Juan, el último profeta
De Libros y Sermones BÃblicos
Por D.A. Carson
sobre Figuras Bíblicas
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Maria Luisa Yudice
- “En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él” (Mateo 11:11).
Juan el Bautista es el más grande simplemente porque él es el único que manifestó quién era Jesús con gran claridad.
En los versículos 10 y 11 encontramos quién era Juan. Jesús nos dice: “Este es de quien está escrito: HE AQUÍ, YO ENVÍO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN PREPARARÁ TU CAMINO DELANTE DE TI”. Es decir que Juan no fue solo profeta, sino también objeto de profecía, la persona sobre la cual la profecía fue escrita. ¿Cuál profecía? La profecía de Malaquías revela que habría un mensajero antes de la aparición del Señor, un mensajero que anunciaría y prepararía el camino del Señor, un precursor, un predecesor. Juan era esa persona.
“En verdad”, dijo Jesús en el versículo 11, “os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista”. ¿Qué quiso decir Jesús? Claramente, expresa que Juan el Bautista debe ser visto como alguien más grande que el rey David, el gran rey David; más grande que Moisés, quien bajo la mano de Dios introdujo el código del Sinaí, la ley, los diez mandamientos. Juan es más grande que Abraham, el primer patriarca, el creador de toda la raza judía. Es más grande que Isaías, quien escribió la canción del siervo: “Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados” (Isaías 53:5).
Juan el Bautista es el más grande simplemente porque él manifestó quién era Jesús con gran claridad. La ley profetiza, representa a Jesús en varias formas en todo el sistema sacrificial. Moisés por consiguiente anuncia a Jesús. Moisés es la figura de Deuteronomio 18:18 que anuncia al profeta que ha de venir. El rey David es el arquetipo de rey, y Jesús desciende de David; por tanto, David da testimonio de Jesús. Isaías, sin duda, dio testimonio de Jesús. Incluso Jeremías señaló quién era Jesús. Sin embargo, fue Juan el Bautista quien manifestó directamente quién era Jesús. Juan expresó: "Él es. Él es el Mesías prometido, el Cordero de Dios, a quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia, quien bautiza en el Espíritu Santo prometido bajo los términos del nuevo pacto. Él es". Eso es lo que hace grande a Juan el Bautista.Aunque Juan nunca hizo un milagro, todo lo que Juan dijo de Jesús, es verdad. El era un predicador del desierto, pero señalo quien era Jesús, y es lo que lo hizo grande.
La misma cosa es señalada en el evangelio de Juan en Juan 10:40-42. Nosotros leemos estas notables palabras: “Se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan, y se quedo allí. Y muchos vinieron a Él y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de este era verdad. Y muchos creyeron en El allí”. Por lo tanto la grandeza de Juan no consistió en la habilidad de hacer milagros, porque no hizo ninguno, tampoco en la habilidad de escribir grandes libros como Isaías, porque él no escribió ninguno, tampoco en la habilidad de guiar a un gran pueblo, el nunca fue rey. El no fue un gran predicador, el nunca ofreció un sacrificio. El era un predicador del desierto. Pero el señalo quien era Jesús, y eso es lo que lo hace grande.
Por eso Jesús dijo que la grandeza de Juan el Bautista era superior a cualquiera que haya nacido de mujer (lo cual es bastante universal- podría excluir a Adán, y eso es todo) y lo hace que sea quien dice ser-uno con Dios- o un loco internacional. No hay una posibilidad intermedia, ninguna. Entonces, nosotros encontramos aquí, en otras palabras, la identificación publica del predecesor y la identificación publica de su propio papel y lugar en la historia redentora.
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