Apóstol a los Gentiles

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English: Apostle to the Gentiles

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Por Thomas Schreiner sobre Misiones
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Rev. Gustavo Pereyra Romero


La conversión de Pablo cuando él estaba camino a Damasco también representó su llamado a servir como misionero a las naciones. El Señor dejó esto claro, cuando convirtió a Pablo, afirmando “instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15). El papel de Pablo como misionero lo encontramos en las palabras del Señor Jesus dichas a él en esa ocasión, según Hechos 26:18: “...Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas á la luz, y de la potestad de Satanás á Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados” Pablo era instrumento escogido del Señor para portar el mensaje salvador a los confines de la tierra.

Es crucial ver que el papel de Pablo como misionero a las naciones cumple una profecia del Antiguo Testamento. En “el cumplimiento del tiempo” Dios envio su Hijo (Gal. 4:4). El ministério de Jesucristo, su muerte y resurrección cumplió la salvación profetizada en el Antiguo Testamento. Sin embargo nunca fué la intención de Dios, que el mensaje salvador fuese restricto a Israel. Cuando Dios escogió a Abrahan, Isaac, y Jacob, El enfatizó que todas las naciones serian benditas por intermédio de ellos (Gen. 12:3; 18:18; 26:4; 28:14). Esta prometida bendición universal no se volvió realidad durante el tiempo del Antiguo Testamento. De hecho, el Señor no tubo la intención que las naciones fuesen salvas en gran escala sino hasta la llegada de Cristo, porque la gloria de Jesus es maximizada cuando los pueblos del mundo son salvos al invocar Su Nombre y conocer la gran salvación por El obtenida.

Pablo, por lo tanto disfrutó del gran privilégio, como alguien que vivió en ambos lados de la cruz, de llevar las Buenas Nuevas de Jesucristo tanto para judios como para gentiles. En el libro de los Hechos, tres diferentes viajes misioneros están registrados: El primer viaje de Pablo se llevó a cabo entre los años 47–48 AD, cuando viajó junto con Barnabé a la isla de Chipre y a ciudades hoy localizadas en Turquia (Hechos 13–14). El segundo viaje (entre los años 49–52) incluyó visitas a las igrejas establecidas en el primer viaje misionero en regiones de la moderna Turquia, Pablo y sus compañeros cruzaron el Mar Ageo y plantaron iglesias en Macedonia y Grecia (Hechos 15:36–18:22). El tercer viaje (Hechos 18:23–21:36, 52–55) incluyó la visita a las iglesias ya establecidas, e incluyó un largo período de Pablo en Efeso. Cuando Pablo volvió a Jerusalem, una persecusión se desató en la ciudad, Pablo fue entonces prisionero tanto en Cesarea (ad 57–59) como en Roma (ad 60–62). Hasta durante su prisión, Pablo continuó a proclamar el Evangelio delante de reyes y autoridades y a todos los que tenian contacto con él. Hay uma buena razón para creer que la tradición que cuenta que Pablo fué libertado de la prisión después de su primera prisión en Roma, continuando a predicar el Evangélio en varios lugares, probablemente viajando hasta España para predicar el Mensaje allá también. No sabemos los detalles, pero seguramente Pablo fué arrestado nuevamente y decapitado en Roma alrededor del año 65AD.

No debemos pensar que Pablo fué el único de los apóstoles a llevar la Palabra fuera de Israel, o que él fué el único a llevar la Buena Nueva a los gentiles. Se hace necesário recorder que el libro de los Hechos de los Apóstoles no es una compilación histórica de toda la actividad misionera de los apóstoles. De hecho, los unicos apóstoles que recibieron una atención especial en el libro fueron Pedro y Pablo. Pero no se puede deducir que el resto de los apóstoles habian fallado al no dedicarse a ese ministério. Hay evidencias históricas muy significativas que indican que vários apóstoles proclamaron el Evangelio fuera de Israel. Lucas nunca tubo la intención de hacer un registro detallado de los trabajos misioneros de la iglesia primitiva.

Sin embargo, el foco em la misión de Pablo a los gentiles em el Nuevo Testamento es muy significativo pues en“el cumplimiento del tiempo” el Señor levantó a Pablo como el teólogo de la nueva labor misionera. Pablo fue teologicamente entrenado como fariseo, y por consiguiente tenia un profundo conocimiento del Antiguo Testamento. Pablo entendió que en el ministerio, muerte y resurrección de Jesucristo se cumplia la promesa dada a Abrahan de que todas las naciones serian bendecidas a través de su simiente, él comprendió que Jesus era la simiente del patriarca (Galatas 3:16). Por su resurrección Jesus fue entronizado como el Rey Mesiánico, pues El era el heredero del Trono de David, el Mesias prometido e Hijo de Dios (Romanos 1:3-4; 2 Timoteo 2:8).

