Apreciar la Verdad por el Bien del Amor
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Verdad
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Piedad Scanlan
Joel Berlz, el publicista de la revista WORLD, escribió en la edición de esta revista correspondiente al período 12-19 de julio (página 5) que existe “ahora un razonamiento perverso. . .que predomina entre los evangelistas que los sentimientos, la actitud y las relaciones son todos más importantes que la verdad. La unidad es una prioridad más importante que la ortodoxia. La división, aun por el bien de la verdad, se convierte en la herejía más ofensiva”. Yo creo que esto es cierto.
Tal vez la palabra “perverso” necesita calificación. No creo que Belz considere que todos aquellos que valoran la unidad tienen motivos perversos. Como tampoco creo que él considere que es siempre perverso tener lados ciegos para poder ver un tema de verdad detrás de un tema de relaciones. Lo que es perverso es oscurecer intencionalmente algo considerado verdad desviando la atención hacia una actitud o estilo o motivo o sentimiento percibido. Esto es lo que parece raramente común hoy día.
Por ejemplo, tú dirías, “La desnudez como parte del entretenimiento esta en contra de la voluntad de Dios en cuanto a la modestia ya que falla en tratar al cuerpo como una verdad sagrada para la gloria de Dios.” Esto es una afirmación verdadera. Hace un llamado a la gente que considere a la realidad objetiva llamada “voluntad de Dios”. Hace un llamado a la gente que piense sobre esta afirmación y se forme un juicio sobre su verdad. También tiene implicaciones sobre que tipo de entretenimiento uno aprobará y como uno pasará el tiempo. En realidad uno respondería diciendo, “estoy de acuerdo”. O uno diría, “no estoy de acuerdo porque no creo que exista un Dios, por lo tanto no creo que puedas legítimamente hablar sobre su voluntad”. O uno podría decir, “creo que Él se deleita con el cuerpo que creó y no desaprueba la desnudez en el entretenimiento”. Todas estas son respuestas del nivel de afirmación que se haga sobre la verdad. Se pueden dar razones de ambos lados, y el dialogo puede continuar. Quizá puedan ocurrir persuasiones y cambios de mentes.
Pero así no es como regularmente sucede hoy día. Más común es una estrategia verbal que desvía la atención de la afirmación de la verdad hacia una actitud que sagazmente anula la verdad de la audiencia que no piensa. Por ejemplo, una respuesta puede ser, “Que pena que no puedas manejar tu propio libido, y tengas que proyectar tus complejos en otros.” O: “¡qué viva la mojigatería victoriana!” O: “con 80,000 refugiados desaparecidos en Zaire es una pena que nos preocupemos por cuestiones morales de envergaduras tales como el largo de la falda”. O: “Los cristianos fundamentalistas de la derecha no entienden el arte y nunca darán un aporte significativo a la cultura”. O: “se detecta a un joven reprimido y una madre puritana detrás de las ansiedades mojigatas en relación con el cuerpo humano.” O: “Es lo más alto de la arrogancia encubrir las buenas costumbres privadas de uno en la vestidura de los absolutos divinos.”
Todas estas respuestas ignoran el tema de la verdad. Son evasivas. Es la forma en que la gente inteligente gana cubriendo con etiquetas a los otros. A esto es a lo que Joel Belz llama “perverso”. Creo él tiene razón.
Mi plegaria por nuestra iglesia es que pongamos la verdad y el amor (ortodoxia y unidad, hechos y sentimientos, realidad y relaciones) en el orden bíblico. Por ejemplo, Pablo dice en 1 Timoteo 1:5, “Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón puro y de buena conciencia, y de fe no fingida”. Nótese el orden: “el propósito de este mandamiento es el fundamento y nos lleva al amor” por medio de la pureza y buena conciencia y fe sincera. O también considérese el orden en 1 Pedro 1:22, “Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros”. De nuevo, la verdad precede y transforma el alma por el bien del amor. Incluso en la revelación de 1 Juan 4:8 que “Dios es amor”, “Dios es“, nos da el fundamento para “Dios es amor”.
Por el bien del amor, apreciemos la verdad. Entonces se podrá decir de nosotros, “La iglesia del Dios viviente (es) columna y fundamento de la verdad. (1 Timoteo 3:15).
Pastor John
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