Para que nada sea obstáculo de vuestras oraciones
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Oración
Una parte de la serie 1 Peter: Grow in the Grace & Knowledge of Christ
Traducción por Maria del Carmen Zanassi
1 Pedro 3:7
“Vosotros, maridos, igualmente convivid de manera comprensiva con vuestras esposas, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, respetándola como coheredera de la gracia de la vida, para que nada sea obstáculo de vuestras oraciones.”
Contenido |
Las Palabras de Pedro sobre la Oración
En su primera carta – en la que estuvimos concentrándonos desde septiembre último – Pedro menciona la oración tres veces. Lo que es notable con respecto a estas tres instancias es que hay algo en común a cada una de ellas. Se las voy a leer y vean si pueden detectar la trama común que hay entre ellas.
La Primera Mención
Primero, Pedro le habla a los esposos sobre la oración y la relación con sus esposas (3:7):
“Vosotros, maridos, igualmente convivid con vuestras esposas como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, respetándola como coheredera de la gracia de la vida, para que nada sea obstáculo de vuestras oraciones”
La Segunda Mención
Segundo, en el siguiente párrafo, (v.8), Pedro le habla a todos los creyentes acerca de ser fraternales, compasivos y humildes y, (v.9), sobre no devolver mal por mal, sino bendecir. Luego, para respaldar estas tres exhortaciones, cita Salmos 34 en los versículos 10-12:
“Pues, el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.”
La Tercera Mención
Tercero, En 1 Pedro 4:7, él dice:
“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues sensatos y sobrios de espíritu para la oración” [literalmente: por el bien de las oraciones].
¿Cuál es la Trama Común?
¿Cuál es la inusual trama común que hay entre estas tres referencias de la oración? Lo que me impactó es que las tres no nos enseñan que la oración nos ayuda a vivir correctamente, sino que vivir de manera correcta nos ayuda a orar. Es verdad que la oración es una de las maneras que Dios ha designado para ayudarnos a vivir de la manera que debemos (Colosenses 1:9-10). Pero, en cada uno de estos textos, Pedro enfatiza que es cierto de la manera contraria: Dios ha designado para nosotros una manera de vivir que nos ayudará a orar. Hay formas de vivir que obstaculizan las oraciones y hay una forma de vivir que ayuda a orar.
Vivir Correctamente nos Ayuda en Nuestra Oración
Observemos nuevamente estas similitudes y pregúntense ustedes ahora: Qué nos está diciendo Pedro sobre cómo ayuda a orar la forma en que vivimos.
Cómo Viven los Maridos con sus Esposas
En 3:7, la primera nos habla a los maridos sobre una forma de vivir con nuestras esposas que puede obstaculizar nuestras plegarias y una manera de vivir con nuestras esposas que va a ayudar a nuestras oraciones.
“Vosotros, maridos, igualmente convivid de manera comprensiva con vuestras esposas, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, respetándola como coheredera de la gracia de la vida, para que nada sea obstáculo de vuestras oraciones.”
Si quieren que sus oraciones reciban ayuda y no que sean obstaculizadas, tienen que vivir de cierta manera con sus esposas. Tienen que hacer un esfuerzo para entenderla y conocer sus necesidades. Tiene que haber una preocupación especial por su fragilidad y por lo que necesita especialmente de ustedes. Tiene que existir un reconocimiento de que ella es coheredera de la gracia de la vida y que es un otorgamiento honorífico adicional, más que de poca importancia o degradante. Cuando nosotros, maridos, vivimos así (de manera comprensiva, con cariño tierno y respeto) nuestras oraciones no van a verse obstaculizadas. Si no vivimos así, nuestras oraciones encontrarán obstáculos.
Esta es la manera que lo expresa un buen comentario:
Tan interesado está Dios que los maridos cristianos vivan con sus esposas de una manera comprensiva y cariñosa, que “interrumpe” su relación con ellos cuando no lo hacen. Ningún esposo cristiano debe dar por sentado que va a conseguir algún bien espiritual en su vida sin un ministerio de oración efectivo. Ningún esposo puede esperar una vida de oración efectiva a menos que viva con su esposa de una “manera comprensiva, respetándola”. La voluntad de Dios es que se tomen el tiempo para desarrollar y mantener un buen matrimonio; sirve a Dios; es una actividad espiritual que complace a sus ojos. (Wayne Grudem, 1 Pedro, p.146).
Hay una forma de vivir con nuestras esposas que obstaculiza nuestras oraciones y arruina el impacto espiritual en nosotros. Y hay una manera de vivir con nuestras esposas que libera nuestras oraciones y ayuda a fortalecer el impacto espiritual.