El derramamiento del Espíritu sobre los gentiles (vea Galatas 3:1-5, 14) representaba el cumplimiento de da promesa de Dios que en los últimos dias El derramaria Su Espíritu. Muchas de las profecias del Antiguo Testamento enseñaban que cuando los dias del cumplimiento llegasen el Señor bendeciria a su pueblo con el Espíritu Santo (por ejemplo: Isaías 32:15; 44:3; Ezequiel 11:18–19; 36:26–27; Joel 2:28). El derramamiento del Espíritu tanto sobre judios como sobre los gentiles con base en la vida, muerte, resurrección y acensión de Jesus señalaba que los últimos dias habian llegado. Cuando Pablo proclamó el Evangelio en sus viajes misioneros, él argumentaba que el cumplimiento de toda la história de la salvación habia llegado en Jesus. El Nuevo Pacto era una realidad en Jesus (Jer. 31:31–34). La ley no mas estaba escrita en tablas sino que el Espíritu era implantado en los corazones humanos (2 Cor. 3). El perdón de los pecados prometido por Jeremias era una realidad en virtud de la muerte propiciatoria de Jesucristo.

Pablo comprendió acuradamente el significado del cumplimiento de la profecia de salvación en Jesucristo. Na antiga era, judios y gentiles estaban separados unos de otros. Los judios eran el pueblo del pacto de Dios y los gentiles estaban lejos de ese circulo de promesas de salvación (Efésios 2:11-12). Pero con la llegada de Jesucristo esa era llegó a su fin. Ahora judios y gentiles estaban unidos como miembros de la familia de Dios en virtud a la obra de Jesus en la cruz (Efésios 2:13-22). Eran ahora miembros del mismo cuerpo y herederos de la misma promesa (Efésios 3:6). La salvación de los gentiles en Cristo no era “un plan B”, sino el cumplimiento del objetivo que Dios tenia cuando El urgió salvar a las naciones atravéz de Abrahán.

Pablo también entendió em el camino a Damasco que el mensaje de su misión era el de la justificación unicamente por la fé. Los gentiles no se transformaban en miembros del pueblo de Dios por observar la Ley Mosaica y obedecer al pacto del Sinai. De hecho, nadie puede ser justo por lãs obras de la Ley pués “Todos han pecado y carecen de La glória de Dios” (Romanos 3:23) El proclamó a los gentiles que la única manera de ser justo delante de Dios es por la fé en Jesucristo como Señor crucificado y resurrecto. Aún más, Pablo comprendió queue el pacto Mosaico no se aplicaba más debido a la llegada de Jesus el Mesias (Romanos 7:4-6; II Coríntios 3:4-18; Gálatas 3;15-4:7). El pacto Mosaico fue un pacto provisório, cuya intención era reglamentar la viad del pueblo judio hasta la llegada de la fé en Cristo. A partir, cuando los falsos maestros que seguian lãs huellas de Pablo, insistieron em que los gentiles recien convertidos observasen la lei mosaica y se sometiesen a la circuncisión, Pablo los denunció por predicar un evangelio falso. Ellos estaban retornando en el tiempo e insistiendo en que los gentiles se comportasen como judios para juntarse al pueblo de Dios. Además, ellos estaban pervirtiendo el Evangelio al predicar que los hombres eran justificados delante de Dios por las obras en vez de la fé.

Un último aspecto de la vida de Pablo como misionero debe ser mencionado. Es impresionante el sufrimiento que Pablo tubo que soportar como misionero. Sus sufrimientos claro, no fueron en el sentido expiatorio como lo que Jesus enfrentó. El sufrimiento que Pablo soportó fue el medio por el cual el Evangelio se extendia a las naciones. A pesar de no ser para expiación como el de Jesus, fue un corolario al de Cristo. Un testimonio a la preciosidad y belleza del Evangelio, ya que Pablo se dedicó voluntariamente y hasta entregó su vida para llevar el Evangelio a las naciones. Tal como Pablo enseña em Colosenses 1:24-29, Dios ordenó que los sufrimiento de Pablo fuesen el medio por el cual aquellos que no habian oído el mensaje, lo hiciesen. Pablo creia que predicar el Evangelio a todos los pueblos era algo absolutamente crucial. Nadie podria salvarse por la revelación de la naturaleza, pues todos rechazan este testimonio y están por consiguiente sin disculpas (Romanos 1:18-32). El único camino para salvación es atravéz del oir y creer las buenas nuevas de Jesucristo (Romanos 10:13-17). El hombre tiene que clamar el nombre del Señor para ser salvo. Por lo que Pablo estaba dispuesto a sufrir para llevar el Mensaje de Vida a las naciones.

Pablo fue llamado por Dios de una manera extraordinaria en “el cumplimiento del tiempo”. El comprendió el significado del Evangelio a la luz del Antiguo Testamento. No se enclaustró en su torre de marfil de tólogo, él enfrentó los riesgos como misionero, alguien que sufrió para que las buenas nuevas, reveladas a él en el camino a Damasco, llegasen hasta los confines de la tierra.


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