El Sufrimiento de Cristo y la Soberanía de Dios
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre La Soberanía de Dios
Una parte de la serie 2005 Desiring God National Conference
Traducción por Adriana Quintero
Conferencia Nacional de “Desiring God”, 2005.
En esta sesión final, lo que quiero hacer es magnificar a Cristo en su sufrimiento. Y, en el proceso, quiero plantear la explicación bíblica fundamental acerca de la existencia del sufrimiento. Y lo quiero plantear de tal manera que ustedes y yo nos vamos a librar de los efectos paralizantes del abatimiento y lastima hacia nosotros mismos, el temor y el orgullo para que podamos nosotros, hábiles or deshabilitados, enfocarnos en propagar una pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas (incluyendo el sufrimiento) para el deleite de todos los pueblos a través de Jesucristo.
La Explicación Bíblica Fundamental acerca de la Existencia del Sufrimiento.
Yo creo que el universo entero existe para demostrar la grandeza de la gloria de la gracia de Dios. Planteándolo más sencillamente, el universo entero existe para demostrar la grandeza de la gloria de Dios. Esto sería cierto. Pero la Biblia es más concreta. La gloria de Dios brilla más brillante, mas plena y mas bellamente al manifestar la gloria de su gracia. Por lo tanto, esta es la meta y explicación fundamental de todas las cosas, incluyendo el sufrimiento.
Dios dictaminó desde toda la eternidad a demostrar la grandeza de la gloria de su gracia para el deleite de todas sus criaturas, y El lo reveló a nosotros que esta es la meta y explicación fundamental de porque hay pecado y porque hay sufrimiento y porque hay un gran Salvador que también sufre. Jesucristo, el Hijo de Dios, vino en carne para sufrir y morir, y por medio de ese sufrimiento y esa muerte para salvar a pecadores indignos como ustedes y yo. El hecho de venir a sufrir y morir es la manifestación suprema de la gloria y de la gracia de Dios. O planteándolo de una manera distinta, la muerte de Cristo en el sufrimiento supremo es la muestra más clara, más alta y más cierta de la gloria de la gracia de Dios. Si eso es cierto, entonces se revela una verdad sensacional, a saber, el sufrimiento es una parte fundamental del universo creado en donde la grandeza de la gracia de Dios puede ser revelada tan plenamente. El sufrimiento es una parte fundamental del tapiz del universo a fin de que el tejido de gracia pueda verse por lo que verdaderamente es.
O, planteándolo de la manera más sencilla y completa: La razón fundamental de porque el sufrimiento existe en el universo es con el fin de que Cristo pueda demostrar la grandeza de la gloria de la gracia de Dios al sufrir El mismo para allanar nuestro sufrimiento. El sufrimiento del completa e infinitamente inocente Hijo de Dios en el lugar de los pecadores que son completamente indignos para traernos a un deleite eterno es la demostración más grande que ha habido o puede haber de la gloria de la gracia de Dios.
Al concebir un universo para demostrar la gloria de su gracia, Dios no escogió un plan contingente. Este fue el momento, el Viernes Santo, para lo que todo en el universo fue planeado. No hubo mejor demostración de la gloria de de la gracia de Dios que lo que ocurrió en Calvario. Todo conduciendo a él y todo fluyendo de él es explicado por él, incluyendo todo el sufrimiento en el mundo.
La senda bíblica que conduce a esta verdad.
Caminen conmigo, si quieren, por la senda bíblica que me he conducido a esta verdad. Hasta este punto, parece ser teología o filosofía rimbombante. Pero es muchísimo mas que eso. Es lo que las propias Escrituras enseñan.
Apocalipsis 13:8
Comencemos con Apocalipsis 13:8. Juan escribe:”La adorarán [la bestia] todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”. Esa es una traducción buena, cuidadosa y a la letra. Esto quiere decir que antes de que el mundo fuera creado, había un libro llamado “el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”. El Cordero es Jesucristo crucificado. El libro es el libro de Jesucristo crucificado. Por consiguiente, antes de que Dios creara al mundo ya tenía en vista a Jesucristo inmolado, y ya tenía en vista a las personas adquiridas por su sangre escrita en ese libro. Por consiguiente, el sufrimiento de Jesús no fue una ocurrencia tardía, como si la obra de creación no surgió de la manera que Dios la había planeado. Antes de la fundación del mundo Dios tenía un libro llamado “el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”. La inmolación del Cordero estaba en vista antes que comenzara la obra de la creación.
