Cómo Dios nos vivifica

De Libros y Sermones Bíblicos

Transcripción de audio

Esto es 1 Pedro 1:23–25: “Siendo renacidos” —espero que eso sea cierto de ti. “Siendo renacidos” —es decir, tienes vida— “no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: ‘Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la Palabra del Señor permanece para siempre’. Y esta es la Palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”.

¿Cómo sucede el milagro de la vida? Por el Espíritu, a través de la Palabra. Cuando entiendes que, a través de la Palabra, sucede la vida eterna, eso te hace temblar. Te dan ganas de besar este libro. No somos bibliólatras. Recuerdo a un profesor que estaba tratando de hacer este punto y tiró la Biblia a un bote de basura en una clase de seminario —ninguno de los nuestros. Yo nunca haría eso, pero entendí el punto. Entiendo el punto.

Aquí está la perspectiva de Santiago 1:18 del mismo punto: “Él, de Su voluntad, nos hizo nacer por la Palabra de verdad, para que seamos primicias de Sus criaturas”. ¿Cómo llegaste a ser una nueva creación en Cristo? Él te hizo nacer por la Palabra. Es temblorosamente glorioso que la Palabra sea el instrumento del milagro de la vida eterna.

Entonces, el nuevo nacimiento —el comienzo de toda la vida cristiana— es un milagro de la Palabra. Los escritores tienen la intención de que sus palabras sean un medio para ese milagro de una vida nueva. Así que, no es sorprendente, entonces, que si el drama vitalicio de la vida cristiana comenzó por la Palabra —con el milagro de la vida— todo lo demás que agrada a Dios y cuenta para la eternidad viene por la Palabra a través de esa obra sobrenatural, porque tú estás vivo. Tú eres quien lo hace y eres una nueva persona.