Formado con un rapido movimiento de sus dedos

De Libros y Sermones Bíblicos

Parte de un Sermón del 26 de Mayo, 2003

El diciembre pasado, como casi todos, fui a ver la película “The Two Towers” (Las Dos Torres, segunda parte del Señor de los Anillos). Quedé fascinado con la secuencia de los grandes, majestuosos, triunfantes eventos de los arboles caminando y las grandes rocas arrojadas desde el castillo aplastando en pedazos a las manadas de Saruman, Legolas avanzando por el castillo, arrojando las flechas con su arco, y la llegada del gran caballo blanco perfecto, galopando contra las manadas de Saruman. Me encantó. Era nuestro aniversario número 34. Luego fuimos a cenar.

Le dije a Noel: “¿Sabes lo que más me gustó de la película?” Me hizo admirar y temer más a Jesucristo. Ella dijo: “¿De qué manera?”. Respondí: “Porque mientras estaba ahí sentado mirando la película, pensé que si esos eventos pasaran de verdad en la tierra o en el medio de la tierra, la Tierra es un pequeño planeta en el sistema solar aproximadamente 7 billones de millas a lo largo. El sistema solar es un sistema pequeño dentro de la Vía Láctea, la cual mide seiscientos mil trillones de millas de largo. La galaxia en la que vivimos es una galaxia de tamaño mediano modestamente ubicada en un universo que probablemente tiene alrededor de cien millones de galaxias. Jesús puso el universo en su lugar con un rápido movimiento de su meñique”.

La próxima vez que estés en el cine y estés fascinado, tradúcelo así. Deja que tu corazón tiemble ante lo que es realmente grandioso, ante lo que es realmente fascinante: Jesucristo. En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios... Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Juan1:1,3). Él lanzó todo con un movimiento de su dedo meñique.

Si te vas a quedar fascinado con la cinematografía, mira a tu alrededor o cómprate un telescopio.