Un Mejor Pacto

De Libros y Sermones Bíblicos

“Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.” (Heb. 7:22).

- Hebreos 7:22

El legalismo ha sido una tentación perenne para la Iglesia. El apóstol Pablo, por ejemplo, tiene que amonestar a los gálatas cristianos por tratar de asegurar su salvación mediante la observación de la ley. A partir del siglo XIX, diversos grupos de santidad miraban con recelo a cualquiera que bebía café o jugaba a las cartas. En nuestros días, hay algunos grupos que consideran como estando fuera de la verdadera fe a cualquier cristiano que observa el Shabbath el domingo en lugar del sábado.

Estas personas no creen realmente que el Nuevo Pacto sea mejor que el Antiguo. Y, como ellos, el público original del libro de Hebreos estaba dudando de la superioridad del Nuevo Pacto. Pero no debe haber ninguna duda acerca de la superioridad del Nuevo Pacto, ya que tiene un Sumo Sacerdote eterno que fue nombrado, no sobre la base de la descendencia legal, sino sobre la base de una vida indestructible (Heb. 7:16). Y a diferencia de los sacerdotes de la antigüedad, este Sumo Sacerdote fue hecho así por medio de un juramento divino (7:20-21).

Es este juramento que “hace a Jesús sea el fiador de un mejor pacto” (7:22). Esto no quiere decir que el Antiguo Pacto no era bueno. Es sólo que el Nuevo Pacto es mucho más glorioso. En lugar de esperar el día en que Dios resolvería nuestro problema del pecado, ahora miramos atrás hacia a la Cruz como la respuesta. Ya no tenemos que ir al templo vez tras vez para ofrecer sacrificios por el pecado. Ahora podemos regocijarnos en Aquel que ha proporcionado la expiación perfecta. No tenemos un mediador que ha pecado igual que nosotros. Más bien, tenemos un mediador que está libre de pecado. A diferencia de las ordenanzas sacerdotales del Antiguo Pacto que estaban destinadas a desaparecer, tenemos un pacto que durará para siempre porque nuestro sacerdote es Sumo Sacerdote para siempre. Nosotros no tenemos una promesa obscura, sino un glorioso cumplimiento.

John Owen nos dice que Dios no hubiera dejado a un lado el Antiguo Pacto de no ser que el nuevo fuese mucho más maravilloso. Es maravilloso porque tiene un fiador. Activará nuestra transformación en siervos que con mucho gusto y voluntariamente obedecemos a Cristo en todas las cosas. Cristo, nuestro fiador, obra en nuestros corazones y eliminará la presencia del pecado de nosotros tal como ya ha eliminado su castigo. Nosotros, en esta vida, viviremos cada vez con mayor obediencia a Cristo y, cuando regrese, seremos finalmente y completamente conformados a Su gloriosa imagen (1 Cor. 15:49).

Coram Deo

El juramento de Dios, un beneplácito para nosotros, garantiza la superioridad del Nuevo Pacto. Dios ha jurado que este pacto nunca será reemplazado. No hay nada que lo hará cambiar eso jamás. Reflexione sobre su condición como miembro del Nuevo Pacto y recuerde que usted vive en un período mejor que cualquiera de los santos del Antiguo Pacto.

Pasajes para Estudio Adicional

Jer. 31:31-34
Ez. 37:24-28
2 Cor. 3:4-6
Heb. 9:15

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