Cómo Viven Todos los Creyentes
Segundo, Pedro continúa en los versículos 8 y 9 para convocarnos a todos, no solo a los esposos, a ser comprensivos, fraternales, bondadosos y humildes, y también a no devolver mal por mal, sino a bendecir a aquellos que no son buenos con nosotros. Luego, nos da el motivo por el cual debemos vivir de esa manera. Es una cita de Salmos 34, y en el versículo 12 el motivo llega al punto culminante con la misma clase de argumento que en 3:7, es decir, las oraciones encuentran obstáculos si ustedes no viven así. Dios tiene una actitud abierta especial para las oraciones de aquellos que buscan la paz, cuyas palabras son puras y que no usan la astucia (engaño). Versículo 12: “Los ojos del Señor están sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está en contra de aquellos que hacen el mal”.
Dios escucha las plegarias de aquellos que viven así: mantengan su lengua lejos del mal, absténganse del engaño, busquen la paz, hagan el bien. Acá Pedro nuevamente nos dice cómo prevenir que nuestras oraciones se vean obstaculizadas. Es lo mismo que Jesús estuvo enseñando en la Oración del Señor cuando nos dijo que oráramos: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los nos ofenden” (Mateo 6:12). No perdonar a los que se arrepienten va a bloquear nuestras oraciones. Ese también es el punto de Pedro. Hay una forma de vivir que obstaculiza nuestras oraciones y una forma de vivir que ayuda a nuestras oraciones.
Esfuerzos Especiales que Podemos Hacer
Tercero, en 4:7 él dice que hay esfuerzos especiales que podemos hacer para que nuestras oraciones puedan recibir ayuda y no encuentren obstáculos.
El fin de todas las cosas está por llegar; por consiguiente, sean juiciosos y sobrios por el bien de las oraciones.
Dos cosas: primero, sean juiciosos por el bien de sus oraciones; segundo, sean sobrios por el bien de sus oraciones. En otras palabras, existe una forma de pensar y de vivir que va a obstaculizar sus oraciones y existe una forma de pensar y de vivir que va a ayudar a sus oraciones.
La Verdad en Estos Textos
En estos textos, hay una doctrina – una verdad bíblica – que podemos afirmar con una gran confianza: los cristianos debemos esforzarnos para vivir de una manera que no obstaculice nuestras plegarias.
Esta tiene tres partes:
- Implica que las oraciones pueden ser obstaculizadas. Nuestra vida de oración puede verse obstruida, bloqueada.
- Frecuentemente, lo que bloquea la oración es nuestra vida- nuestra manera de vivir, la forma en que nos relacionamos con las esposas, los maridos, los niños, los padres, los colegas o los vecinos.
- Disponer la manera de orar a Dios involucra un esfuerzo consciente. En cada uno de estos textos, Pedro nos dice que resolvamos hacer algo para que nuestras nada sea obstáculo en nuestras oraciones.
En otras palabras, una vida de oración libre, abierta, verdadera y satisfactoria no es automática. No sucede cuando están pasivos. Si así fuera, estos tres textos no tendrían sentido. En 1994, la vida de oración de ustedes depende, en parte – mediante Dios y su gracia que lo hace posible (1 Corintios 15:19) – de cómo eligen vivir en sus hogares, en el trabajo y en la vida privada en soledad.
Por lo tanto, otra manera de expresar la doctrina, que hemos visto en estos versículos, sería: hagan lo que tienen que hacer para que sus oraciones no sean obstaculizadas. Mientras predico, tomen ahora mismo la resolución en sus corazones de no permanecer pasivos con respecto a la vida de oración este año; de tomar una serie de medidas para corregirlas.
¿Por qué es importante?
Les voy a hacer una pregunta que podría incrementar el incentivo para hacerlo. ¿Por qué es importante que no haya obstáculos en sus oraciones? Hay muchas respuestas tremendamente importantes para contestar esta pregunta. La semana próxima, hablaremos sobre una que relaciona la pequeñez de sus vidas con la grandeza del Cielo y el fin del mundo. Pero, hoy les voy a dar una respuesta que se aproxima a mi propia experiencia.
Tienen que evitar que sus oraciones encuentren obstáculos porque cuando los encuentran, significa que no están conectados con Dios, y Dios mismo parece distante e irreal.
Para un no creyente que nunca ha recorrido un camino personal y pacífico con Dios, eso no sería inusual. A menos que el Espíritu Santo esté obrando en sus vidas, están insensibilizados a ese respecto. Pero, para una persona que ha conocido a Dios, lo ha amado, ha probado la dulzura de su paz, su amistad y el sentido de ser correcto con Él, nada es más aterrador que la creciente impresión que Dios no está más allí.
- Despertarse a la mañana o ir a dormir a la noche, estar tendido mirando el techo y presentir: “No es real. Él no me escucha.”