2 Timoteo 1:9
Consideren entonces a 2 Timoteo 1:9. Pablo mira hacia atrás a la eternidad antes de que comenzaran las épocas y dice: “ [Dios]quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y según la gracia[es decir, El nos dio esta gracia] que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad”. Dios nos dio gracia [un favor inmerecido, un favor hacia los pecadores ¡gracia!] en Jesucristo antes de que comenzaran las épocas. Aun no habíamos sido creados. Aun no existíamos para que pudiéramos pecar. Pero Dios ya había dictaminado esa gracia, un tipo de gracia “en Cristo”, una gracia comprada con sangre, una gracia que supera al pecado, una gracia que vendría a nosotros en Cristo Jesús. Todo esto antes de la creación del mundo.
Así que hay un “libro de la vida del Cordero que fue inmolado”, y hay una “gracia” que fluye hacia los pecadores indignos que aun no han sido creados. Y no pierdan la magnitud de la palabra "inmolado" (esphagmenou): “El Cordero que fue inmolado”. Este término es usado exclusivamente por el apóstol Juan en el Nuevo Testamento, y literalmente significa “sacrificio". Así que aquí tenemos al sufrimiento – el sacrificio del Hijo de Dios – en la mente y plan de Dios antes de la fundación del mundo. El Cordero de Dios va a sufrir. Él será sacrificado. Ese es el plan.
¿Por qué? Les voy a dar el texto bíblico que nos da la respuesta, pero permítanme afirmarlo de nuevo: Es porque el objetivo de la creación es la demostración más llena, más clara y más segura de la grandeza de la gloria de la gracia de Dios. Y esa demostración es el sacrificio del mejor ser del universo para millones de pecadores indignos. El sufrimiento y muerte del Cordero de Dios en la historia es la mejor demostración posible de la gloria de la gracia de Dios. Por este motivo Dios lo planeó antes de la fundación del mundo.
Efesios 1
Aquí está el texto Bíblico que lo apoya, comenzando con Efesios 1 y luego con Apocalipsis 15: En Efesios 1:4 Pablo dice: [Dios] nos escogió en El [es decir, en Cristo] antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia.” La meta de la historia total de la redención es de causar la alabanza de la gloria de la gracia de Dios.
Pero, observen que Pablo dice dos veces en estos versículos que los planes ocurrieron “en Cristo” o "mediante Cristo” antes de la fundación del mundo. En el versículo 4 él dice: Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo paraalabanza de la gloria de su gracia. En el versículo 5 él dice: Dios predestinó nuestra adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, para alabanza de la gloria de su gracia. ¿Qué quiere decir que “en Cristo” fuimos escogidos y que nuestra adopción iba a ocurrir "mediante Cristo"? Sabemos que en la mente de Pablo, Cristo sufrió y murió como redentor para que pudiéramos ser adoptados como hijos de Dios (Gálatas 4:5). Nuestra adopción no podía ocurrir aparte de la muerte de Cristo
Por lo tanto, lo que Pablo quiere decir es que para escogernos "en Cristo" y para planear nuestra adopción "mediante Cristo" Dios tuvo que planear el sufrimiento y muerte de su Hijo antes de la fundación del mundo. Y los versículos 6, 12 y 14 ponen en claro que la meta de este plan era causar "la alabanza de la gloria de la gracia de Dios”. Este era el objetivo de Dios. Y por eso planeó el sufrimiento y la muerte de su Hijo para los pecadores antes de la creación del mundo.
Apocalipsis 5:9-12
Ahora consideren el segundo texto bíblico de Apocalipsis 5:9-12 que apoya esto. Aquí los servidores celestiales están adorando al Cordero precisamente porque fue matado, asesinado, sacrificado.
