Paz Mundial

De Libros y Sermones Bíblicos

Programa de radio

Santiago, el hermano de Jesús, escribió una carta a algunas iglesias cristianas esparcidas por todo el imperio Romano en la que les preguntaba, “¿Qué causa las guerras y cuáles son las causas de las peleas entre Uds.?” ¿No son sus pasiones las que están en guerra en sus cuerpos? Uds. desean y no tienen; entonces matan. Uds. codician y no obtienen; entonces luchan y hacen la guerra." En otras palabras, el origen de las hostilidades del conflicto, ya sea entre naciones o vecinos, es el deseo frustrado, "Uds. desean y no tienen, entonces matan."

El padre cansado desea paz y quietud pero los niños están muy excitados con un nuevo juego, entonces él descarga su enojo. El estudiante avanzado desea casarse, pero su novia rompe el compromiso, y entonces él fluctúa entre la depresión y la rabia por meses. Un partido político quiere controlar la legislatura, pero no tiene buenos candidatos, así que desprestigia a la oposición. Una nación desea una frontera más segura, entonces invade a otro territorio. "Uds. desean y no tienen, entonces matan"—o roban, o explotan, o mienten, o se quejan y la paz se desvanece del mundo.

Pero Jesús dijo "Bienaventurados los que procuran la paz" (Mateo 5:9) San Pablo dijo, "Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres" (Romanos 12:18). Y el apóstol Pedro dijo, "Busque la paz y sígala" (1 Pedro 3:11). Una y otra vez en la Biblia Dios es llamado el "Dios de la paz"" (Romanos 15:33; 16:20; Filipenses 4:9; Hebreos 13:20; 1 Tesalonicenses. 5:23; 2 Tesalonicenses 3:16). Jesús es llamado el "Príncipe de la Paz" (Isaías 9:6). Su mensaje es llamado el "evangelio de la paz" (Hechos 10:36; Efesios 6:15). Y en la nueva era, en la que promete traer, "la justicia y la paz se besarán" una a la otra (Salmos 85:10). Aquí hay una gran pregunta: ¿Cómo podemos seguir a Jesús en el camino de la paz cuando nuestros corazones están desbordantes de deseos y anhelos que muchas veces no se realizan? No creo que exista forma alguna que permita al ser humano dejar de desear. Ud. no desearía hacerlo si pudiera. Es cierto que una persona sin deseos no haría la guerra, pero tampoco podría amar, o crear poemas, o hacer fiestas de cumpleaños, o caminos, u hospitales. La respuesta no es ahogar el deseo. La respuesta está en redirigir el deseo hacia Dios quién nos promete la máxima satisfacción.

¿No es cierto que cuando una persona se vuelve abusiva u hostil es porque no está descansando en la promesa de Dios que todo será para su bien? La razón que exista tanta gente enojada, hostil y combativa en el mundo, es porque no hay mucha gente que realmente cree que el Dios viviente está en cada situación para el bien de aquellos que confían en Él. Y sin embargo el gran profeta Isaías dijo, "Ni el ojo había visto a un Dios fuera de ti que obrara a favor del que esperaba en Él" (Isaías 64:4). Y Jesús dijo, "Por lo tanto no os preocupéis; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas; pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:31-33).

El evangelio de la paz no nos exige dejar de desear, sino que nosotros dirijamos nuestro deseo hacia Dios y así descubrir que las promesas, conseguidas por Jesucristo en la cruz y aseguradas para nosotros por su resurrección, son satisfactorias más allá de cualquier medida.

Por lo tanto, si quieres ser un pacificador, lo primero es tener confianza en que todo lo que Dios hace es para el bien de aquellos que lo aman. Y luego, cuando su corazón se haya liberado del miedo, la culpa y la avaricia, Ud. podrá orar con verdadero amor para que los líderes del mundo dirijan sus deseos hacia el Dios vivo y encuentren la paz que sobrepase todo entendimiento para ellos y para las naciones.