- Sentir que en sus mentes todo está aflojándose y no pueden mantenerlo lo suficientemente sujeto para concentrarse en cualquier cosa, ni que hablar en Dios. Hay una agitación y un movimiento de inestabilidad inquietos.
- Tratar de formular una plegaria y sentir que es absolutamente fingida porque la mente está tan llena de cosas terrenales, sentimientos mundanos y deseos carnales que una comunión dulce, confidente y apacible con Dios en la oración parece casi tan imposible como volar a la luna.
Estas son experiencias atemorizantes para un cristiano que ha conocido la paz con Dios y una comunión con Él sin obstáculos. Por eso, digo que Pedro quiere evitarles eso. Yo quiero evitarles eso. Yo mismo quiero evitarlo a cualquier precio.
Decidan Tomar Seriamente las Enseñanzas de Pedro
Pedro nos dice: esfuércense por vivir de una manera que no obstaculice sus oraciones (Noten: lo dice casi sin mencionar que este no es un esfuerzo para ganar la paga de Dios, sino un esfuerzo para seguir la prescripción amorosa de nuestro Buen Doctor porque confiamos en Él). En esta mañana resuelvan que, durante la Semana de Oración, van a tomar seriamente sus enseñanzas y buscar lo que sea necesario para desbloquear sus oraciones y liberarlas.
- Puede ser que necesiten hacer cambios en sus hogares. Nada es más importante que desbloquear el flujo y el poder de las oraciones que se ven obstruidas en el hogar.
- Puede ser que necesiten hacer cambios en el vasto círculo de relaciones en las que hay rencor y engaño.
- O puede ser que tenga que ocurrir un simple despertar relacionado con el modelo de oración en sus vidas. Cuando Pedro dice en 4:7: “Sean juiciosos y sobrios de espíritu por el bien de las oraciones”, quiere decir que hay disciplinas de la mente y del espíritu que pueden conservar desbloqueada la oración en sus vidas.
Creo que a esto es lo que Dios quiere que escuchen de este mensaje en esta mañana: hagan de la Semana de la Oración 1994 una semana con una sensatez nueva y consciente respecto a lo que obstaculiza la oración en sus vidas y una semana de sobriedad de espíritu respecto a la oración. Mente sana. Espíritu sobrio.
Jesús no le da un beso a una Esposa Ebria
Jesús no le da un beso a una esposa ebria. La puede sacar de la calle y volverla a la cama. Puede ser absolutamente paciente con ella,servirle café caliente y ofrecerle un nuevo comienzo. Pero no besaría a una esposa ebria.
¿Qué quiero decir? Quiero decir que cuando la novia de Cristo, la iglesia, está ebria del mundo, puede recurrir a Él con un breve beso de oración, pero su aliento expresa tanta mundanidad que Él voltea la cara.
Nadie llega a la Sobriedad sin Esfuerzo
“Sean sobrios por el bien de sus oraciones”, dice Pedro. Pero, ¿quién se vuelve sobrio sin esfuerzo? Nadie llega a la sobriedad sin esfuerzo. Ni a la sobriedad física ni a la espiritual. La sobriedad tiene lugar cuando comenzamos a usar el buen juicio respecto a nuestras vidas. Buen juicio sobre qué hacemos con nuestro tiempo. Buen juicio acerca del clima espiritual de nuestros hogares. Buen juicio sobre la mundanidad de nuestro tiempo libre. Buen juicio con respecto a la música que escuchamos, las películas que vamos a ver, la televisión que miramos.
Nadie se vuelve sobrio sin dar pasos intencionales para sacar las botellas de la mundanidad de los estantes, de la alacena, de la casa. Cuando eso sucede, entonces el aliento espiritual comienza a ser más limpio y el beso de la oración no encuentra obstáculos.
Ayudarse Unos a Otros con Este Fin
Hay tantas maneras en las que podemos ayudarnos unos a otros en este aspecto. Hay tantas cosas que Dios les ha enseñado a algunos de ustedes últimamente, varios de ustedes me dieron algunos ejemplos. Esta noche, quiero que nos enseñemos, exhortemos, alentemos y, si es necesario, reprendamos unos a otros. Los invito, esta tarde, a orar sobre lo que Dios querría que nos dijeran esta noche. También les invito a compartir sus cuestionamientos y sus luchas. Necesitamos escuchar acerca de la verdadera batalla que están confrontando.
Voy a compartir con ustedes algunas cosas que me ayudaron en la lucha por orar sin obstáculos. Espero profundamente que lo que digan esta noche sea lo que Dios utiliza más. Oren. Vengan. Hablen desde la debilidad o la fuerza. Alguien aquí va a estar necesitando exactamente lo que Dios los incita a decir.
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