Puestos los Ojos en Jesús

De Libros y Sermones Bíblicos

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.”
- Hebreos 12:2

Por fe, la iglesia del antiguo convenio hizo hechos poderosos, recibió muchas bendiciones, y sacrificó sus vidas más que abandonar la fe. Hicieron todas estas cosas con anticipación deseosa para el día de Cristo, el día que nunca vieron en sus vidas pero solamente aceptaron con gusto desde lejos (Heb. 11:13) Las vidas de estos santos nos muestran que vivemos en una época mejor ahora que hemos experimentado a Jesús no sólo desde lejos y de las sombras, si no que en la realidad.

Debido a que estos santos eran capaces de seguir confiando en Cristo a pesar de que nunca lo vieron, ¿cuánto más capaces entonces somos para mantener nuestra confianza en él? Estos santos nos dan ánimo (12:1), recordándonos que vivemos en una época mejor, una época en que ha empezado el último cumplimiento de todas las promesas de Dios.

Sin embargo, mientras esperamos a Cristo a consumar todas cosas, nos enteramos que nuestra situación no es tan diferente de la de los santos del antiguo convenio. Nosotros también tenemos una carrera que correr con paciencia. Nosotros también tenemos que despojarnos del pecado que tan fácilmente nos envuelve para que crucemos la línea de meta (v. 1).

Sólo podremos hacer esto si mantenemos puestos los ojos en Jesús, quien es el “autor y consumador de la fe” (v. 2). Hay que mantener puestos los ojos de fe en nuestro Señor y mirar hacia nada más o no perduramos.

Estas exhortaciones tal vez nos hacen suponer que el autor de Hebreos creía que la gente con la verdadera fe no está segura en su salvación. Sin embargo, el versículo de hoy nos dice que eso no es el caso. Si Jesús escribe y perfecciona la fe verdadera, entonces todos los que tienen la verdadera fe no la pueden perder.

No obstante, demostramos que Jesús nos ha dado la fe y que la perfecciona solo mientras la ejercemos en medio de la adversidad. Jesús es nuestro ejemplo de lo que significa perseverar, porque Él, mirando hacia la alegría que vendría, perduró el sufrimiento de la cruz y por eso está sentado a la diestra de Dios (v. 2). Obedecía a Dios en medio del peor sufrimiento imaginable. Por eso debemos obedecer también si lo llamamos Señor.

Jesús, sin embargo, no es solamente un ejemplo de la fe que persevere, sino que también el objeto de esa fe. John Owen nos recuerda que Jesús es el “en que ponemos nuestra fe, seguridad y confianza, con toda nuestra esperanza de éxito en nuestros caminos cristianos. Sin esta fe y confianza en él, no obtendremos ningún beneficio de su ejemplo.”

Coram Deo
Nuestra fe mira hacia Jesús como un ejemplo de perseverancia y como nuestra recompensa. Cuando quitamos nuestra mirada de Él, nuestras circunstancias seguramente nos ahogarán. Tomen tiempo hoy para fijar sus ojos no en su situación sino que en Jesús. Alábenlo y adórenlo porque Él es la recompensa por la cual corremos y solo Él nos puede dar resistencia.

Pasajes para estudio adicional
Psalmos 42; 52; 84
Actos 20:24
1 Corintios 9:24
1 Timoteo 6:12