Hijo del Hombre

De Libros y Sermones Bíblicos

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo veía uno como un hijo de hombre…Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran” (v. 13-14a).
- Daniel 7:9-14

Muchos de nuestros estudios este mes han examinado nuestra necesidad de un mediador entre Dios y nosotros, y la verdad que Jesús es el Mediador y Redentor prometido bajo el antiguo pacto (Salmo 110; 1 Timoteo 2:5). Por supuesto, el título de “Mediador” no revela todo lo que hay que saber acerca de nuestro Salvador. En los próximos días, vamos a considerar algunos de los otros títulos de Jesús en las Escrituras y lo que nos dicen acerca de Él. La serie de enseñanzas del Dr. R.C. Sproul Los Nombres de Jesús guiará nuestro estudio.

Un buen lugar para comenzar nuestro estudio es el título que Jesús usó de Sí Mismo con más frecuencia que cualquier otro. Al hablar de Sí Mismo durante su ministerio terrenal, nuestro Salvador, no usó los títulos “Cristo” y “Señor” más que cualquier otro. Este honor le corresponde al título de “Hijo del Hombre.” Muchas personas creen que Jesús usó este título para enfatizar Su verdadera humanidad. Otros dicen que significa que Jesús se veía a Sí Mismo como un profeta, porque el profeta Ezequiel también fue llamado “hijo de hombre” (Ezequiel 2:1). Es posible que Jesús usó “Hijo del Hombre” para revelar su verdadera humanidad y su oficio profético, pero estos usos no exponen en su totalidad lo que Jesús transmitió de Sí Mismo con el título.

Daniel 7:9-14 es el fondo principal para el uso de nuestro Señor del título “Hijo del Hombre.” Después de todo, Él cita las palabras de Daniel en Marcos 13:24-27 cuando describe la caída de Jerusalén en el año 70 d.C. y su entronización como Rey de reyes y Señor de señores. En esencia, la cita de Jesús del texto de Daniel nos muestra que Él es digno de recibir un dominio eterno de Dios Todopoderoso. Daniel 7:9-14 describe a nuestro Creador — el “Anciano de Días” — y su juicio de los reinos de este mundo, los cuales están representados por varias bestias (v. 1-8). Estos pretendientes al trono pierden su dominio, y Dios entrega a sus reinos a “uno como un hijo de hombre” (v. 9-14).

Este “hijo del hombre” en Daniel 7 es una figura celestial, y el título revela el origen, la majestad y la dignidad del líder que regirá sobre todas las cosas para siempre. Este “hijo del hombre” viene del cielo, es digno de majestad y dignidad eterna, y tiene un reino que no conoce fronteras étnicas. Al llamarse a Sí Mismo el “Hijo del Hombre”, Jesús le estaba diciendo a sus contemporáneos que Su existencia no comenzó en Belén, sino que Él es desde toda la eternidad. Siendo así, Él recibió un reino glorioso cuando terminó Su obra, y Él reinará en justicia para siempre.

Coram Deo

Teniendo en cuenta el contexto original de Daniel 7, el título de “Hijo del Hombre” es sin duda adecuado para el Hijo de Dios quien se encarnó en la persona de Jesucristo. Ya está sentado a la diestra de Su Padre, habiendo entrado a Su reino después de su ascensión y sesión (sentado en el trono) en el cielo. Aún ahora Él está extendiendo Su reinado cuando la gente cree y se somete a Su autoridad. Postrémonos ante Él como Rey de reyes y Señor de señores para que otros puedan ver Su reinado.

Pasajes para Estudio Adicional

Ezequiel 2:1-3
Mateo 8:20
Hechos 7:55-56
Apocalipsis 1:12-20

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