Deja que las cosas buenas se derramen
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Jon Bloom sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Yura Gonzalez
Todo lo que crea Dios es bueno (Génesis 1:31). Pero debemos tomar esto en gran medida con fe porque bajo la maldición de la caída a menudo no lo percibimos. A menudo, no lo creemos debido a nuestra naturaleza. Somos desorganizados y patológicamente egocéntricos. No estamos sincronizados.
Las únicas cosas que los humanos tendemos a creer que son buenas son aquellas que sacian nuestro apetito, aumentan nuestro prestigio, se alinean con nuestras preferencias, nos interesan gratamente, operan dentro de nuestro horario deseado y son convenientes y cómodas. Que son muy pocas en este universo.
Desde la infancia hasta la vejez experimentamos frustraciones. No nos gusta que nos digan qué hacer, qué comer, qué ponernos, cuándo ir a la cama, cuándo levantarnos, qué estudiar, cuándo estudiar, dónde estudiar, qué limpiar, cuándo limpiar, y así sucesivamente. No nos gustan los límites que nos imponen padres, maestros, jefes, cónyuges, hijos, asociaciones de vecinos, el gobierno o Dios. Nos revelamos contra las restricciones de la moral, la ética, el derecho, e incluso la biología.
No quiero decir que no debamos desafiar el mal que infecta a cualquier autoridad u organización. Deberíamos. Quiero decir que estamos propensos permanentemente a desafiar lo que es bueno. Tenemos una inclinación a no creer en Dios, que su diseño – que también implica límites – es lo mejor para nosotros (Génesis 3: 4-6). Tenemos un vil deseo de ser dioses soberanos, autónomos y auto determinados.
El diseño de Dios permite que el bien se derrame
Debemos tener en cuenta este pecaminoso deseo al evaluar cómo nos sentimos sobre el buen diseño de Dios sobre la masculinidad y la feminidad. Recuerda, hacemos resistencia y solemos relevarnos contra una serie de estructuras porque sentimos que nos confinan o limitan aun cuando son para nuestra mejor dicha.
Dios diseñó a los hombres y las mujeres. Los hizo complementarios. Cuando nosotros, como hombres y mujeres, confiamos en lo que dice Dios sobre el significado de ser hombre o mujer y cumplimos sus instrucciones, el resultado es armonía. Cuando lo ignoramos, el resultado es discordancia.
G. K. Chesterton dijo: "Cuanto más analizaba el cristianismo, más descubría que si bien había establecido una regla y un orden, el objetivo principal de ese orden era dar lugar a la abundancia de cosas buenas".
De eso trata el nuevo libro Diseñado para la felicidad (Designed for Joy): el hermoso diseño de Dios que libera todo lo bueno de la masculinidad y la feminidad para que abunde gloriosamente. Catorce jóvenes líderes proyectan una visión unificada de la masculinidad y la feminidad cristianas y cómo el evangelio afecta tanto a hombres como a mujeres, así como a la identidad y la práctica.
Léelo para para que experimentes gran regocijo. Y confía en las promesas de Dios más que en tus percepciones.
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