Piper se reúne con los Moonies

De Libros y Sermones Bíblicos

La semana pasada pasé una hora y media con el líder del distrito de cinco estados de la Iglesia Unificada y tres de sus amigos. Nos reunimos en mi oficina de la iglesia y Tom Steller se unió luego. El encuentro sucedió porque por cinco semanas, tres a seis seguidores de Sun Moon habían estado viniendo a nuestros servicios de adoración. Lo siguiente es lo que aprendí y por qué pienso que la Iglesia Unificada es culpable de la herejía Gálata. Primero, la Biblia es una autoridad secundaria después del Principio Divino, que contiene la enseñanza de Moon. Este es visto como la revelación divina. La razón por la que digo que la Biblia es secundaria, tiene dos aspectos: 1) El Principio Divino pretende llevar la revelación más allá y darnos el clímax decisivo del plan de Dios más completamente que la Biblia misma; 2) El Principio Divino provee el lente por el cual la Biblia debe ser vista para tener la correcta interpretación. Esto es una depreciación de la palabra de Dios (ver Judas 3) y, como veremos, es un rechazo de la finalidad de Cristo. El líder dice que cree que el Principio Divino es palabra de Dios porque siente que Dios le habla en su corazón cuando él lo lee. Segundo, el “señor del segundo advenimiento” no es Jesús sino Sun Moon. Aquí son muy sutiles. Dicen, “Cristo va a regresar.” Pero si les preguntas, “¿Te refieres a Jesús?” ellos dicen, “Cristo es una cargo, no el apellido de Jesús.” Moon, ellos creen, llena el cargo del regreso de Cristo. El es la segunda venida. Y su tarea es completar la obra que Jesús no terminó, explícitamente, reunir una familia pura de Dios en la tierra. (Lea Mateo 24:23-27) para ver cómo su visión es advertida en la Escritura.) Jesucristo no es preeminente en la teología de Unificación. El no es la palabra final y decisiva de Dios. El es sustituido por Sun Moon, el “señor del segundo advenimiento.” Tercero, la cruz de Cristo no fue necesaria como un sacrificio expiatorio de sustitución por nuestros pecados. Jesús vino a restaurar lo que estaba arruinado por la caída, una familia humana perfecta de Dios. El iba a casarse y tener hijos y así propagar una nueva raza de gente. Pero la muerte lo interrumpió y por eso una segunda venida de Moon es necesaria para terminar la obra que Jesús no pudo hacer. La cruz, por lo tanto, no es una obra central y predestinada de Dios para propiciar la ira de Dios y expiar el pecado. Cuarto, cuando una persona muere y no ha alcanzado una unión perfecta con Dios, su espíritu tiene la oportunidad de crecer en la salvación. La manera cómo ocurre es que el espíritu del fallecido encuentra una persona viva del mismo nivel espiritual que tenía cuando murió. Hasta el grado que puede ayudar a esta persona viva en una unión espiritual con Dios, al grado que el mismo progresa hacia Dios. No es de sorprender que los Moonies por lo tanto terminan con la salvación no por gracia sino por obras. Cristo no pagó la redención en la cruz, la ganamos por nuestros propios esfuerzos sea antes o después de la muerte. En resumen, entonces, Jesucristo no tiene el lugar de honor en la teología Unificada. Su palabra no es final y decisiva; su regreso prometido es usurpado por otro; su cruz no es expiatoria; y nuestra salvación es por nuestros méritos más que los de El. Esta una forma de la herejía Gálata. Les dije esto a mis invitados sin términos ambiguos. Su reacción es típicamente una sonrisa y una declaración lamentando que hubieran deseado que yo no me concentrara tanto en nuestras diferencias, sino en nuestras similitudes. Esta es la esencia de la estrategia Moonie: muchas sonrisas y gentilezas y minimizando abismos evidentes de diferencias teológicas. Estoy persuadido que la mejor defensa es una buena ofensa: conocer tus Escrituras y exaltar a Cristo a cada momento. Ora para que en nuestros servicios ellos vean su insensatez y se refugien en la cruz. Ten la seguridad que la “Luna” caerá y el “Sol” se levantará. Esperando el rayo, Pastor John