No estás esclavizado a tu pasado
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Bradley Sullivan
El cristianismo significa que el cambio es posible: un cambio fondo y fundamental. Es posible hacerse tierno de corazón cuando solías ser cruel e insensible, es posible dejar de ser dominado por la amargura y la ira, y es posible convertirse en una persona cariñosa sin hacer caso de tus antecedentes.
La Biblia asume que Dios es el factor decisivo para hacernos lo que debemos ser. Con una franqueza maravillosa, la Biblia dice <<Sed quitada la malicia y sed tierno de corazón>> (ver Efesios 4: 31-32). No dice <<Si puedes…>>, ni <<Si tus padres te fueran tiernos de corazón…>>, ni <<Si no fueras terriblemente maltratado o abusado…>>, sino dice <<Ser tierno de corazón>>.
Esto es una gran liberación. Nos libera del terrible fatalismo que dice que el cambio es imposible, y nos libera de los puntos de vista mecanicistas que declaran que nuestros antecedentes son nuestros destinos.
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Los mandamientos con poder
Si estuviera encarcelado y Jesús entró en mi celda y me dijo: <<Deja este lugar esta noche>>, podría estar aturdido, pero si confiaba en su bondad y poder, sentiría una oleada de esperanza de que la libertad es posible. Si él lo ordena, lo puede lograr.
Si es de noche y la tormenta está embravecida y las olas se rompen en el muelle, y el Señor viene a mí y dice: <<Zarpa mañana por la mañana>>, entonces hay un estallido de esperanza en la oscuridad. Él es Dios. Él sabe lo que hace. Sus mandamientos no son palabras desechables.
Sus mandamientos siempre vienen con una verdad de liberación, que cambia la vida, para creer. Por ejemplo: <<Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros [eso es el mandamiento], así como también Dios os perdonó en Cristo [eso es la verdad que cambia la vida]. Por consiguiente, sed imitadores de Dios [mandamiento], como hijos amados [verdad que cambia la vida], y caminad en amor [mandamiento], como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, una ofrenda fragante y un sacrificio a Dios [verdad que cambia la vida]>> (Efesios 4: 32 – 5: 2).
Hay un poder que cambia la vida en las verdades de este texto. Reflexiona conmigo mientras rezas por ese poder para cambiarte.
1. Dios nos adoptó como sus hijos.
Nosotros tenemos un nuevo Padre y una nueva familia. Esto rompe las fuerzas fatalistas de nuestro “familia de origen”. <<No llames a nadie tu padre en la tierra, porque tienes un Padre, que está en el cielo>> (Mateo 23: 9).
Una vez escuché a un joven citar a Hebreos 12: 10-11 con lágrimas de profunda convicción y gran alegría porque le aseguraron que no estaba condenado a pensar en Dios en términos de su abusivo padre terrenal: <<Nos castigaron [nuestros padres terrenales] por un corto tiempo porque les parecía mejor a ellos, pero Él nos castiga por nuestra bondad, que podemos compartir su santidad. Por el momento, toda disciplina parece dolorosa en lugar de agradable, pero luego cede el pacífico fruto de la rectitud a aquellos que han sido entrenados por ella>>.
Ellos hicieron esto…pero él hice eso. Esto es una verdad que cambia la vida. Podemos saberla, creerla, y ser cambiados por ella, sin hacer caso de nuestros padres terrenales. Dios se revela en su palabra para revolucionar nuestro pensamiento en su paternidad. No estamos malditos para pensar en las viejas categorías si nuestra crianza fue defectuosa.
2. Dios nos ama como sus hijos.
Nosotros somos “hijos amados”. El mandamiento de imitar el amor de Dios no pende en el aire; viene con poder: <<Sed imitadores de Dios como hijos amados>>. <<¡Amad!>> es el mandamiento y <<ser amado>> es el poder.
3. Dios nos ha perdonado en Cristo.
Sé tierno de corazón y misericordioso como Dios en Cristo te perdonó. Lo que hace Dios para nosotros se convierte en el poder de cambiar. Él nos perdonó. Eso abre una relación de amor y un futuro de esperanza. ¿Y no fluye el corazón cariñoso de un corazón abrumado por ser amado inmerecidamente y ser asegurado eternamente? El mandamiento de tener un corazón tierno tiene más que ver con lo que Dios ha hecho por ti que con lo que tu madre o tu padre te hicieron. No estás esclavizado a tu pasado.
4. Cristo te amó y se entregó a sí mismo por ti.
<<Caminad en amor, como Cristo nos amó>>. El mandamiento de caminar en amor viene con la verdad que cambia la vida que estamos amados. Al momento que hay una oportunidad de amar, y alguna voz dice, <<No eres una persona cariñosa>>, puedes decir <<El amor de Cristo para mí me convierte en una nueva clase de persona. Su mandamiento de amar es tan seguramente posible para mí como su promesa de amor es verdadera para mí>>.
Mi súplica es que resistas el fatalismo con todo tu poderío – mejor, con todo el poderío de Dios. El cambio es posible: persíguelo hasta que seas perfeccionado en la Venida de Cristo.
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