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.”. . Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz:” El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.”
Los servidores celestiales enfocan su adoración no solo en el Cordero sino en el “Cordero que fue inmolado”. Y siguen cantando este cantico en Apocalipsis 15:3. Por consiguiente, podemos concluir que el punto central de la adoración celestial para toda la eternidad será la demostración de la gloria de la gracia de Dios en el Cordero inmolado. Los ángeles y todos los redimidos cantaran del sufrimiento del Cordero por los siglos de los siglos. Nunca será olvidado el sufrimiento del Hijo de Dios. El más grande sufrimiento que ha habido será el punto central de nuestra adoración y nuestra admiración por los siglos de los siglos. Esta no es una ocurrencia tardía de Dios. Este ha sido el plan desde antes de la fundación del mundo. Todo lo demás debe subordinarse a este plan. Todo lo demás es puesto en marcha por el bien de este plan: La demostración de la grandeza de la gloria de la gracia de Dios en el sufrimiento del Amado es la meta de la creación y continuación del universo.
El misterio de Dios ordenando pero no cometiendo pecado.
¿Pueden observar que da a entender esto acerca del pecado y el sufrimiento en el universo? De acuerdo a su plan divino, Dios permite que entre el pecado al mundo. Dios ordena que lo que El odia se realizará. Y Dios no peca al determinar que el pecado va a existir. No necesitamos tratar de descifrar este misterio. Podemos conformarnos al hablar sobre el pecado de Adán y Eva lo que José dijo sobre el pecado de sus hermanos, cuando lo vendieron a la esclavitud. “Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien “…
En cuanto a ustedes, Adán y Eva, ustedes pensaron hacer mal a Dios cuando lo rechazaron como su Padre y Tesoro, pero ¡o que bien tan infinito tornó El por medio de vuestra caída! Algún día, la semilla de la mujer golpeará la cabeza de la gran Serpiente, y con su sufrimiento demostrará la grandeza de la gloria de la gracia de Dios. Ustedes no han deshecho su plan. Tal como José fue pecaminosamente vendido a la esclavitud, ustedes se han vendido por una manzana. Ustedes han caído, y ahora está todo en pie para la demostración perfecta de la grandeza de la gloria de la gracia de Dios.
Porque no solo entró el pecado al mundo, sino mediante el pecado entró el sufrimiento y la muerte. Pablo nos dice que Dios sometió al mundo a la futilidad y corrupción bajo su maldición divina. En Romanos 8:20-23, lo plantea así:
Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
Cuando el pecado entró al mundo le siguieron cosas muy terribles. Enfermedades, defectos, incapacidades, catástrofes naturales, atrocidades humanas, desde el infante más pequeño hasta el vetarro más anciano, desde el más vil canalla hasta el santo más dulce, el sufrimiento no respeta a las personas. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
Ezequiel nos dice que Dios no se deleita en este sufrimiento. "Vivo yo"--declara el Señor Dios--"que no me complazco en la muerte del impío”. (Ezequiel 33:11). Pero el plan permanece, y Jeremías nos permite vislumbrar la complejidad misteriosa de la mente de Dios en Lamentaciones 3:32-33: “antes bien, si aflige, también se compadecerá
según su gran misericordia. Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.
Textualmente: “El de su corazón [millibbô] no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres”. El decreta que venga el sufrimiento: “si aflige” - pero su deleite no es en el sufrimiento, sino en el gran propósito de la creación. La demostración de la gloria de la gracia de Dios en el sufrimiento de Cristo para la salvación de los pecadores.
Está listo el escenario. Comienza a desarrollarse el drama de la historia redentora. El pecado está en plena y mortífera vigencia. La muerte y el sufrimiento están presentes y listos para consumir al Hijo de Dios cuando llegue. Todas las cosas están en su lugar para la más grande demostración posible de la gloria de la gracia de Dios.
