado religión porque es un grupo popular en las instalaciones universitarias- y nunca lo habían visto. En estos momentos te estoy hablando en otro idioma. Ni siquiera sé lo que quieres decir con la belleza de Dios. Quiero que veas.
Así que tengo tres respuestas a esta última pregunta, qué diferencia haría en tu vida. Aquí está la número uno. Si crees, Passion sí lo cree y yo también, que el beneficio más grande del evangelio es el regalo de la belleza de Dios para tu alegría eterna, la implicación número uno es: Tu fe salvadora no es, en el fondo, una decisión sobre la verdad de Cristo, sino una visión de la gloria de Cristo. Lo diré de nuevo. En el fondo – esto es importante- en el fondo, tu fe, tu fe salvadora, no es una decisión sobre la verdad de Cristo. En el fondo, es ver la belleza de Cristo. La belleza de Cristo que todo satisface y todo cautiva.
Cuando estás frente a la belleza infinita que todo satisface, la pregunta no es, “¿Entonces, cuál es tu decisión? La pregunta es, ¿Qué ves? ¿Ves a Cristo en el evangelio como bello– más bello, más glorioso, más satisfactorio que cualquier otra cosa?” Esa es la pregunta. Esa es la pregunta de fondo. Cuando estás frente a la belleza infinita – belleza que todo lo satisface – la pregunta no es “¿Entonces, cuál es tu decisión?
Imagínate que estás en una clase de arte y la profesora te muestra una bella pintura. La ves y te parece aburrida y la profesora te dice, “Bueno, toma una decisión. Decide. ¿Es bella o es aburrida? La respuesta adecuada para la profesora es, “Así no funciona. Me muestras una pintura. Creo que es aburrida. Me pides que decida. Eso no es lo que se hace cuando uno ve algo. Uno no decide. Uno simplemente la ve bella o aburrida. Uno no decide verla como algo bello. Si me dices que debo escribir en el examen que es bella puedo hacerlo, pero hay un nombre para eso, se llama mentira o hipocresía.”
No puedes convencerte a ti mismo de ver bello algo que consideras aburrido. No funciona así. Y tienes razón al responder a la profesora de esa manera. Decidir no es lo que te lleva hasta allá. Alguna vez tuve 18 años. ¿Sabes hace cuánto tiempo atrás? Cincuenta años. Y cantaba una canción.
He decidido seguir a Jesús
He decidido seguir a Jesús
He decidido seguir a Jesús
No hay vuelta atrás
No hay vuelta atrás
Eso cantaba. Me encantaba. Lo creía. Y lo canto ahora y lo creo. Es una buena canción. Sin embargo, he aprendido algo. Detrás y antes de mi decisión de entregar mi vida al discipulado de Cristo Jesús, tenía que verlo. De lo contrario estoy jugando con él.
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