¿Cómo lograr no olvidar las Escrituras ya memorizadas?

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Revisión a fecha de 19:46 20 nov 2024; Pcain (Discusión | contribuciones)
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English: How do you avoid forgetting Scripture that you've memorized?

© Desiring God

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Traducción por Laura Reinisch


¿Cómo lograr no olvidar las Escrituras ya memorizadas?

Yo las olvido. Pero prácticamente, ¿cómo poder retenerlas en mente lo más posible? Existe solamente una palabra para esto. Repasar.

Repasar, repasar, repasar. No existe un método para memorizar Escriturar que prevenga el olvidarlas. Algunas personas no olvidan nada. Algunas personas cuentan con retentiva mental que les ayuda a retenerlas. Pero solo 1 en 10,000 personas pueden hacer esto. Las personas promedio, como yo, tenemos que trabajar muy duro para memorizarlas la primera vez, y luego repasarlas continuamente para retenerlas. Así que yo me memorizo versículos todos los días, y los olvido cada día.

Esta mañana me volví a memorizar un versículo. Terminé Deuteronomio y me encontré con un versículo que me había memorizado hace años. Quizás lo memoricé una vez al año, porque leo la Biblia completa una vez al año.

El versículo es Deuteronomio 33:26. "No hay Dios como el Dios de Jesurún, que cabalga sobre las nubes de los cielos para venir, con su grandeza, en tu ayuda." Así que, lo tengo memorizado. Probablemente lo olvidaré en una semana. Se me dificulta recordar ese versículo.

Probablemente me he memorizado ese versículo cinco veces en cinco años. Lo olvido por que no lo utilizo con tanta frecuencia como otros versículos. Entonces, lo anoto en un papelito y lo guardo en mi bolsillo, lo saco durante el día una o dos veces. Si intento grabarlo por siempre en mi memoria para que me sea útil, entonces lo conservo y repaso.

Algo práctico que puedo sugerirle a la gente, es que decidan en la agrupación del texto que desean tener siempre a su disposición. En mi caso, puedo citar el Salmo 46, Salmo 23, Salmo 1, Romanos 8, 2da de Corintios 5:21, un grupo de textos entorno al tema de la justificación, 1ra de Pedro 4:11—"Cuando hable alguno, hágalo ciñéndose a las palabras de Dios; cuando alguno sirva, hágalo según el poder que Dios le haya dado, para que Dios sea glorificado en todo por medio de Jesucristo, de quien son la gloria y el poder por los siglos de los siglos." Este es el versículo más citado mientras nos movemos hacia la adoración en Belén.

Entonces en mi alma, para la batalla en mi vida, y para el ministerio en hospitales y sesiones de consejería, deseo tener un grupo de textos disponibles. Decidir cuáles son, anotarlos en una hoja de papel, y repasarlos hasta dominarlos. Les voy a contar un relato.

Durante mi primer o segundo año de servir como pastor me llamaron al hospital—de inmediato. Asistí sin mi Biblia. La esposa de Rollin Erickson acababa de sufrir un ataque cardiaco. Entré a una habitación con probablemente 20 parientes quienes no sabían si ella estaba viva o muerta—puesto que estaba en cirugía. Rollin me dio un fuerte abrazo y dijo, "John, danos una Palabra del Señor." Ahora, si hubiera tenido mi Biblia, la hubiera abierto a un Salmo o algo parecido. No tenía mi Biblia, y por alguna razón, a la edad de 35 años, mi mente se fue en blanco.

Me sentí tan humillado. Fue horrible. Había 20 personas, y el esposo de una mujer agonizando me dice, "Danos una Palabra del Señor," y ni siquiera recuerdo lo que dije. Probablemente dije, "Oremos," e intenté parafrasear alguna Escritura. Me fui a casa y de rodillas esa tarde, dije, "Señor Jesús, esto jamás ocurrirá de nuevo." Abrí el Salmo 46—"Dios es nuestro amparo y fortaleza." He sido capaz de citar el Salmo 46 palabra por palabra los últimos 28 años. Decidí que el Salmo 46 va a estar en mi cabeza por que es muy útil todo el tiempo.

La respuesta es, repasar. Pero no intente hacer esto con cada versículo que aprende. Usted debe estar aprendiendo cientos de versículos bíblicos de memoria, y olvidando el 90% de ellos. Pero entonces usted volverá a verlos y a aprenderlos de nuevo, y continúan permaneciendo con usted porque los aprendió anteriormente. De algún modo funcionarán y aparecerán en su vida.

Entonces, aprenda en realidad apréndase de memoria un grupo de palabras que fortalezcan el alma.


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