Por consiguiente, en la plenitud del tiempo Dios envió a su Hijo al mundo para sufrir en lugar de los pecadores. Toda dimensión de su trabajo redentor fue logrado por el sufrimiento. En la vida y muerte de Jesucristo, el sufrimiento encuentra su propósito y explicación fundamental: El sufrimiento existe para que Cristo pueda demostrar la grandeza de la gloria de la gracia de Dios al sufrir El mismo para vencer nuestro sufrimiento.
Todo ---todo--- lo que Cristo logró por nosotros los pecadores, lo logró con su sufrimiento. Todo lo que vayamos a disfrutar vendrá a nosotros a causa de su sufrimiento.
La demostración de la gloria de la gracia de Dios en los logros de Cristo por medio de Su sufrimiento.
Consideren la demostración de la gloria de la gracia de Dios en los logros de Cristo por medio de su sufrimiento.
1. Cristo absorbió la ira de Dios para nuestro beneficio y lo hizo con su sufrimiento.
Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero". La ira de Dios que hubiera causado nuestro sufrimiento eterno cayó sobre Cristo. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
2. Cristo llevó nuestros pecados y adquirió nuestro perdón, y lo hizo por medio del sufrimiento.
1Pedro 2:24: “El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz”. Isaías 53:5:” El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades”. Los pecados que nos deberían de haber molido bajo el peso de la culpabilidad fueron traspasados a Cristo. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
3. Cristo proporcionó una virtud perfecta para nosotros que en Él se hace nuestra – y lo hizo por medio del sufrimiento.
Filipenses 2:7-8: Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz". La obediencia de Cristo por la que muchos fueron constituidos justos (Romanos 5:19) tuvo que ser una obediencia hasta la muerte, incluso la muerte en una cruz. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
4. Cristo venció a la muerte – y lo hizo sufriendo la muerte.
Hebreos 2:14-15 dice: sí que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida". “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón?” El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Corintios 15: 55-57). Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
5. El despojó a Satanás – y lo hizo por medio del sufrimiento.
Colosenses 2:14-15 dice: “habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él”. Con el documento de todas nuestras deudas clavado a la cruz y cancelado, se rompe el poder de Satanás para destruirnos. Satanás solo tiene una arma que puede condenarnos al infierno. El pecado sin perdon. Cristo despojó esta arma de la mano de Satanás en la cruz. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
6. Cristo compró la sanación perfecta y fundamental para toda su gente - y lo hizo por medio del sufrimiento.
Isaías 53:5: “El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.” “Pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos" (Apocalipsis 7:17). El Cordero fue inmolado y el Cordero fue resucitado de los muertos, y el Cordero junto con su Padre enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
7. Cristo nos traerá finalmente a Dios – y lo hará por medio de su sufrimiento.
1 Pedro 2:18 dice: “Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios... El colmo de la realización de la cruz no es la libertad de la aflicción sino la confraternidad con Dios. Para esto fuimos creados: Para ver, saborear y demostrar la gloria de Dios. Esta es la gloria de la gracia, y solo podía venir por medio del sufrimiento.
La razón fundamental del porqué existe el sufrimiento.
El propósito fundamental del universo es para demostrar la grandeza de la gloria de la gracia de Dios. La demostración más clara y segura de esa gloria es en el sufrimiento de la mejor Persona en el universo para millones de pecadores indignos. Por consiguiente, la razón fundamental de ese sufrimiento existe en el universo para que Cristo pueda demostrar la grandeza de la gloria de la gracia de Dios al sufrir él mismo para sobrellevar nuestro sufrimiento y dar lugar a la alabanza de la gloria de la gracia de Dios.
Oh Cristiano, recuerda lo que dijeron Carl Ellis, David Powlinson, Mark Talbot, Steve Saint y Joni Eareckson Tada: Todos ellos, a su manera, dijeron que ya sea que seamos hábiles o deshabilitados, soportando perdidas o deleitándonos en amistades, sufriendo dolor o saboreando placer, todos nosotros que creemos en Cristo somos infinitamente ricos en El y tenemos tanto porque vivir. No desperdicien su vida. Saboreen las riquezas que tienen en Cristo y agótense a sí mismos no importa el costo para propagar sus riquezas a este mundo desesperado.
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