¿El gozo muere con el dolor?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Mariana Ramirez
Quiero resaltar la gran verdad de que la alegría cristiana no muere cuando el dolor abunda. La alegría y el dolor en la vida cristiana no son secuenciales, sino simultáneas. Somos llamados a siempre regocijarnos y, sin embargo, el dolor irrumpe como las olas sobre nuestras vidas.
El Salmo 30:5 LBLA dice, “El llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría”, lo cual es secuencial. Estoy al tanto de eso. Sin embargo, no creo que sea una contradicción, porque hay un tipo de alegría que es libre de dolor, libre de pena, sin lágrimas. Dios lo hace todo el tiempo por nosotros. No estamos experimentando el dolor porque sucedió algo que quitó ese dolor por la mañana. Pero no siempre sucede de esta manera. Incluso la noche anterior cuando el llanto sobra, la alegría no se ha ido. No ha muerto.
Pablo nos manda, “Por lo demás, hermanos míos, regocijaos en el Señor. A mi no me es molesto escribiros otra vez lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad. Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión” (Filipenses 3:1-2). El no dijo, “Regocijaos, luego paren de regocijarse y lidien con el conflicto”. No. “Regocijaos en el Señor… cuidaos de los perros”. Esto es simultáneo.
En Filipenses 3:18, Pablo describe a estas personas de nuevo: Os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo. Pablo está modelando el llanto por los perros y los malos obreros, incluso mientras nos manda a regocijarnos en medio del conflicto. Solo unos versos después, en el capítulo 4, él dice ( y repite, no sea que perdamos el punto), “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). La repetición dice: Sí, quise decir siempre, porque ya les he modelado como se regocijen y lloren al mismo tiempo.
La clave para este tipo de gozo en las circunstancias en las que somos propensos a murmurar, quejarnos o llorar se encuentra en la soberanía de Cristo y la dulzura de Cristo.
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Incluso en las pruebas, regocíjate
Tal vez sería de ayuda si te doy algunos otros ejemplos de la Biblia que apoyan esta experiencia simultánea de gozo y dolor - no secuencial, sino simultánea.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas (1 Pedro 1:3-6).
No hay secuencia ahí. “En lo cual os regocijáis, aunque ahora seáis afligidos” son experiencias simultáneas. Esa es la naturaleza de la vida cristiana. Segunda de Corintios 6:10 simplemente dice, “Entristecidos, mas siempre gozosos”. Estos son eventos simultáneos para los seguidores de Cristo. Por lo tanto, cuando los dolores se apoderan de nuestra vida como cristianos, lo cual hacen y harán regularmente bajo el cuidado providencial y disciplinario de nuestro Padre, nuestro gozo no morirá.
El día que mi mamá murió
Cuando tenía 28 años, mi madre murió. Recuerdo el lugar en el que estaba parado cuando la policía llamó. Mi cuñado dijo, “Johnny, tengo malas noticias.Tu mamá acaba de morir en un accidente de autobús y no sabemos si tu papá lo logrará”. Fui a mi cuarto y me arrodillé cerca de mi cama, lloré por dos horas.
Mientras lloraba por la pérdida de una de las personas más importantes en mi vida, me sentí abrumado de alegría. Me sentí abrumado de alegría porque ella fue una gran mamá. En segundo lugar, Dios me la había dado por veintiocho años. Tercero, nos habíamos reconciliado por la manera en que la trate cuando era niño. Cuarto, ella no sufrió por un largo tiempo. Fue instantáneo, en el momento. Por último, estaba abrumado de alegría porque ella ya estaba con Jesús.
Junto a la pérdida, la pérdida masiva - dolorosa y desgarradora - estaba la alegría, alegría, alegría. El gozo cristiano no debe morir con el quebrantamiento de dolores.
Tristeza y dulzura
Otro ejemplo, hace tres semanas hablé con mi hermana mayor, mi única hermana. Dios ha sido bueno con nosotros los últimos años para darnos una relación renovada, más dulce y profunda. Solo la veo una vez al año normalmente. Ella vive a 1,100 millas de distancia. Estábamos hablando por teléfono más que nada sobre las tristezas en nuestras vidas. Estábamos compartiendo nuestra tristeza y las emociones de esos momentos nos tomaron totalmente desprevenidos. Cuando colgué, le dije a mi esposa, “Esa ha sido la mejor conversación que he tenido con mi hermana”.
¿Qué fue eso? La conversación estuvo dominada por el llanto - la tristeza - pero algo más estaba pasando. Hubo un dulce momento emocional de conexión entre nosotros. Mi punto es que el gozo cristiano en Cristo no muere en la tristeza. No muere cuando el dolor abunda.
Un llamado a la alegría
Permiteme dejarte con esta exhortación personal de Filipenses. Recíbela como si el inspirado apóstol Pablo, e incluso el mismo Cristo, te hablaran.
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:4-7).
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